López, Cristóbal. Sevilla, c. 1671 – 1730. Pintor.
Los datos sobre su vida son muy escasos —la mayoría, aportados por Ceán Bermúdez—. Fue aprendiz de su padre, el pintor José López, que, a su vez, había sido discípulo directo de Murillo. Cristóbal López fue maestro de uno de los principales pintores sevillanos del siglo XVIII, Bernardo Germán Lorente.
Siguiendo a Angulo, Cristóbal López integró el grupo de seguidores sevillanos de Murillo, nacidos durante los últimos años de la vida del maestro o inmediatamente después de su muerte. Estos artistas se acomodaron a la demanda de la clientela sin buscar un camino propio y repitiendo los modelos del setecientos sin una aportación creativa destacable.
Ceán Bermúdez lo considera, con exageración, uno de los mejores pintores de la ciudad en su época, alabando el “colorido fresco y entonado” que utilizaba. Sin embargo, la obra conocida no está a la altura de un buen colorista: los tonos son pobres y parece más preocupado en la narración por medio de una composición bien estudiada y basada en estampas. En sus pinturas destaca cierta dureza en el dibujo y la evocación a Valdés en las actitudes y los gestos de algunos de sus personajes, en general poco expresivos. Por otro lado, parece influido por Matías de Arteaga en la afición por los fondos de arquitectura de gran riqueza decorativa.
Como tantos otros maestros de la escuela sevillana, destinó gran parte de su producción a América, pero en la actualidad se conocen muy pocas obras suyas. Con seguridad son de su mano cuatro lienzos realizados en torno a 1700 y conservados actualmente en la catedral de Málaga; procedían del convento de los capuchinos de Sevilla y pasaron en 1963 al desaparecido Museo Diocesano de Málaga. Representan El anuncio del ángel a Zacarías, El nacimiento de san Juan Bautista, El bautismo de Cristo y La degollación de san Juan Bautista. La mejor obra del conjunto es la segunda, que se encuentra firmada.
El techo del ante-oratorio del palacio arzobispal de Sevilla se encuentra decorado por una Asunción de la Virgen de gran tamaño que pudo haber pintado Cristóbal López hacia 1700. La figura de la Virgen está copiada de un original de Murillo, de 1660, conocido como La Inmaculada de Loja, que se conserva en el Museo Meadows de Dallas, pero es evidente la relación de su estilo con las pinturas de Málaga ya comentadas.
Asimismo, en el Museo de Bellas Artes de Sevilla se conserva un lienzo de La Virgen confortando a santo Domingo, que muestra la línea estilística de este pintor pero en una etapa de mayor madurez. Esta obra formó parte del conjunto de cuatro que el convento de San Pablo encargó en 1710 a distintos pintores de la ciudad.
Obras de ~: El anuncio del ángel a Zacarías, c. 1700; El nacimiento de san Juan Bautista, c. 1700; El bautismo de Cristo, c. 1700; La degollación de san Juan Bautista, c. 1700; Asunción de la Virgen, c. 1700; La Virgen confortando a santo Domingo, 1710.
Bibl.: A. Ceán Bermúdez, Diccionario histórico de los más ilustres profesores de las Bellas Artes en España, t. III, Madrid, Imprenta de la Viuda de Ibarra, 1800, pág. 44; J. Gestoso, Ensayo de un diccionario de artífices que florecieron en Sevilla, t. III, Sevilla, Oficina de la Andalucía Moderna, 1899-1909, pág. 338; A. Clavijo, “Un pintor olvidado: el sevillano Cristóbal López y su obra en el Museo Diocesano de Málaga”, en Bética (Málaga), 2 (1979), págs. 26-46; E. Valdivieso y J. M. Serrera, Catálogo de pinturas del Palacio Arzobispal de Sevilla, Sevilla, 1979; F. Quiles, Fuentes para la historia del arte andaluz. Noticias de pintura (1700-1720), Sevilla, Guadalquivir, 1990; E. Valdivieso, La pintura en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, Sevilla, Guadalquivir, 1993, pág. 204; Pintura barroca sevillana, Sevilla, Guadalquivir, 2003, págs. 390-393.
Ana Aranda Bernal
