Pi i Arimón, Andrés Avelino. Barcelona, 1.III.1793 – 25.XII.1851. Historiador, arqueólogo y paleógrafo. Estudió Latín, Retórica y Rudimentos de Filosofía.
Combatió en la Guerra de la Independencia, en la que obtuvo diversas distinciones por su actuación, y se mantuvo ligado al Ejército hasta 1814. Desde 1815 ejerció como interventor interino de las salinas de Cardona, revistador de operarios en las obras y limpieza del puerto de Barcelona (1816), sobrestante mayor de la Intervención (1819), interventor en propiedad (1837), vocal de la Junta Protectora y Gubernativa encargada de la Cárcel Pública (1838), pagador (1841), guarda-almacén (1846), así como otros cargos a partir de esta fecha relacionados con los reemplazos y levas, participando activamente en la redacción de la Ley de Reemplazos. En 1848 fue nombrado secretario honorario de la Reina.
Ocupado en múltiples menesteres, no fue hasta 1835 cuando su figura como historiador tomó realmente impulso. El gobernador civil de la provincia de Barcelona, de acuerdo con lo dispuesto por la Real Orden de 29 de abril de 1835, lo nombró para que formara parte de la comisión integrada por cinco miembros cuya misión era recoger y salvar los libros y manuscritos de las bibliotecas y archivos pertenecientes a los conventos suprimidos y destruidos tras la Desamortización, así como los objetos artísticos y las antigüedades pertenecientes a éstos. Fue aceptado como académico de Buenas Letras el 15 de septiembre de 1835, en cuyo archivo se conservan algunas de las memorias que leyó en diversas sesiones relativas a los conventos desaparecidos y a algunas antigüedades de Barcelona.
Su interés por los fondos documentales le llevó a ofrecerse junto a su amigo Pablo Soler i Trenchs para ordenar el Archivo Municipal, iniciativa a la que se sumaron el III marqués de Llió y José María de Llinars.
Prestó, asimismo, atención a las antigüedades de Barcelona levantando un plano de las murallas de Barcelona, con la colaboración de la Junta de Comercio, lo que le obligó a realizar algunos sondeos en diversos puntos de la misma, estudió algunas lápidas romanas, en especial la que se encontraba empotrada en la esquina de la calle Arlet, sobre la que envió una memoria a la Academia de la Historia, lo que le valió ser nombrado académico correspondiente. Su esfuerzo quedó plasmado en una primera edición de su obra Barcelona antigua y moderna, de la que apareció, el 20 de abril de 1850, la primera y única entrega.
En la introducción a la edición póstuma de 1854, su hijo, Emilio Pi y Molist, manifestaba que ésta debía entenderse como homenaje a la labor de su padre, muerto en 1851.
Obras de ~: Memoria sobre la inscripción romana esculpida en un marmol colocado en la esquina de la calle den Arlet de la ciudad de Barcelona ó Ensayo del metodo de describir estos monumentos (1834), ms. de la Real Acaddemia de la Historia (9/6501); Memoria descriptiva de la antigua iglesia y convento de Santa Catalina (1842), ms. de la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona (leg. 33, n.º 8); Barcelona antigua y moderna ó descripción e historia de esta ciudad desde su fundación hasta nuestros dias, Barcelona, 1854.
Bibl.: J. R. Carreras, “Estudis biogràfichs d’alguns benemèrits patricis qui ilustren aquesta Academia”, en Boletín de la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona, n.º 102 (enero-marzo de 1930), págs. 232-235; M. Coll i Alentorn, “Andreu Avel·li Pi i Arimon”, en Gran Enciclopèdia Catalana, vol. XI, Barcelona, Edicions 62, 1968-1980, pág. 559; F. Roca Rossell, “Andreu Avel·li Pi i Arimon”, en Diccionari d’Historiografia Catalana, Barcelona, 2003, pág. 919.
Jordi Casanovas Miró