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Juan Doria

Biografía

Doria, Juan. Príncipe de Melfi, en Nápoles. Génova (Italia), 1573 – Palermo (Sicilia, Italia), 18.XI.1642. Cardenal, arzobispo, presidente y lugarteniente general del Reino de Sicilia.

Juan Doria nació en Génova en 1573 de Giovanni Andrea, príncipe de Melfi, y de Zenobia del Carretto.

Juan fue enviado a estudiar a España, donde cursó Filosofía y Teología. Apoyado por los amigos del padre se ganó la merced de Felipe III, quien pidió para Doria el capelo cardenalicio en 1604. Fue así como Clemente VIII le hizo cardenal diácono de San Adriano.

En 1605 estuvo en Roma para el cónclave de Paulo V, donde se posicionó a favor del partido español. A principios de 1608, Paulo V le hizo arzobispo de Tesalónica, y en julio de ese mismo año se convirtió en arzobispo de Palermo, por la muerte de su predecesor.

En Sicilia, Doria no encontró demasiadas simpatías, especialmente por parte de la vieja nobleza local, al ver en él a un forastero ligado a la Monarquía hispana.

En Palermo se unió pronto al bloque de poder compuesto por la nueva nobleza filoespañola. Conocida fue su enemistad con el propio virrey, el marqués de Villena, cuyo momento más crítico se vivió durante los meses de mayo a noviembre de 1609. El 8 de febrero de 1610, Doria fue nombrado por Felipe III presidente del reino en ausencia del duque de Osuna, Pedro Girón, sucesor del marqués de Villena.

Comenzó su presidencia el 13 de septiembre.

En 1611, Doria era virrey todavía por tres meses, durante los que publicó algunos bandos sobre el orden público y mantuvo un violento conflicto con las magistraturas de Mesina. Poco tiempo después de llegar el duque de Osuna, Doria se marchó de la isla por unos meses a Génova y después a Roma. A su regreso se encontró con una Sicilia en guerra contra los piratas provenientes de la costa africana. Para lo que Doria propuso al Rey, armar a todos los sacerdotes de la diócesis palermitana. En 1615 mandó celebrar el primer sínodo en la Iglesia de Palermo y, un año más tarde, era de nuevo nombrado presidente del reino durante los meses de julio y agosto por ausencia del duque de Osuna.

En 1620 se presentó urgentemente en Roma por la escasez de cardenales españoles y filoespañoles que había en la Corte romana. En 1622, tras la elección de Gregorio XV, volvió a Palermo, donde celebró el segundo sínodo de su diócesis. Pero un año más tarde tuvo que regresar de nuevo a Roma para otra elección papal, la de Urbano VIII. En 1624, de regreso a Palermo, asumió por tercera vez la presidencia del reino, a la muerte del virrey Filiberto de Saboya. Permaneció en dicho cargo cerca de un año, en el que tuvo que hacer frente a una grave crisis epidémica del reino y, pasada ésta, Doria pidió y obtuvo del monarca Felipe IV la nómina de un virrey, Antonio Pimentel, para poderse desprender de la presidencia del virreinato.

En 1639, Doria fue por cuarta vez presidente del reino hasta junio de 1641, preocupándose activamente por la defensa de la isla ante la proximidad de los navíos franceses, que ya habían entrado en el mar Tirreno. Durante todo este tiempo no se olvidó de aconsejar a su sobrino Giovanni Andrea, príncipe de Melfi y virrey de Cerdeña de 1638 a 1640. Finalmente, falleció en Palermo el 18 de noviembre de 1642.

 

Bibl.: G. E. di Blasi, Storia cronologica dei vicerè, luogotenenti e presidenti del regno di sicilia, Palermo, Stabilimento Tipografico di Pietro Pensante, 1871; L. Boglino, La Sicilia e i suoi cardinali. Note Storiche, Palermo, 1884; G. B. di Crollanza, Dizionario storico-blasonico delle famiglie nobili e notabili italiane estinte e fiorenti, vol. I, Pisa, Giornale Araldico, 1886; VV. AA., Storia di Genova: dalle origini al tempo nostro, Milano, Garzanti, 1941-1942; T. O. di Negri, Storia di Genova, Milano, Aldo Martello, 1958.

 

Esther Jiménez Pablo