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Martín Rico y Ortega

Biografía

Rico y Ortega, Martín. El Escorial (Madrid) 12.XI.1833 – Venecia (Italia), 13.IV.1908. Pintor.

Entre los mejores paisajistas finiseculares del siglo XIX destaca Martín Rico, quien desde los doce años fue alumno del Liceo Artístico y Literario. Su hermano, Bernardo, grabador de renombre durante esos años, le enseñó las primeras nociones del grabado en madera cuando Martín acabó sus años de colegio.

Colaboró con él, además, en ilustraciones para revistas de la época.

Más tarde fue discípulo del pintor Vicente Camarón, quien le iniciaría en el género del paisaje. Desencantado de la formación que le daba Camarón probó suerte en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Fue a hablar directamente con el profesor de paisaje, Genaro Pérez Villaamil quien al ver su entusiasmo, a pesar de que venía sin ningún aval, le admitió en sus clases.

Fue premiado en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes entre 1858 y 1867 y la mayoría de esas obras se guardan hoy en el Museo del Prado y en la Academia de San Fernando. En la exposición de 1858 recibió una mención honorífica de tercera clase por un Paisaje de Guadarrama y dos años después fue galardonado con la medalla de tercera clase por Cercanías de Azañón.

Comenzó en 1857, junto con su amigo Serafín Avendaño, una etapa de excursionista, siendo uno de sus lugares favoritos la Sierra y las afueras de Madrid.

Sirva de ejemplo La casa de Campo, en la Academia de San Fernando, realizado por Martín Rico como ejercicio de oposición en 1861 y con el que obtuvo el Primer Premio en la Pensión Anual de Pintura de Paisaje que le permitió viajar becado a Roma.

En 1859 es pensionado por el Gobierno y se instala en París, donde recibe influencias de la Escuela de Barbizon. Residente en la capital francesa durante unos años, regresa a España tras el estallido de la guerra franco-prusiana, viviendo en Madrid varios meses para trasladarse posteriormente a Granada, donde entra en contacto con Fortuny. Allí se inicia en la técnica de la acuarela interesándose por el color y la luminosidad, unido al preciosismo de su dibujo, un estilo que hizo que le llamaran el Daubigy ensoleillé.

En 1872 acompañó a Fortuny en un viaje por Italia, quedando especialmente fascinado con la luminosidad y los colores de Venecia, ciudad de la que pintaría innumerables vistas de sus calles, casas, canales y edificios y en la que a partir de entonces pasaría todos sus veranos.

Tras este viaje se instala definitivamente en París en 1874 y a partir de ese momento su obra será reconocida por los marchantes de la época, tanto en Europa como en los Estados Unidos, los cuales se disputaban sus lienzos “a subidos precios”, según Osorio.

Su fama y reconocimiento le lleva a organizar, junto a Raimundo de Madrazo, la sala Fortuny de la Exposición Universal de París de 1878, concediéndosele por este trabajo una medalla de oro y la Legión de Honor. En este certamen logró además una tercera medalla y en la edición de 1888 una segunda. Había sido además condecorado con la Encomienda de la Orden de Isabel la Católica en 1884.

Tras una pequeña estancia en Madrid, en la que fue director desde 1895 de La Ilustración Española y Americana, una de las más prestigiosas publicaciones periódicas de la época, y en la que había colaborado asiduamente su hermano Bernardo, publicó a instancias de Aureliano de Beruete, otro gran paisajista, su autobiografía, titulada Recuerdos de mi vida. La obra fue finalizada en Venecia, en 1906, ciudad en la que fallecería dos años más tarde.

Rico está considerado como uno de los más importantes paisajistas españoles de la segunda mitad del siglo XIX dentro de la estela del preciosismo fortunyesco.

Tras sus inicios realistas, en los que se aprecia sin lugar a dudas la huella de la Escuela de Barbizon, su técnica fue mucho más depurada, gracias a sus dotes para el dibujo preciso y su exaltada visión del color, brillante y llamativo, dentro de los gustos del mercado europeo en esos años.

 

Obras de ~: Cercanías de Azañón, 1860; La casa de Campo, 1861; Paisaje con lago, 1862; Las orillas del Sena, 1870; Una tarde de otoño, 1870; Vista de Venecia, 1876; La calle de la virtud en Toledo; El patio de los beatos; La Torre de las Damas; La cuesta de los muertos de Granada; Vista de Guadarrama; La casa de Cola en Rienzi.

Escritos: Recuerdos de mi vida, Madrid, 1906.

 

Bibl.: M. Ossorio y Bernard, Diccionario biográfico de artistas españoles del siglo xix, Madrid, Moreno y Rojas, 1900; A. E., Inventario de pinturas de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid, RABASF, 1964; C. Reyero y M. Freixa, Pintura y escultura en España 1800-1910, Madrid, Cátedra, 1995; J. Pijoán, Pintura y escultura española del siglo XX, Madrid, Espasa Calpe, 1996; A. E. Pérez Sánchez, Madrid pintado: la imagen de Madrid a través de la pintura, Madrid, Museo Municipal, 1993; E. Martínez de Pisón e I. Tuda, Madrid y la Sierra de Guadarrama, Madrid, Museo Municipal, 1998; VV. AA., Real Academia de San Fernando, Guía del Museo, Madrid, RABASF, 2004; B. Blasco Esquivias y M. Morán Turina, Palabras pintadas: 70 miradas sobre Madrid, Madrid, Fundación Caja Madrid, 2004; J. Barón, Ramón de Errazu (1840-1904) y su legado, Madrid, Museo del Prado, 2006.

 

Laura Fernández Bastos