González-Anleo y Noriega, Enrique. León, 25.XII.1888 – ?, s. xx. Aviador militar.
Era hijo de Rafael González-Anleo Fernández Cuervo, coronel de Caballería, y de Pilar Noriega Abascal.
El 1 de septiembre de 1907 ingresó como alumno en la Academia de Caballería de Valladolid. El 13 de julio de 1910 ascendió por promoción a 2.º teniente y, a continuación, fue destinado al Regimiento de Dragones de Santiago n.º 9 de Caballería, con guarnición en Barcelona. El 14 de diciembre de ese año pasó al Regimiento de Cazadores de Taxdir n.º 29 de Caballería en Melilla. Intervino en servicios de escolta, reconocimiento, vigilancia y seguridad de caminos, así como en numerosas operaciones en las inmediaciones del río Kert. El 16 de diciembre de 1911 se incorporó a las Fuerzas Regulares Indígenas de Melilla. Tras unos duros meses de combates junto con su escuadrón, el 13 de julio ascendió por antigüedad a primer teniente. El 10 de junio de 1913 se trasladó con su unidad a Tetuán, interviniendo en las operaciones de la zona occidental del Protectorado. El 15 de julio volvió a su antiguo destino en el Regimiento de Cazadores de Taxdir, pasando al 1.er Escuadrón acampado en Segangan, y en él prestó servicios hasta que el 19 de noviembre fue destinado de nuevo al Regimiento de Dragones de Santiago. Después de un período de licencia por enfermedad, el 3 de febrero de 1914 se incorporó a su destino en Barcelona. Entre marzo y junio efectuó un curso en la Escuela Central de Tiro en Madrid. A partir de enero de 1916 intervino en el mantenimiento del orden público en las calles de Barcelona, durante las huelgas que tuvieron lugar durante esa época. Entre octubre de 1916 y finales de junio de 1917 realizó en Madrid un curso en la Escuela de Equitación Militar obteniendo muy altas calificaciones, y fue condecorado con la Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco. El 14 de febrero de 1918 fue designado para asistir en Cuatro Vientos (Madrid) a la segunda parte del curso de aspirantes a pilotos de aeroplano, que se prolongó hasta julio. El 2 de octubre se incorporó de nuevo a Cuatro Vientos para realizar el curso de Observador de Aeroplano, finalizándolo a comienzos de marzo de 1919. El 28 de febrero había sido ascendido a capitán por antigüedad. Su primer destino en Aviación fue el aeródromo de Sevilla, pero el 27 de mayo pasó al aeródromo de Tetuán en cometidos de observador. Intervino en misiones de bombardeo y reconocimiento fotográfico, hasta que a mediados de diciembre regresó a Cuatro Vientos. En febrero de 1920 participó en Portugal en un raid aéreo como observador, recibiendo la Cruz de la Orden Militar de San Benito de Aves. El 11 de junio de 1921 fue destinado al aeródromo madrileño de Alcalá de Henares como jefe de una escuadrilla de enseñanza y, al mismo tiempo, se hizo cargo de la jefatura del aeródromo. El 1 de agosto fue destinado a Cuatro Vientos como piloto de una escuadrilla de aviones Ansaldo y, a mediados de octubre, pasó a Tetuán, de nuevo para intervenir en las operaciones. El 23 de enero de 1922 regresó a Cuatro Vientos, poniendo final a su intervención en el norte de África, la cual se saldó con la concesión de tres Cruces de 1.ª Clase del Mérito Militar con distintivo rojo, la Cruz de 1.ª Clase de María Cristina, la Medalla de Plata de la Campaña de Melilla, la Medalla Militar de Marruecos y el distintivo de las Fuerzas Regulares Indígenas con dos barras rojas. El 4 de octubre de ese año pasó a ejercer como secretario del jefe de Instrucción. Además, en 1922 contrajo matrimonio con María del Carmen Infante Salarinas. En abril de 1924 fue nombrado delegado inspector de la Escuela Civil de Aviación de Carabanchel (Madrid), cargo que desempeñó hasta julio de 1925. El 22 de abril de 1926 fue incluido en un curso de observador, algo necesario para aquellos que ya lo habían realizado antes de 1921. Posteriormente, asistiría a un curso de mandos de Aviación y a otro de Armamento. El 3 de enero de 1928 ascendió a comandante de Caballería por elección, y el 23 de ese mes fue destinado a la Inspección de Tropas de los Servicios de Instrucción. El 1 de septiembre de 1930 se trasladó a Getafe (Madrid) por ser la nueva sede de la Jefatura de Instrucción. El 23 de febrero de 1931 tomó el mando de la Escuela de Tiro y Bombardeo Aéreo de Los Alcázares (Murcia), hasta que, tras el advenimiento del nuevo régimen republicano, el 8 de mayo pasó agregado a la Jefatura de Instrucción en Cuatro Vientos, y cinco días después quedó a las órdenes del jefe de Aviación. El día 25 fue anulado por Decreto su ascenso a comandante, siéndole concedida una Cruz de 1.ª Clase del Mérito Militar con distintivo blanco como compensación. El 30 de septiembre fue nombrado alumno del curso de navegantes en la Escuela Superior de Aerotécnica. El 16 de marzo de 1933 pasó destinado al Servicio Central de Meteorología en Cuatro Vientos, y el 1 de junio de 1935 fue nombrado 2.º jefe del Servicio de Material de la Sección de Aeronáutica, cargo que ostentaba cuando se produjo la sublevación en julio de 1936.
Previamente a esa fecha había mantenido contactos con compañeros que apoyaban la sublevación, y fue requerido para que detuviese en su despacho al jefe de Aviación, pero no aceptó por los riesgos que entrañaba. Permaneció oculto durante varios días y, para esquivar los peligros de Madrid, ofreció sus servicios en el aeródromo de Los Alcázares. Allí se encargó de un curso de ametralladores y bombarderos y realizó algunos vuelos. El 11 de enero de 1937 fue ascendido a teniente coronel con antigüedad de 19 de julio de 1936, y se hizo cargo de la Jefatura de Estudios de la Escuela de Observadores. En noviembre de ese año fue detenido durante ocho días. En marzo de 1938 asumió el mando de la mencionada escuela hasta septiembre de ese año, pasando entonces al Cuerpo de Intendencia de Aviación. Desde ese momento y hasta febrero de 1939 ejerció como responsable de la Jefatura Administrativa Regional n.º 2 en Murcia, aunque se hallaba sometido a vigilancia por ser considerado como sospechoso. El 24 de febrero de 1939 fue detenido y encarcelado nuevamente, permaneciendo en prisión hasta el final de la guerra. A finales de 1939 fue juzgado y condenado a la pena de seis años de prisión menor con la accesoria de separación del servicio. Luego le fue conmutada la sentencia por la de tres años y un día, y en 1947 una nueva revisión fijó la pena en tres años de prisión con la accesoria de suspensión de empleo, pasando entonces a la situación de retirado.
Fuentes: Archivo Histórico del Ejército del Aire (Villaviciosa de Odón, Madrid), exp. personal.
Antonio Montero Roncero
