López Bueno, Diego. Sevilla, 1565 – 1632. Ensamblador, escultor y arquitecto.
Hijo de Antón López y Leonor Díaz, debió examinarse como escultor, entallador del romano y arquitecto entre los años 1585 y 1588. Inició su trayectoria artística como ensamblador colaborando con Juan Bautista Vázquez el Mozo, en los retablos mayores de las iglesias de Santa María de la Asunción en Arcos de la Frontera (Cádiz) y del Divino Salvador en Cortegana (Huelva). Su marco de relaciones profesionales se amplió en la última década del siglo XVI, al entrar en contacto y colaborar con artífices, como el pintor Francisco Pacheco, el escultor y ensamblador Juan Martínez Montañés o el arquitecto Martín Infante. En 1598, participó en la ejecución del monumento funerario de Felipe II, proyectado por el arquitecto e ingeniero Juan de Oviedo y de la Bandera. El encargo del “modelo y estampa del túmulo”, le sirvió para alcanzar un mayor prestigio en el ámbito artístico de la Sevilla del siglo XVII, recibiendo encargos tan significativos como el retablo mayor de la iglesia del hospital de las Cinco Llagas, en la ciudad hispalense, que realizó entre 1601 y 1602. En esas mismas fechas ejecutó diversas esculturas para retablos en las que siguió de cerca el estilo de su maestro Bautista Vázquez y ciertas influencias del escultor Jerónimo Hernández, caso de las imágenes de san Sebastián y san Roque del retablo de la Concepción en la iglesia sevillana de Santiago el Mayor.
En torno a 1612, fue nombrado maestro mayor de fábricas del Arzobispado de Sevilla. Inició entonces su etapa más productiva, diseñando y dando trazas para nuevos retablos, y comenzando su actividad como arquitecto, colaborando en ocasiones con otros maestros, como Vermondo Resta, Miguel de Zumárraga o Juan de Oviedo y de la Bandera. Las reformas de los cruceros de las iglesias de San Lorenzo en Sevilla o de Santa María de la Mesa en Utrera (Sevilla), las portadas para los templos de San Pedro o San Lorenzo, en la capital hispalense, la traza de la iglesia del colegio franciscano de San Buenaventura o los claustros y espadañas de los conventos de Santa Paula y San Clemente el Real, en la misma ciudad, demuestran la importancia que tuvo este arquitecto en el contexto artístico sevillano del primer tercio del siglo XVII.
A lo largo de su vida, López Bueno realizó numerosos retablos y esculturas para América, como el desaparecido retablo mayor de la catedral de Comayagua en Honduras, que contrató en 1620 junto al pintor Francisco Varela y que fue financiado por el rey Felipe IV.
En 1624 diseñó el retablo mayor de la iglesia de Santa Catalina de Sevilla, tallando las esculturas de la Inmaculada Concepción, San Pablo y San Pedro, en las que se advierte una mayor expresividad y naturalismo, fruto de su relación con los escultores Andrés de Ocampo y Juan de Mesa.
El 16 de marzo de 1628, recibió de Gaspar de Guzmán conde duque de Olivares el nombramiento de maestro mayor de los Reales Alcázares de Sevilla, cargo que desempeñó hasta el mismo día de su muerte. Sus trabajos en el recinto palaciego se limitaron a tasar las labores ya iniciadas, y a obras de mantenimiento y conservación.
Obras de ~: Arquitectura: Portada meridional de la iglesia de San Pedro, Sevilla, 1613; Crucero y yeserías de la iglesia de Santa María de la Mesa, Utrera (Sevilla), 1613-1625; con A. de Oviedo, Reforma del crucero de la iglesia de San Lorenzo, Sevilla, 1615; Claustro principal, espadaña, coros y decoración interior de la iglesia del monasterio de Santa Paula, Sevilla, 1615-1622; con M. de Zumárraga, Claustro y espadaña del Real Monasterio de San Clemente, Sevilla, 1617; Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, Cantillana (Sevilla), 1619; Convento de San Antonio de Padua, Sevilla, 1621-1632; Iglesia del colegio de San Buenaventura, Sevilla, 1622. Retablos: con J. B. Vázquez el Mozo, Retablo mayor de la iglesia de Santa María de la Asunción, Arcos de la Frontera (Cádiz), 1585-1588; con J. B. Vázquez el Mozo, Retablo de la Transfiguración de la iglesia parroquial del Divino Salvador, Cortegana (Huelva); Retablo mayor de la iglesia del antiguo convento de Trinitarios, Sevilla, 1600-1602 (desapar.); Retablo de la Incredulidad de Santo Tomás del hospital de las Cinco Llagas, Sevilla, 1601-1602; con V. Resta, Retablo de la Inmaculada Concepción de la iglesia de Santiago el Mayor, Sevilla, 1602; Retablo mayor de la iglesia de San Martín, Sevilla, 1606; Retablo de la Aunciación en el iglesia del convento de Santa María de Gracia, Villamanrique de la Condesa (Sevilla), 1612-1616; Retablo del Dulce Nombre de Jesús en la iglesia del convento de Nuestra Señora de la Paz, Sevilla, 1613-1614; Retablo de San Pedro en la catedral, Sevilla, 1620-1626; Retablo mayor de la iglesia de Santa Catalina, Sevilla, 1624-1633; Retablo del convento de Santa Inés, Sevilla, 1627-1630.
Escultura: Relieve del Nacimiento en la iglesia del antiguo convento de Trinitarios, Sevilla, 1601-1602; Inmaculada Concepción, san Sebastián y san Roque de la iglesia de Santiago el Mayor, Sevilla, 1602; Cristo Crucificado, Virgen Dolorosa, san Juan Evangelista y san Juan Bautista de la iglesia de San Juan Bautista, San Juan del Puerto (Huelva), 1612-1616; Bustosrelicarios de san Zenón, san Sebastián y dos santas de la iglesia del convento de Santa María de Gracia, Villamanrique de la Condesa (Sevilla), 1612-1616; Inmaculada Concepción, san Juan Bautista, san Juan Evangelista, san Pedro y san Pablo de la iglesia de Santa Catalina, Sevilla, 1625-1629; San Pedro y san Pablo de la iglesia de Nuestra Señora de Gracia, Espera (Cádiz), 1629.
Bibl.: C. López Martínez, Desde Martínez Montañés hasta Pedro Roldán, Sevilla, Rodríguez Giménez y Cía., 1932; J. González Moreno, “Trazas de Diego López Bueno para San Lorenzo de Sevilla”, en Archivo Español de Arte, XXVI (1953), págs. 313-322; J. González Moreno, “El Convento de San Antonio de Padua de Sevilla”, en Archivo Hispalense (AH) (1954), págs. 9-25; C. Hernando Cortés, “Datos documentales sobre artistas sevillanos”, en AH, 221 (1989), págs. 201-204; M.ª L. Fraga Iribarne, Conventos femeninos desaparecidos, Sevilla, Ediciones Guadalquivir, 1993; A. Pleguezuelo Hernández, Diego López Bueno; ensamblador, escultor y arquitecto, Sevilla, Diputación Provincial, 1994; M.ª M. Fernández Martín, Dibujos sevillanos de arquitectura de la primera mitad del siglo XVII, Sevilla, Universidad, 2003; J. A. Arenillas, Del clasicismo al barroco. Arquitectura sevillana del siglo XVII, Sevilla, Diputación Provincial, 2005.
Juan Antonio Arenillas