Álvarez Pereira, Antonio. Portugal, 1530 – Esparza (Costa Rica), 1599. Conquistador.
Nació en Portugal en 1530 y murió en Espíritu Santo de Esparza, Costa Rica, en 1599. Casó con la princesa indígena Biriteca, bautizada como Inés, hermana del cacique de Quepo, célebre por su belleza y personalidad. Antonio Álvarez Pereira llegó a Costa Rica desde Nicaragua; en la expedición de Juan de Cavallón, para quedarse en este territorio al servicio de Vázquez de Coronado, Perafán de Ribera, Artieda y Chirinos y Fernando de la Cueva, bajo cuyas gobernaciones acumuló una extensa hoja de servicios, especialmente en el campo militar, hasta el punto de que el historiador Víquez Segreda lo haya considerado “el brazo Guerrero mas firme y robusto durante la primera época de nuestra conquista”, por lo que fue un conquistador nato. Aunque participó en las más importantes expediciones, Álvarez Pereira no ocupó cargos de importancia, salvo el de gobernador interino en 1577 y 1591.
En las expediciones de conquista recorrió casi todo el territorio costarricense. Sus aventuras de conquista empiezan con Cavallón, en la toma del Valle de Coyoche (Esparza), facilitado por la captura del cacique de Coochi, que provocó la sumisión de muchos otros.
Posteriormente ingresó al Valle Central y asentó sus huestes en el Real de Pereira, sitio que hoy se ha ubicado en las cercanías del Alto de las Palomas, entre Escazú y Santa Ana; posteriormente fue uno de los fundadores de Garcimuñoz y al abandonar Juan de Cavallón la provincia quedó al frente de la conquista en asocio con Ignacio Cota.
Al llegar Juan Vázquez de Coronado a Costa Rica, se convirtió en su apoyo militar más importante distinguiéndose por sus dotes tácticas, valor y don de mando, dentro de un espíritu humanitario, a pesar de haber sido víctima de acusaciones de duros procederes, pero que nunca fueron probados. Con Vázquez de Coronado pasó a las regiones de Quepo y Couto y con él cruzó la cordillera de Talamanca hasta el río de la Estrella; luego continuó hasta la región de Bocas del Toro. Pero no les bastó aquel esfuerzo, sino que regresaron por la costa del Atlántico, para cruzar de nuevo por la cordillera, y llegar a la ciudad de Cartago, un tanto abandonada, por el año de 1564.
Con Perafán de Ribera, después de reducir varios pueblos indígenas, se vio favorecido con una encomienda de seiscientos indios en Curridabat, una de las más ricas de la provincia; posteriormente fue designado encomendero de Chomes, en la costa del Pacífico, por lo que se retiró a residir en Esparza, donde falleció.
Bibl.: M. J. Jiménez, “Antonio Pereira”, en Los Conquistadores, pról. y notas de J. Francisco Trejos, San José, Imprenta Lehmann, 1940, págs. 47-76; C. Meléndez Chaverri, Conquistadores y pobladores, orígenes histórico-sociales de los costarricenses, San José, Universidad Estatal a Distancia, 1982, pág. 206.
Óscar Aguilar Bulgarelli