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Alonso Ramírez de Arellano

Biografía

Ramírez de Arellano, Alonso. ?, 1468 – II.1495. Conde de Aguilar de Inestrillas (I), Señor de los Cameros (IV). Noble, capitán general de Frontera.

Es el hijo primogénito de Juan Ramírez de Arellano e Isabel Enríquez y, como su padre, sirve militarmente al Rey, integrado en bando nobiliario que dirige Juan Pacheco. El 5 de enero de 1466, ante la grave crisis de anarquía y desgobierno creada en Castilla por la Farsa de Ávila —1465—, Enrique IV le concedía plenos poderes para reducir los castillos insumisos a la autoridad real. El 12 de agosto de este año fue nombrado capitán general de la frontera castellana con Navarra y este mismo año defendió con éxito la ciudad de Alfaro del asalto de las tropas del conde de Foix, que había ocupado Calahorra ese año y pretendía beneficiarse del desgobierno existente en la Corona de Castilla en esos momentos. El 10 de octubre de 1472 fue nombrado capitán general de la frontera castellana con Aragón. Estuvo casado con Catalina de Mendoza, hija de Diego Hurtado de Mendoza, primer duque del Infantado.

En la guerra por la sucesión al Trono de Castilla, que mantuvieron Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón con Alfonso V de Portugal y los seguidores de Juana la Beltraneja, estuvo siempre en el bando de los Reyes Católicos y, en Toro, en 1475, asiste a la entrega del título de duque del Infantado al marqués de Santillana. En 1476, figura entre los sitiadores del castillo de Burgos, que obedecía al Rey de Portugal y, en ese mismo año, se intitulaba Conde de Aguilar.

Aumentó las posesiones de su linaje comprando la villa de Clavijo a Pedro de Zúñiga, las de Torre, Luezas y Ribavellosa a Diego de Arista y Zúñiga, en 1481, y haciéndose con las 4/5 partes de la villa de Soto en Cameros, el lugar de Treguajantes y la heredad de Islallana.

Ejerció su autoridad señorial cometiendo abusos de todo tipo en sus dominios, y, como su padre, también actuó como patrón de Santa María de Herce, si no en derecho, sí de hecho, y su hermana Leonor de Arellano ocupará el cargo de abadesa, en 1474. Ejercieron el poder el abadengo cometiendo tales abusos que fueron recriminados por la justicia real —ambos—, en 1492 y 1493, por impedir que las justicias de la villa de Herce llevaran a cabo la entrega de un asesino, que había sido apresado en dicha villa, a las justicias de la villa de Leza de Río Leza, donde el susodicho había cometido el delito. La Corona contaba con este apoyo jurídico —la mengua de justicia en los territorios de señorío— para poder intervenir en éstos cuando, como en este caso, los señores son acusados de cometer un delito. Confirmó asimismo las Ordenanzas de la Villa y Tierra de Yanguas, otorgadas por su padre en 1460.

Mantuvo un duro enfrentamiento con Pedro Manrique, duque de Nájera, debido a las continuas incursiones de los vasallos de uno en los dominios señoriales del otro, en buena parte colindantes. En 1478, hubo de intervenir el rey Fernando el Católico para poner tregua entre ellos, para que no peleasen los de la villa de Navarrete, vasallos del duque, contra los de Entrena, que lo eran del conde de Aguilar, y los de Clavijo y Lagunilla, vasallos del conde de Aguilar, contra los de Ribafrecha, vasallos del duque. Se trató de acabar con el enfrentamiento en 1489, mediante el matrimonio entre Carlos, primogénito del conde de Aguilar, y Guiomar Manrique, hija del duque de Nájera, pero el enlace matrimonial nunca se llevó a cabo, ya que Alonso de Arellano alcanzó un acuerdo con Pedro Fernández de Velasco que anulaba el que había alcanzado con el duque de Nájera, con el que Pedro Manrique también mantenía importantes enfrentamientos.

Falleció en febrero de 1495 y, en su testamento, fechado el 17 de marzo de 1494 —como habían hecho sus antecesores—, también dividió sus posesiones, con lo que el poder económico y la influencia política de su sucesor en la titularidad del señorío se verían notablemente mermados. El Señorío de los Cameros y Andaluz y el título de conde de Aguilar pasará a su hijo Carlos; a su segundo hijo, Juan, le entregó el señorío de Soto en Cameros, Treguajantes y Ribavellosa; a Alonso, la villa de Clavijo; a Íñigo, Torre de Cameros; a Bernardino, Luezas e Islallana, y a Diego le hizo deán de la Catedral de Calahorra, a Fadrique y a Enrique, les entregó fuertes sumas de dinero.

 

Bibl.: E. González Crespo, “Los Arellano y el señorío de Los Cameros en la Baja Edad Media”, en En la España Medieval, vol. II (1982), págs. 395-410; J. Martínez Díez, Historia de Alfaro, Logroño, Editorial Ochoa, 1983; M. Diago Hernando, “Implantación territorial del linaje Arellano en tierras Camero-riojanas a fines de la Edad Media”, en Berceo, 120 (1991), págs. 68-82; P. López de Ayala, Crónicas, ed., pról. y notas de J. L. Martín, Barcelona, Ed. Planeta S. A., 1991; M. A. Moreno Ramírez de Arellano, Señorío de Cameros y Condado de Aguilar. Cuatro siglos de régimen señorial en La Rioja (1366-1733), Logroño, Instituto de Estudios Riojanos (IER), 1992; M. Toledo Toledo, Historia de la Villa y Tierra de Yanguas, Soria, Excma. Diputación Provincial, 1995; A. Lafuente Urién, I. Granado Hijelmo, M.ª C. Fernández de la Pradilla Mayoral, R. García Aser, F. J. Gallo León, El Señorío de los Cameros: introducción histórica e inventario analítico de su archivo, Logroño, IER, 1999; P. Pérez Carazo, Santa María de Herce y su abadengo durante la Edad Media, Madrid, 2001; “El ejercicio del poder en el abadengo de Santa María de Herce en la Baja Edad Media”, en Actas de la XII Semana de Estudios Medievales de Nájera, Logroño, IER, 2002, págs. 583-597; “Santa María de Herce y sus relaciones con los Señores de Cameros”, en Actas de Los monasterios riojanos en la Edad Media: historia, cultura y arte, Logroño, Ateneo Riojano & Consejería de Cultura y Deporte del Gobierno de La Rioja & Fundación Ibercaja, 2004, págs. 113-116.

 

Pedro Pérez Carazo