Lafuente, Pedro. Lierta (Huesca), 1655 – Huesca, 1699 post. Dorador.
Natural de la localidad oscense de Lierta, la primera noticia conocida de Pedro Lafuente data de 1669, cuando María López, su madre, que era viuda de Jusepe Lafuente, lo colocó bajo el aprendizaje de Francisco de Artigas. En el documento declaraba que el niño contaba con catorce años, por lo que habría nacido en 1655. No hay que confundir al pintor Francisco de Artigas —documentado en Huesca entre 1669 y 1670— con el pintor, grabador, matemático y arquitecto Francisco José de Artigas y Orus (1645- 1711).
En 1674 contrajo matrimonio con María Ribera; en las actas de matrimonio figura como testigo su maestro.
Hay que esperar a 1676 para tener constancia de su labor como dorador: se trata de una concordia con el Capítulo del convento del Carmen de la ciudad de Huesca para dorar, pintar con imágenes y estofar el sagrario del altar mayor de la iglesia. Hay que recordar que para dicho retablo, en la actualidad desaparecido, había contratado Francisco de Artigas un total de nueve lienzos en 1670.
Una vez finalizada su educación Lafuente abrió taller propio. Parece que esto ocurrió en el mismo año de 1676, fecha en la que acogió como aprendiz al también dorador Isidro Satorres. Paradójicamente ambos tenían prácticamente la misma edad, hecho que explica la colaboración que mantuvieron a lo largo de su carrera.
Junto a Satorres, contrató con la cofradía de tejedores de Huesca en 1689 el dorado del retablo de Santa Ana en el Carmen, donde ya había trabajado en 1676. Años más tarde (1691) se encargaron de dorar el retablo mayor de Ansó (Huesca) y también hay constancia de diversos trabajos en la zona de Navarra a tenor de los procuradores nombrados en Sangüesa y Pamplona.
Paralelamente desarrolló algunos trabajos en Huesca. En 1691 se encargó del dorado del retablo de la capilla de los Arnedo en el convento de Santo Domingo, que se estaba reedificando por esos años, según trazas del dominico Antonio Falcón. El retablo estaba dedicado a san Pedro Mártir, cuyo lienzo ocupaba el nicho principal. Para el oro contó con el platero y batidor Pedro Laestrada, con quien también trabajó Isidro Satorres.
Pueden citarse otros encargos durante esos años en localidades próximas a Huesca, como el dorado del retablo de la Virgen del Pilar de Laperdiguera (1697) o los dos retablos de la iglesia de Broto (1697).
La última referencia documental sobre Pedro Lafuente data de 1699, año en el que concertó el dorado del retablo de la Virgen de Montserrat en la basílica de San Lorenzo de Huesca. El retablo había sido construido hacia 1641-1645 y los lienzos se atribuyen, aunque sin seguridad, a Jusepe Martínez. Es posible que falleciese pocos años después, aunque no hay constancia de ello.
Obras de ~: Dorado, pintura y estofado del sagrario del retablo mayor del convento del Carmen, Huesca, 1676 (desapar.); Dorado del retablo mayor de Ansó, Huesca, 1691; Dorado del retablo de la capilla de los Arnedo, convento de Santo Domingo, Huesca, 1691; Dorado del retablo de la Virgen de Montserrat, basílica de San Lorenzo de Huesca, 1699.
Bibl.: R. del Arco y Garay, “La pintura en el Alto Aragón durante los siglos xvii y xviii”, en Arte Español (Madrid), 1 (1914), pág. 14; A. Ansón Navarro, “Un cuadro inédito de Jusepe Martínez en la basílica de San Lorenzo de Huesca. La Virgen de Montserrat con san Orencio, santa Paciencia y sus hijos los santos Lorenzo y Orencio, obispo de Auch”, en Aragonia Sacra (Zaragoza), 4 (1989), págs. 7-11; M. J. Pallarés Ferrer, La pintura en Huesca durante el siglo xvii, Huesca, Instituto de Estudios Altoaragoneses, 2001, págs. 144-146.
Ángel Rodríguez Rebollo