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Francisco José de Artiga y Orús

Biografía

Artiga y Orús, Francisco José de. Huesca, 20.IV.1645 – 1711. Pintor, grabador, arquitecto, literato, profesor de matemáticas, astrónomo y preceptista.

Natural de Huesca, nace en el seno de una familia de infanzones. En 1670 casó con Teresa Pontac, aunque desafortunadamente se desconoce si tuvo descendencia o si alguno de sus vástagos continuó la estela de su padre. Paralelamente a su labor artística, realizó estudios universitarios en la Universidad Sertoriana de Huesca, donde alcanzó el cargo de catedrático de Matemáticas en 1692.

Sus intereses, con todo, se diversificarían de manera sorprendente, alcanzando áreas de lo más dispares: desde la aritmética y la geometría hasta la pintura y la poesía, pasando por la arquitectura, la astronomía, la ingeniería hidráulica, el grabado y la preceptiva retórica.

Como arquitecto, se le atribuye el diseño del patio del antiguo palacio de los reyes de Aragón, así como el de la fachada de la Universidad donde pasó la mayor parte de su vida, cuya construcción supervisaría desde 1690. De hecho, la ilustración al aguafuerte del edificio universitario puede considerarse su obra maestra; de ella se conservan sendas estampas, fechadas en 1681, en la Biblioteca Nacional —con la perspectiva del edificio tomada desde lo alto, divisándose en el centro el gran patio y la fachada clásica con inscripción en el frontón y a los lados— y en el Museo de Huesca. De su trabajo como grabador, por otra parte, se conservan las ilustraciones incluidas en el Cursus philosophicus de Dionisio Blasco (1676), en el Tratado de la moneda jaquesa y de otras de oro y plata del Reino de Aragón, compuesto por el también oscense Vicencio Juan de Lastanosa en 1680, y en el Museo de las medallas desconocidas españolas, igualmente debido a Lastanosa y aparecido en el temprano año de 1645. Del resto de su creación como grabador, destacan estampas devotas al aguafuerte (San Lorenzo, San Pascual, San Juan Bautista, San Marcial), aunque también hay alguna alegoría, como la discutida Huesca vencedora (Madrid, Biblioteca Nacional), a la que representa como diosa Minerva.

En cuanto a su dedicación como ingeniero fluvial, se le señala como el artífice de uno de los primeros pantanos erigidos en España: el de Arguis (Huesca), en el río Isuela, cuya construcción finalizó en 1704.

De ello dejó constancia él mismo en La esplicación y plan del Receptáculo de aguas ó Laguna Artificial [...], obra literaria, en la actualidad en paradero desconocido, pero de la que dio cuenta Latassa en 1884-1886.

También parece que fue autor de una planta del monasterio de San Juan de la Peña, aunque no hay pruebas fehacientes de ello. Todos estos trabajos lo presentan como un hombre desenvuelto y diligente, y dan lugar a un fuerte contraste entre su carácter eminentemente práctico y su faceta ensayística, mucho más especulativa.

Nada salvo un par de referencias literarias ha llegado de su faceta de pintor. Ceán Bermúdez menciona unas Sibilas y una Purísima Concepción que realizó “para un caballero amigo suyo”.

Sus obras científicas oscilan entre el rigor racionalista y la introducción de aspectos relacionados con la espiritualidad religiosa y hasta con la superstición.

Hay una clara voluntad de conciliar ambos orbes, de dar cabida a la fe y a otros asuntos trascendentales en la época ilustrada que se avecina. Sus disertaciones, así pues, combinan la astronomía con la astrología, la geometría con la filosofía, la religión con la ciencia.

Nada más sintomático de esta actitud que títulos como Aritmética espiritual, Breve apología de los astrólogos que yerran algunas de sus predicciones o, especialmente, Lucero divino de la ciencia humana.

Muy aficionado a la composición poética, su tratado sobre retórica, Epítome de la eloquencia española, aparecido en 1692, está escrito íntegramente en versos rimados: algunos destacables, la mayor parte, mediocres.

Dicha obra, por otro lado, adopta la forma de un catecismo, simulando un diálogo entre un padre y su hijo. Sus cinco partes abarcan los siguientes aspectos: en primer lugar, las formas de la elocuencia universal; en segundo, los géneros retóricos; en tercero, las diferentes partes del proceso discursivo (inventio, etc.); en cuarto lugar, la memoria como fuente de la elocuencia; y, por último, los defectos de la pronunciación y de la acción. Distintos críticos basan el interés principal de esta obra en la manifiesta influencia de un autor tan contemporáneo como Baltasar Gracián, sobre todo de su obra Agudeza y arte de ingenio.

La popularidad del Epítome en el siglo XVIII se infiere tanto de las numerosas reediciones (en la Biblioteca Nacional de Madrid se conservan nada menos que nueve versiones) como de las referencias y comentarios de numerosos autores de los últimos tres siglos, entre los que se cuentan nombres como Antonio Ponz, Eugenio Llaguno y Amirola, Menéndez Pelayo, Antonio Martí o Lázaro Carreter. Su estima fluctúa entre una acogida medianamente favorable y el más enconado rechazo.

José Fradejas, en su aportación a la Enciclopedia temática de Aragón, se refiere a Artiga como dramaturgo y le atribuye una pieza titulada La conquista de Huesca, mientras que Llaguno, en su nómina de arquitectos españoles, lo relaciona con la comedia Blasones de Aragón en la batalla de Huesca y batalla de Alcañiz, “muy del gusto de la época”. Dichas atribuciones, sin embargo, no vienen corroboradas por las demás fuentes consultadas, por lo que la filiación resulta problemática. En cuanto al resto de sus obras inéditas, se toma la referencia, sobre todo, de la Biblioteca de Latassa —que entre impresos y manuscritos, suma un total de diecisiete títulos—, aunque también del propio Artiga (caso del Laberinto intelectual, del Espejo astronómico y de la Fortificación elemental, citadas en la introducción al Epítome). Según el erudito zaragozano, la mayoría de ellas se conservaría manuscrita en el Colegio de los Carmelitas Descalzos de Huesca.

Artiga falleció en 1711 a la edad de sesenta y seis años, cerrándose así la trayectoria de una de las personalidades más llamativas del panorama artístico oscense del siglo XVII. A su muerte habría legado al claustro universitario de la Sertoriana de Huesca la cantidad suficiente para que la cátedra de Matemáticas que ocupó se mantuviera activa.

 

Obras de ~: Grabado: Fachada de la Universidad Sertoriana de Huesca, 1681 (Madrid, Biblioteca Nacional); San Juan Bautista, s. f. (Museo de Huesca); San Lorenzo, s. f. (Madrid, Biblioteca Nacional); San Marcial, s. f. (Museo de Huesca); Huesca vencedora, s. f. (Madrid, Biblioteca Nacional); edificio de la Universidad Sertoriana de Huesca, s. f.; proyecto para el pantano de Arguís, s. f.

Ilustración: D. Blasco, Cursus philosophicus gravissimam et reconditam Ioannis Bacconii [...], portada de ~, Caesar-Augustae, apud Ioannem de Ybar, 1676; V. J. de Lastanosa, Tratado de la moneda iaquesa y de otras de oro, y plata del Reyno de Aragón [...], portada y láminas de ~, Zaragoza, 1681.

Escritos: Discurso de la naturaleza, propriedades, causas, y efectos de los cometas, y en particular del que apareció en el Deziembre de 1680 [...], Huesca, 1681; Espejo astronómico, Huesca, Joséf Lorenzo de Larumbe, 1684; Laberinto intelectual astronómico y elemental [1692 ant.] (inéd.); Fortificación elemental [1692 ant.] (inéd.); Epitome de la eloquencia española: arte de discurrir, y bablar [sic] con agudeza y elegancia en todo genero de asumptos, de orar, predicar, arguir, conversar, componer embajadas, cartas y recados, Huesca, Iosef Lorenzo de Larumbe, 1692 (ed. facs. México D.F., Frente de Afirmación Hispanista, 1992); “Al autor” [soneto de ~], en Miguel Antonio Medardo de Aroztegui, El guión de el Norte en la celestial vida, y muerte del Apóstol de Flandes, Abispo a un tiempo Noviodunense, y Tornacense, Patrón de Ribagorza, Huesca, José Lorenzo de Larumbe, 1692; Sonetos funebres de D. Francisco de Artiga a la felice muerte de N. Reyna Madre Doña Mariana de Austria, Huesca, Iosep Lorenzo de Larumbe, 1696; La esplicación o plan del Receptáculo de aguas ó Laguna artificial, para suplir el riego de los ríos Isuela y Flumen en Huesca (inéd.); Piedra de toque, para saber y conocer por la señal la falsía del hombre (inéd.); Lucero divino de la ciencia humana. Divídese en cinco horas de luz de fé, en las cuales se prueba cómo no hay ciencia verdadera en este mundo del hombre, por cuya causa ha buscado su autor esta nueva ciencia en el mundo divino de Dios, mediante la fé católica, explicado por matemática (inéd.); Breve apología de los Astrólogos que yerran algunas de sus predicciones (inéd.); Los elementos y las figuras matemáticas, son símbolos de Dios y de las cosas del mundo (inéd.); Modo de medir los planos horizontalmente sin saber matemáticas ni aritmética, y sin instrumentos matemáticos (inéd.); Geometría y sus partes especulativas y prácticas, esplicadas según la filosofía, mezclando algunos conceptos espirituales (inéd.); Libro del Austrico Júpiter (inéd.); Aritmética espiritual o espiritualizada (inéd.); Cartilla geroglífica de sábios (inéd.); Arte político de necios, donde es Abecedario la razon, Maestro el entendimiento y castigo la misma razon (inéd.); Blasones de Aragón en la batalla de Huesca y batalla de Alcañiz (comedia) (inéd.); Fide mathematica (inéd.); La conquista de Huesca (inéd.); Laberinto intelectual astronómico (inéd.).

 

Bibl.: J. A. Ceán Bermúdez, Diccionario histórico de los más ilustres profesores de las Bellas Artes en España, Madrid, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1800, págs. 78- 79; E. de Llaguno y Amirola, Noticia de arquitectos y arquitectura de España, Madrid, Imprenta Real, 1829, págs. 91-93 (ed. facs. Madrid, Turner, 1977); F. Latassa y Ortín, Bibliotecas antigua y nueva de escritores aragoneses; aumentadas y refundidas en forma de diccionario bibliográfico-biográfico por don Miguel Gómez Uriel, Zaragoza, Imprenta de Calisto Ariño, 1885, I, págs. 150-151 (ed. facs. Pamplona, Analecta, 2001); Conde de la Viñaza, Adiciones al diccionario histórico de los más ilustres profesores de las Bellas Artes en España de D. Juan Agustín Ceán Bermúdez, Madrid, Tipografía de los Huérfanos, 1889, vol. II, pág. 37; VV. AA., Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana Espasa Calpe, Madrid, Espasa Calpe, 1909, VI, pág. 499; R. del Arco y Garay, “La pintura en el alto Aragón durante los siglos XVII y XVIII”, en Arte Español (Madrid), 1 (1914), pág. 8; M. Jiménez Catalán, Ensayo de una tipografía zaragozana del siglo XVII, Zaragoza, Tipografía La Académica, 1925; J. Simón Díaz, Bibliografía de la Literatura Hispánica, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1973, VI, págs. 91-92; J. Rico Verdú, La retórica española de los siglos XVI y XVII, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1973, págs. 86-92; E. Bénézit, “Artiga (Francisco)”, en Dictionaire critique et documentaire des peintres, sculpteurs, dessinateurs et graveurs [...], Paris, Librairie Gründ, 1976, vol. I, pág. 283; J. Castán Lanaspa, “El escritor oscense don Francisco Antonio de Artiga, y su Epitome de la eloquencia española”, Cuadernos de Aragón, 10-11 (1978), págs. 209-222; J. L. Morales y Marín, La pintura aragonesa en el siglo XVII, Zaragoza, Guara Editorial, 1980, págs. 97-98; E. Páez Ríos, Repertorio de Grabados Españoles en la Biblioteca Nacional, Madrid, Dirección General de Bellas Artes Archivos y Bibliotecas, 1981, págs. 70-71; F. Rodríguez de la Flor, “Un arte de memoria rimado en el Epítome de elocuencia española de F. A. de Artiga”, en Anales de literatura española, 4 (1985), págs. 115- 130; J. Camón Aznar, La pintura española del siglo XVII. Summa Artis: historia general del arte, Madrid, Espasa Calpe, 1985, XXV, pág. 199; J. Fradejas, “La literatura en Aragón: de los orígenes a finales del siglo XVIII”, en M. Alvar López (dir.), Enciclopedia temática de Aragón, (Literatura), Zaragoza, Ediciones Moncayo, 1988, VII, pág. 90; J. García Rodríguez, “Retórica y educación: el Epítome de elocuencia española (1692), de Francisco de Artiga”, en I. Paraíso (coord.), Retóricas y poéticas españolas (siglos XVI-XIX): L. de Granada, Rengifo, Artiga, Hermosilla, R. de Miguel, Milá y Fontanals, Valladolid, Universidad, 2000, págs. 95-148; M.ª J. Pallarés Ferrer, La pintura en Huesca durante el siglo XVII, Huesca, Instituto de Estudios Altoaragoneses, 2001, págs. 118-119; J. García Rodríguez, “Aproximación a la retórica del siglo XVII: actio y pronuntiatio en el Epítome de la elocuencia española de Francisco de Artiga (1692)”, en Alazet: Revista de filología, 14 (2002), págs. 257-265; J. García Rodríguez, “Notas para el estudio de un episodio de recepción de la retórica en el siglo XVIII: el Epítome de la elocuencia española”, Dieciocho: Hispanic Enlightenment, vol. 25, 2 (2002), págs. 171-194; J. García Rodríguez, “‘Y supuestas muchas prendas de un embajador perfecto’: el discurso y los recursos de la diplomacia en el siglo XVII a través del Epítome de la Elocuencia Española de Francisco de Artiga (1692)”, en J. A. Hernández Guerrero et al., Política y oratoria: el lenguaje de los políticos: actas del II Seminario Emilio Castelar, Cádiz, diciembre de 2001, Fundación Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Cádiz, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz, 2002, págs. 99-108; M. Á. Díez Coronado, “Francisco José de Artiga y la retórica del siglo XVII: Epítome de la elocuencia española (1692)”, Alazet: Revista de filología, 14 (2002), págs. 201-208.

 

Miguel Carrera Garrido y Ángel Rodríguez Rebollo

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