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Serafín Joaquín Avendaño Martínez

Biografía

Avendaño Martínez, Serafín Joaquín. Vigo (Pontevedra), 2.VIII.1837 – Valladolid, 23.VIII.1916. Pintor.

Nace en el seno de una familia acomodada. Su padre había sido secretario de la comisión inspectora de las escuelas de la Corte y diplomático —se sabe que desempeñó cargos políticos en Guayaquil (Ecuador), Portland (Estados Unidos), Civitavecchia (Italia), Malta, Inglaterra y Génova (Italia)— y ésta será, precisamente, la razón por la que sólo tras superar su infancia se ve obligado a abandonar su domicilio gallego para trasladarse a Madrid, ciudad donde estudia dibujo lineal, perspectiva, dibujo de figura y paisaje en los colegios de Vicente Masarman, Sanz, colegio Universal y otros, para finalmente terminar ingresando en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde será alumno de Jenaro Pérez Villaamil, como el mismo pintor confiesa en el currículum vitae que el 28 de mayo de 1861 presenta en la Academia con la intención de optar a la plaza de pensionado de paisaje.

En 1854 abandona San Fernando y se dedica a pintar paisajes con la técnica de la acuarela, que por aquel tiempo no era muy apreciada, para más tarde convertirse en el representante del realismo más luminoso de la segunda mitad del xix con una pintura que está a medio camino entre un romanticismo a la manera de Constable, por su acercamiento y sensibilidad ante la naturaleza, y un realismo íntimo próximo al de los pintores de Barbizon.

En 1858 (año en el que con la aguada Mi tristeza logrará uno de sus primeros premios, la medalla de plata de la Exposición Regional de Santiago de Compostela) recorre, además de una buena parte de la geografía española, Francia, Inglaterra y Alemania, visitando los museos y acudiendo a los estudios de los artistas más distinguidos de la época.

Entre 1859 y 1861 se le encuentra, primero, en Portland (Estados Unidos), donde estará en compañía de su padre, y luego en Londres, donde ya estaba instalado su hermano. En octubre de ese último año regresa a Madrid con la intención de concursar a una de las plazas de pensionado que concedía la Academia para ir a Roma. Tras la ejecución del ejercicio señalado, pintar una Vista del pequeño lago de la Casa de Campo, el premio le es otorgado a Martín Rico, pero al ver el tribunal los muchos méritos que concurrían en Serafín Avendaño deciden becarlo también a él.

El pensionado tenía una duración de tres años y obligaba a residir uno en Roma, mientras que los otros dos podían emplearlos como mejor lo considerasen para su formación. No se tiene conocimiento de los lugares por los que anduvo el pintor gallego, aunque sí se sabe que en 1863 estaba en Génova, donde su padre había estado de cónsul en 1859, y que allí realiza, a decir de Murguía, sus mejores obras —Scogliera, presso Quarto; Bagni á Livorno y Scogliera; Riva al mare; etc.— y donde entra en contacto con un grupo de jóvenes pintores que, como él, gustaban de viajar, y que constituyen el círculo de los grigi (grises) del que Avendaño terminará siendo el pintor más destacado —puede decirse que la pintura de la Italia de la segunda mitad del siglo xix está constituida por cuatro escuelas: los mencionados grigi, los posillipisti o escuela de Posillipo, formada ya en 1820, la de los macchiaioli (manchadores) toscanos, que se constituyen en torno a 1850-1855, y la de los scapigliati (desgreñados) lombardos que lo hacen entre 1855 y 1860.

En 1864 obtiene la tercera medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes con Paisaje de Portland; cuatro años más tarde presenta Viático de Liguria a la Promotrice de Turín, obra que fue adquirida por Guiseppe Verdi, que posteriormente le encargará varias obras más y con el que mantendrá una estrecha relación de amistad. En la década de los setenta su nombre comenzará a ser reconocido en los ambientes artísticos. En 1889 es nombrado agregado de la Academia Española de Bellas Artes en Roma y en 1890 consigue la medalla de 1.ª clase en la Promotrice de Génova, premio que hará que al año siguiente la Galería Nacional de Arte Moderno de Roma le compre un cuadro, con lo que, por primera vez, un artista extranjero forma parte de ella. En 1892 obtiene la segunda medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes y en 1896, tras pasar unos veinticinco años en Italia, regresa a España y se instala en su ciudad natal, donde se dedicará a pintar temas peculiares de su tierra: marinas, arboledas, riachuelos, etc., y todo ello por medio de una minuciosa pincelada en la que refleja su preocupación por la captación de la luz, en la que va a poner en evidencia tanto su pleno dominio de la técnica de la acuarela como el contacto que tuvo con el paisajismo italiano, véanse si no: Recogiendo algas, Aldea gallega, Paisaje de invierno, El molino, Primavera en los Pirineos, etc.

 

Obras de ~: Mi tristeza, 1858; Paisaje de Portland, 1859; Vista del pequeño lago de la Casa de Campo, 1861; Paisaje, 1863; Paisaje gris, 1865; Paisaje, 1867; San Bartoleo de Vallecalda, 1871; En el valle Miñor, 1889; Procesión en una villa, 1895; En la playa de Bouzas, 1896; Paisaje, 1895; A la orilla de Vigo, 1900; El regreso del rebaño, 1906; Nel parco, 1907; Paisaje, s. f.; A las orillas del Sert, s. f.; Primavera en los Pirineos, s. f.; Las cataratas del Niágara, s. f.; La tarde, s. f.; Contrastes de la vida. ¿Llegarán algún día?, s. f.; Pastorcillas en un acantilado, s. f.; Pescador de truchas, s. f.; Otoño, s. f.; Paisaje de Vincios, s. f.; Frío y miseria, s. f.; El molino, s. f.; Niños jugando en la playa, s. f.; Una aldea gallega, s. f.; Vila Verdi vista desde el lago, s. f.; Efecto de luna, s. f.; Paisaje de la Casa de Campo, s. f.; La roca de Quarto, s. f.; Monjes paseando, s. f.; En los Apeninos, s. f.; Recogiendo algas, s. f.; Aldea gallega, s. f.; Puesta de sol en Galicia, s. f.; En la orilla del río, s. f.; Paisaje de invierno, s. f.; Savignone, s. f.; En el mar, s. f.; Bagni á Livorno, s. f.; Scogliera, s. f.; In campagna, s. f.; Riva al mare, s. f.; Viático de Liguria, s. f.; Paisaje otoñal, s. f.; Una fuente en Galicia, s. f.; Viático de Liguria, s. f.; Una calle de Fuenterrabía, s. f.; Paisaje en las proximidades de Génova, s. f.; Procesión en un día de tempestad, s. f.

 

Bibl.: M.ª L. Sobrino Manzanares, “La pintura en el último tercio del siglo xix”, en “Pintura”, en R. Otero Pedrayo (dir.), Gran Enciclopedia Gallega, vol. XXV, Santiago de Compostela, Gran Enciclopedia Gallega, s. f.; M. Murguía, Los Precursores, La Coruña, Imprenta de la Voz de Galicia, 1886; J. Couselo Bouzas, La pintura gallega, La Coruña, Imprenta Moret, 1950; T. Vesteiro Torres, Galería de gallegos ilustres, Buenos Aires, Galicia, 1955; R. Otero Túnez, “El pintor Avendaño”, en Cuadernos de Estudios Gallegos, vol. XVIII, n.º 54 (1963); F. Pablos, Pintores gallegos del novecientos: Serafín Avendaño, La Coruña, Atlántico, 1981; M.ª L. Sobrino Manzanarez, “La Edad Contemporánea”, en Historia del Arte Gallego, Madrid, Alhambra, 1982; L. Seoane, “Serafín Avendaño en Italia”, en Grial, n.º 6 (1984); J. M. López Vázquez, “La pintura gallega contemporánea”, en Galicia eterna, vol. V, Madrid, Nauta, 1984; C. González y M. Martí, Los pintores españoles en Roma (1850-1900), Barcelona, Tusquets, 1987; E. Fernández Castiñeiras, “Plástica romántica”, en Arte galega. Estado da cuestión, Santiago de Compostela, Xunta de Galicia, 1990; R. Caamaño Fernández, Serafín Avendaño, Vigo, Caixavigo, 1991; “Serafín Avendaño”, en C. del Pulgar Sabín (ed.) y A. Pulido Novoa (dir.), Artistas galegos. Pintores. Novecentos, Vigo, Nova Galicia, 1998.

 

Enrique Fernández Castiñeiras