Avendaño Fernández, Donato. Laredo (Cantabria), 1840 – ¿Madrid?, 1912. Pintor.
Tras aprobar el ingreso para San Fernando de Madrid, se instala en la capital, donde residirá muchos años. Enseguida se erige en discípulo de Carlos de Haes, asimilando la concepción del paisaje naturalista tomado del natural. Al finalizar sus estudios, alterna su trabajo de pintor con el de profesor de dibujo, pintura y litografía en el Colegio Nacional de Sordomudos y de Ciegos de Madrid, y con un empleo en la Compañía del Ferrocarril del Norte. En 1873 se le concede el premio de cooperación de primera clase dentro de la Exposición Nacional y se ve recompensado con la imposición de la Cruz de Isabel la Católica. Su participación dentro de las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes fue amplia en el tiempo —en ocho ocasiones— y casi se puede seguir su evolución artística a través de los paisajes madrileños presentados a las mismas que aparecen hasta dos años antes de su muerte: en 1878 comparece con Un paisaje del natural; en 1881 con Paisaje; o en 1884 con Recuerdos de la Casa de Campo. Aun así nunca quiso olvidar sus orígenes cántabros y su cercanía al mar, manifestándose como apreciable marinista en otras comparecencias a las nacionales: en 1904 con Marina (impresión), Cercanías de Cabo Mayor, Santander; en 1906 con Presa de Liérganes; en 1906 con Jesús y adentro! Sotileza (Pereda) Marina, acercándose esta última a la fuerte corriente perediana que surgió en esta provincia, para lo que utiliza un tema tan emblemático como es el de la novela de José María Pereda Sotileza y que ya había sido utilizado por otros pintores; en 1908 con La Cruz de Rubalcaba (Liérganes); y en 1910 con Impresión (en la costa cantábrica).
Realizó otros trabajos dentro de los géneros de costumbres y del retrato. Fue reclamado para realizar dos retratos del rey Alfonso XIII para el Palacio de la Diputación de Logroño y la Audiencia de Zaragoza, encargos que debieron acaecer en sus últimos años de estudios en San Fernando. En 1908, a raíz de la inauguración del Museo de Bellas Artes de Santander (entonces Museo Municipal) como institución, el alcalde de la ciudad solicita al pintor la donación de una obra que forme parte de los fondos del museo junto a otras generosas donaciones. Avendaño, que sigue residiendo en Madrid, a pesar de ciertas minusvalías físicas que le impiden moverse con facilidad —al parecer le habían sido amputadas ambas piernas—, acepta este requerimiento, donando el lienzo Paisaje del río (hacia 1860).
A pesar de los escasos datos que se tienen de él, se sabe que participó de una corriente literaria regionalista que se desarrolló en Santander en el último cuarto del siglo xix, propulsada por José María de Pereda y que pretendió crear en esos años una escuela de pintores montañeses. Parece que aunque la idea no acabó de cuajar, sí se creó un ambiente pictórico alrededor de Pereda en donde se valoraba el paisaje tradicional y costumbrista, que trasladaba al lienzo toda la visión romántica y melancólica de esta tierra, incluidos los temas marinos.
Obras de ~: Paisaje de río, c. 1860; Impresión nocturna, c. 1889; Marina, 1891; Palacio de Oriente, c. 1900.
Bibl.: M. Ossorio y Bernard, Galería biográfica de artistas españoles del siglo XIX, Madrid, imprenta de Moreno y Rojas, 1883-1884; S. Carretero Rebés, Guía del Museo de Bellas Artes de Santander, Santander, Museo de Bellas Artes de Santander, 1993; M. Alonso Laza, Cantabria en la pintura española de fin de siglo, Santander, Ayuntamiento, 1995.
Salvador Carretero Rebés
