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Federico Carlos Sainz de Robles Rodríguez

Biografía

Sainz de Robles Rodríguez, Federico Carlos. Madrid, 1.XII.1927 – 5.XI.2005. Jurista y político, Hijo de Federico Carlos Sainz de Robles Correa, escritor y crítico literario, que fue durante muchos años reconocido cronista oficial de la Villa y Corte, del que heredó la pasión humanista y literaria. Estudió el bachillerato en el Colegio del Pilar de Madrid. Cursó la licenciatura de Derecho en la Universidad Central de Madrid (1948), doctorándose en la Universidad de Valladolid en 1963.

En su época de estudiante realizó la primera traducción al español de la obra de Albert Camus. Prologó las Obras completas de Nicolás Gogol en 1950. Su profunda querencia y espontánea debilidad por el latín le llevo a traducir el Filibiblión de Ricardo de Bury (siglo xvi), y las Confesiones de san Agustín, no solamente por la singular entidad de este libro, sino también por su compenetración con la figura y el tiempo de su autor. Poco después publicó la única obra de creación literaria que quiso dar a la imprenta, un libro de cuentos, El monje, el tiempo y la serpiente, aunque más tarde, en colaboración con su padre, participó en la obra Las grandes figuras de la humanidad.

Comenzó su largo camino de opositor en 1950, primero al Cuerpo de Secretarios de la Administración de Justicia y después a la carrera judicial en 1951. Ganó las oposiciones restringidas al Cuerpo de Secretarios Judiciales en 1956, y en 1962 hizo oposiciones restringidas a magistrado de lo Contencioso-Administrativo y permaneció doce años en Valladolid. En 1974 fue destinado a Madrid como magistrado de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la entonces Audiencia Territorial; unos meses más tarde solicitó la excedencia voluntaria para ejercer la abogacía. Reingresó en la carrera judicial en 1977, primero en la Audiencia Territorial de Santa Cruz de Tenerife y luego en la Audiencia Nacional. En 1979 fue promovido a magistrado de la Sala Tercera de lo Contencioso- Administrativo del Tribunal Supremo y en 1980 fue designado presidente de la Sala de lo Contencioso- Administrativo de la Audiencia Nacional.

En su época vallisoletana compaginó la magistratura con la labor docente en la Facultad de Derecho, obteniendo por oposición la plaza de profesor adjunto de Derecho Procesal. Se acreditó en su magisterio por la calidad y amplitud de sus conocimientos, por su singular finura de jurista y por su capacidad de comunicación. En esta ciudad se le nombró académico de honor de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, colegiado de honor del Ilustre Colegio de Abogados y decano honorario del Ilustre Colegio de Procuradores.

Su figura está vinculada a la culminación de la Transición española al ser el primer presidente del Consejo del Poder Judicial, al mismo tiempo que presidente del Tribunal Supremo, elegido el 23 de octubre de 1980, a propuesta unánime de sus veinte vocales, todos jueces y juristas, lo que le convirtió en un personaje central del ámbito jurídico y político español en unos momentos claves de nuestra recién estrenada democracia.

Durante su mandato se produjo el golpe de Estado de 23 de febrero de 1981, y el pleno del Consejo General del Poder Judicial, reunido en sesión extraordinaria, hizo público aquella tarde un comunicado de apoyo a la democracia y a la Corona, siendo la primera institución que se pronunció abiertamente y contra el golpe.

Su presidencia se distinguió por su voluntad de consenso, por su esfuerzo para lograr la integración de las diversas tendencias existentes en el seno de la carrera judicial y su decidida labor en defensa de la independencia judicial, hasta el punto de que planteó conflicto ante el Tribunal Constitucional con ocasión de la publicación de la Ley Orgánica del Poder Judicial de 1985, por entender que la elección de sus miembros por las Cortes, en lugar de que siguiera recayendo en los propios jueces, podría vulnerar la norma constitucional en demérito de la independencia del poder judicial. Finalizó su mandato el 23 de octubre de 1985 reincorporándose a la Sala Tercera del Tribunal Supremo, y en 1986 solicitó la excedencia para retornar al ejercicio libre de la profesión, que desempeñó hasta su repentino fallecimiento.

Su paso por la carrera judicial se caracterizó por la atención rigurosa, callada y eficiente con que realizó su función, conforme a los principios de la moral cristiana que profesó con indiscutible convicción, alcanzando la excelencia profesional, siendo sus sentencias ejemplo de su gran humanidad y saber jurídico.

En 1986 se fundó el Partido Reformista Democrático, más conocido como “Operación Roca”, en un intento de crear una significativa fuerza de centro, y debido a sus convicciones liberales y a su integridad personal, encabezó la lista por Madrid al Congreso de los Diputados. Pero el pésimo planteamiento estratégico fue un fracaso para el partido, ya que no logró ni un solo diputado en ninguna circunscripción.

Estuvo siempre comprometido con las causas de los más débiles, con sostenida ayuda a las personas con discapacidad psíquica. Fue fundador y presidente de la Fundación Tutelar de Minusválidos (Futumad) desde 1989 a 1997 y vicepresidente de la Mutualidad de Previsión de Minusválidos Psíquicos. Su afición a la Fiesta Nacional le llevó a ser elegido vicepresidente de la Unión de Abonados Taurinos en 1989.

Se le concedieron las Grandes Cruces de Carlos III, Isabel la Católica, San Raimundo de Peñafort, la Medalla al Mérito Constitucional, la Gran Cruz de la Justicia de Perú, la Medalla de Plata de la Guardia Civil y, en 2003, la Asociación de Antiguos Alumnos de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense le otorgó el Premio “Una Vida Dedicada al Derecho”.

En el ámbito internacional fue galardonado con el Premio Justicia en el Mundo, siendo el primer magistrado español en obtenerlo. Sus conferencias, artículos en revistas especializadas, y publicaciones en libros colectivos y libros homenaje sobrepasan los dos centenares y se han centrado en el ámbito del derecho administrativo y del poder judicial y en el mundo de los toros, sin olvidar sus trabajos relacionados con el derecho de las personas discapacitadas psíquicas.

 

Obras de ~: El monje, el tiempo y la serpiente: fábulas sobre hombres, Madrid, Aguilar, 1958; Las grandes figuras de la humanidad, Barcelona, Danae, 1965; “Poder judicial y Consejo General del Poder Judicial”, en S. Martín-Retortillo (coord.), Estudios sobre la Constitución española: homenaje al profesor Eduardo García de Enterria, vol. V, Madrid, Civitas, 1991; “El llamado ‘silencio administrativo’, un escándalo en el Estado de Derecho”, en L. Martín-Retortillo Baquer (coord.), La protección jurídica del ciudadano. Estudios en homenaje al profesor Jesús González Pérez, vol. I, Madrid, Civitas, 1993; “Veinte años del poder judicial”, en M. Herrero y Rodríguez de Miñón et al., La Constitución veinte años después, Madrid, Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, 1998; “25 años de la justicia”, en J. Marías (coord.), 25 años de reinado de Juan Carlos I, Madrid, Planeta, 2000.

 

Bibl.: F. Fernández de Buján, “Federico Carlos Sainz de Robles: un intento de aproximación al jurista y al hombre”, en Boletín de la Facultad de Derecho (Universidad Nacional de Educación a Distancia), 2.ª época, n.º 15 (2000); J. Pérez Bustamante y Monasterio, Laudatio a F.C. Sainz de Robles en la entrega del premio Una Vida Dedicada al Derecho, [Madrid], 2003; J. L. Olaizola Sarría, “I. Adolescencia a la sombra de un genio: Federico Sainz de Robles. La alegría de un presidente, mayo 1984”, en Diario de un escritor y retrato de mis amigos famosos, Madrid, J de J, 2005; J. Paricio Serrano, “Recuerdo de Federico Carlos Sainz de Robles”, en Foro, 1 (2005); P. Andrés Ibáñez, “Juez de corazón grande. En memoria de Federico Carlos Sainz de Robles”, en El País, 6 de noviembre de 2005; F. J. Hernando Santiago, “Fue un gran presidente”, en La Razón, 6 de noviembre de 2005; “Un grande entre los grandes”, en ABC, 6 de noviembre de 2005; “Federico Carlos Sainz de Robles, primer presidente del CGPJ”, en El Mundo, 7 de noviembre de 2005; C. Gallego Brizuela, “Federico Sainz de Robles en Valladolid”, en El Norte de Castilla, 12 de noviembre de 2005; J. L. Merino García-Ciaño, “Al fin, un sabio”, en La clave, 17 de noviembre de 2005; F. Fernández de Buján, “Un maestro del oficio del Derecho”, en La Voz de Galicia, 21 de noviembre de 2005; J. Jiménez Lozano, “Las alas del silencio nos protejan”, en F. J. Patricio Serrano, En recuerdo de Federico Carlos Sainz de Robles, Madrid, Civitas, 2006.

 

Carmen Hernández Ibáñez

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