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Miquel Salbà de Vallgornera

Biografía

Salbà de Vallgornera, Miquel. Cataluña, p. m. s. xvii – Madrid, 1683. Regente de la tesorería de Cataluña, regente del Consejo de Aragón y virrey de Mallorca.

Fue el primer virrey de Mallorca designado por la reina Mariana de Austria, regente durante la minoría de Carlos II. Fue nombrado para suceder al valenciano Rodrigo de Borja, el 12 de mayo de 1667. Era caballero de la Orden de Santiago desde 1626 y señor de las baronías de Jorba y Vilanant en el alto Ampurdán. Fue un personaje fiel al Rey en difíciles momentos para la Monarquía en Cataluña. Como no era jurista dirigió su carrera política hacia cargos que no exigían esta condición. Procedía de una familia de la mediana nobleza del Panadés, donde los Salbà fueron arrendatarios del derecho de la bolla en Villafranca y donde eran señores de la Bisbal y Rodonyà, ambos territorios situados en esta veguería, aunque parte de la familia se encontrase muy arraigada en Barcelona y casada con familias de ciudadanos viejos. Entre los Salbà hubo diputados en la Generalitat, consellers en cap de Barcelona, vegueres, oidores de cuentas del Rey, consejeros reales, alguaciles reales, obispos de Huesca y de Urgel y copríncipes de Andorra, gobernadores de Ibiza y regentes del Consejo de Aragón.

Miquel Salbà de Vallgornera era hijo de un miembro de la Audiencia de Cataluña y regente de la Tesorería del principado, Miquel Salbà y Vallseca, que tenía ya una significativa trayectoria de servicio a la Corona en el seno de la Audiencia catalana y posteriormente en 1621 fue regente del Consejo de Aragón.

En 1608 se casó con Melchora de Vallgornera. Estuvo también casado con Jerónima Pons y Rajadell, un tío de la cual, Bernat Pons y Turell, formó parte también de la Audiencia catalana y del Consejo de Aragón y fue ennoblecido con el título de conde de Robres. Su matrimonio es uno de los ejemplos que demuestran la endogamia entre las elites familiares más poderosas de Cataluña en los siglos xvi y xvii. Las dos familias continuaron sus relaciones endogámicas: la hija de Salbà de Vallgornera, Catalina, se casó con el II conde de Robres. Otro tío suyo, en este caso por vía paterna, Joan Salbà y Vallseca, consiguió también llegar a ser conseller en cap del Consell de Cent y participó en las Cortes de 1599, junto a otro hermano suyo, Sever, que era señor de Pedralba. Los tres hermanos obtuvieron la dignidad de caballeros. Su padre había tomado parte en las Cortes de 1626. Su abuelo Pere Salbà y Bussot de Sitges fue conseller en cap de Barcelona y asistió como doncel a las Cortes de Monzón de 1563 y 1585. Un hermano de su abuelo, Jaume había disfrutado de la confianza de la Monarquía para detentar el título de gobernador de Ibiza, como otros antecesores suyos, desde la época de Juan II.

Miquel Salbà de Vallgornera, caballero de la Orden de Santiago, ocupó el cargo de regente de la Tesorería de Cataluña en 1639, cuando lo dejó su suegro Ramón Calders. Hombre leal a la Corona en 1640, tuvo que huir de la revolución y se refugió en Madrid a partir de 1641. Partícipe en la recuperación del principado para la Monarquía, ejerció después cargos claves para la hacienda real en Cataluña, en la que fue de nuevo regente de la Tesorería y lugarteniente del maestre racional así como uno de los encargados de confiscar bienes de dirigentes revolucionarios. Ocupó también la Batlía General de Barcelona después de la revolución. Su fuerte poder y sus relaciones clientelares con miembros de la Audiencia de Cataluña fueron sacados a relucir por el Consejo de Aragón en 1657. Como tesorero difirió en distintas ocasiones tener que rendir cuentas de la administración de bienes públicos y fue preciso urgirle para que presentase las referentes al período 1647-1654, recurriendo incluso a la amenaza de suspenderle del cargo. En 1657 elaboró un informe sobre las contribuciones de Cataluña a los gastos del Ejército de Felipe IV contra Francia. Fue junto con Romeu Ferrer uno de los comisionados para fijar, entre el 22 de marzo y el 13 de abril de 1660, con los obispos franceses Pedro de la Marca y Jacinto Serroni, los nuevos límites de la frontera catalana con Francia, establecidos por la Paz de los Pirineos. La Tesorería del principado fue una plaza previa para su nombramiento como miembro del Consejo de Aragón, en el que fue consejero de capa y espada, dado que no era letrado, entre 1660 y 1666. Siguió la estela política de otros catalanes que ingresaron como consejeros en el Consejo de Aragón como consecuencia de arrastrar tras ellos una trayectoria individual y familiar en el gobierno real. Sucedió en el cargo a Josep de Sorribes y Rovira.

Salbà de Vallgornera, una vez nombrado virrey de Mallorca, se desplazó a la isla, desde Madrid, donde residía, vía Barcelona. Arribó a la capital mallorquina el 5 de septiembre de 1667. Conoció una Mallorca en vías de pacificación, después de la fuerte represión del bandolerismo llevado a término por su antecesor, Rodrigo de Borja. El mismo día de su llegada, él y el regente de la Audiencia acudieron al castillo de San Carlos, donde estaba Borja esperando para embarcarse. Allí le hicieron prisionero hasta el 17 de octubre, momento en que llegó una orden desde Madrid para ponerle en libertad. Salbà intentó controlar el avituallamiento y los precios del trigo, prohibiendo la venta indiscriminada en la ciudad y su término y ordenando que se llevase a cabo exclusivamente en determinados lugares. Vigiló la sanidad pública, con medidas como la de prohibir macerar lino y cáñamo a menos de dos mil pasos de los núcleos de población. Fomentó la producción de manufacturas textiles mallorquinas, mejorando la calidad, por la que reguló a través de una serie de capítulos los tintes y mandó pregonar la reducción de derechos que gravaban la producción de tejidos tanto de lana como de seda. Prosiguió con el estado de defensa en la isla y reclutó levas para combatir a la siempre hostil Francia. A partir de 1667, la Reina regente solicitó sucesivos envíos de artilleros mallorquines de manera continuada para servir en los presidios de la Península, reclutas para mantener el tercio mallorquín de la Armada y por último, un nuevo servicio que consistía en levar y pagar durante una campaña un tercio de cuatrocientos hombres para enviarlo a Cataluña. Al acabarse la leva, en mayo de 1668, ya no había guerra en Cataluña y el tercio de mallorquines partió hacia Italia. Cuando concluyó el virreinato en Mallorca en julio de 1671, Salbà volvió al Consejo de Aragón como consejero de capa y espada. Le sucedió como virrey Juan Francisco Cebrián. En octubre de 1681 envió, desde Madrid, al nuevo virrey de Mallorca, Manuel de Sentmenat, un informe en el que le describía la Mallorca de su época y le proporcionaba una serie de consejos sobre cómo debía comportarse políticamente. En 1682 recibió de Carlos II el título de marqués de Vilanant. Murió de accidente en Madrid en 1683.

 

Bibl.: A. Campaner, Cronicón Mayoricense, Palma, Juan Colomar y Salas, 1881; J. Reglá Campistol, “El tratado de los Pirineos de 1659. Negociaciones subsiguientes acerca de la delimitación fronteriza hispano-francesa”, en Hispania, XLII (1951), págs. 101-166; J. Sanabre, El tractat dels Pirineus i la mutilació de Catalunya, Barcelona, Barcino, 1981; F. Sánchez Marcos, Cataluña y el gobierno central tras la guerra de los segadores (1652-1679), Barcelona, Universidad, 1983; S. Ferrer i Miró, “Els Salbà, nissaga de la mitjana noblesa catalana d’origen bisbalenc”, en Miscellània Penedesenca, XI (1988), págs. 161-188; J. Arrieta Alberdi, El Consejo Supremo de la Corona de Aragón (1494-1707), Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 1994; P. Molas Ribalta, “Catalans als Consells de la Monarquia (segles xvii-xviii). Documentació notarial”, en Estudis Històrics i Documents dels Arxius de Protocols, XIII (1995), págs. 229-251; J. Juan Vidal, El sistema de gobierno en el Reino de Mallorca (siglos xv-xvii), Palma, El Tall, 1996; P. Molas i Ribalta, Catalunya i la Casa d’Âustria, Barcelona, Curial, 1996; J. Juan Vidal, “La projecció política catalana a Mallorca a l’època dels Àustries”, en VV. AA., Actes del IV Congrès d’Història Moderna de Catalunya. Catalunya i Europa, en Pedralbes, 18, II (1998), págs. 105-122; M. A. Martínez Rodríguez, “Els Oficis de canceller i de Regent la Cancelleria abans de l’esclat dels segadors”, en Pedralbes, 21 (2001), págs. 65-88; J. Juan Vidal, Els Virreis de Mallorca (siglos xvi-xvii), Palma, El Tall, 2002.

 

Josep Juan Vidal