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Pedro de Marca

Biografía

Marca, Pedro de. Gan, Bearn (Francia), 1594 – París (Francia), 1662. Político, eclesiástico e historiador.

Estudió Derecho en la Universidad de Toulouse y ejerció la abogacía en Pau, donde se casó (1618). Fue juez en el Parlamento de Pau —del que sería nombrado presidente en 1622— entre 1615 y 1639. En este período, enviudó (1631) y dedicó sus ocios a la erudición, escribiendo, por ejemplo, una Historia de Bearn, completada en 1633 y publicada en 1640.

Nombrado consejero de Estado, pasó a París (1640) y asistió al Parlamento, identificándose plenamente con el gobierno del cardenal Richelieu. Tras publicar el tratado regalista De concordia sacerdoti et imperii (1641), Luis XIII le premió con el Obispado de Conserans (1642), aunque no pudo ser consagrado a causa de la oposición de Roma, que prohibió la obra por sus proposiciones galicanas. En 1644 fue enviado a Cataluña como visitador general eclesiástico, con la misión de restablecer el orden en una Iglesia cuya resistencia a la soberanía francesa implantada en 1641 era notoria. Organizó una persecución sistemática contra los clérigos desafectos al Gobierno francés.

Hizo desterrar así al abad de Santes Creus y, al descubrir un complot en Barcelona para entregar la ciudad a Felipe IV (verano de 1645), obligó al abad de Galligants —a la sazón diputado eclesiástico de la Generalitat— a exiliarse en 1646. Pedro de Marca se convirtió en el principal informador del Gobierno francés y asesor político de los virreyes, y trató de extender la influencia gala entre la aristocracia y la oligarquía urbana de Cataluña. De facto, actuó como gobernador civil, dado que los virreyes nombrados por Francia se ocupaban casi únicamente de la dirección de las operaciones militares.

Después de que expurgara el citado De concordia, Roma dio su asentimiento para que fuera ordenado sacerdote en Barcelona (1648). Entonces se dirigió a Narbona para tomar posesión del Obispado de Conserans, ya que el virrey de Cataluña, Michele Mazzarino, se negó a consagrarlo en Montserrat, como le había prometido. Pese a su nombramiento, permaneció en Cataluña hasta 1561. Su actitud hacia el país, a pesar de su escepticismo sobre el futuro de la dominación francesa en Cataluña, tuvo momentos de comprensión y acercamiento. Se interesó por la historia de Cataluña, mantuvo numerosos contactos con eruditos catalanes (J. L. de Montcada, J. Besora, R. de Vilosa, o Francesc Fornés) y recogió abundante documentación original para un libro que inicialmente tituló Catalonia illustrata, aunque más tarde lo bautizó con el nombre de Marca Hispanica, sive limes Hispanicus. La obra, cuya redacción comenzó en 1648, no sería publicada hasta 1688, completada y editada por su secretario Étienne Baluze. Consta de tres libros: los dos primeros constituyen una descripción geográfica de los condados del Rosellón y Cerdaña y del Principado, encaminada a dar a conocer al público francés las características de la provincia anexionada en 1641 y a demostrar los derechos históricos de la Monarquía francesa sobre Cataluña. El tercer libro se ocupa de la historia de Cataluña entre los siglos VIII y IX. El libro cuarto, compuesto por Baluze, contiene una cronología desde el año 752 hasta 1258. Los apéndices, que suponen la mitad del volumen, incluyen transcripciones del Cronicón Barcinonense, del Gesta comitum Barcinonensium y una larga selección de documentos originales, aún utilizados por los medievalistas ya que abundan las transcripciones de textos hoy perdidos.

La significación historiográfica de la Marca Hispanica reside en la aplicación del método crítico propio de la historia erudita y en su afán por explicar los hechos sobre la base de fuentes escritas. Por otra parte, Pedro de Marca se esfuerza en demostrar la continuidad del poder monárquico, rechazando las tesis populistas divulgadas durante la revuelta catalana de 1640. Se complace en mostrar la antigüedad de la dominación francesa (carolingia) en Cataluña, pero no acepta el irredentismo francés —frecuente durante la ocupación francesa (Caseneuve)—, y admite que esta soberanía concluyó de iure con el Tratado de Corbeil de 1258.

Cuando Pedro de Marca regresó a Francia, a mediados de 1651, fue nombrado arzobispo de Toulouse.

Con motivo del Tratado de los Pirineos, en 1660 se le convocó para asesorar a la comisión francesa sobre la anexión del Rosellón y parte de la Cerdaña Al interrumpirse las negociaciones, el cardenal Mazzarino le nombró delegado francés en la Conferencia de Ceret, donde su erudición le permitió ofuscar a los delegados de Felipe IV y fijar la nueva frontera franco-española en los Pirineos occidentales, la división más favorable para Francia. Luis XIV le recompensó con el Obispado de París (1662), pero murió pocos meses después.

 

Obras de ~: Histoire de Béarn, contenant l’origine des rois de Navarre, des ducs de Gascogne, marquis de Gothie, princes de Béarn, comtes de Carcassone, de Fois et de Bigorre, Paris, Vve. J. Camusat, 1640; Dissertatio de concordia sacerdotii et imperii seu de libertatibus ecclesiae gallicanae, Paris, 1641; Relación hecha a los muy ilustres deputados del Principado de Cataluña y Conselleres de [...] Barcelona, à los 26 de agosto de 1644, presentandoles las cartas de Su Magestad, por el [...] presidente de Marcá [...] visitador è intendente general en dicho Principado y Condados de Rosellon y Cerdaña, Barcelona, Pedro Lacavalleria, 1644; De primatu Lugdunensi et ceteris primatibus, Paris, Viuda de Jean Camusat y Pierre Le Petit, 1644; Marca hispanica sive limes hispanicua, hoc est geographica et historica descriptio Cataloniae, Ruscinonis et circumjacentium populorum, Paris, F. Muguet, 1688 (ed. facs., Barcelona, 1972; Barcelona, 1998).

 

Bibl.: A. Torreilles, “Le rôle politique de Marca et de Serroni pendant la guerre de Catalogne, 1644-1660”, en Revue des Questions Historiques, 69 (1901), págs. 59-98; V. Bubarat, “Marca, visiteur en Catalogne avant son élevation à l’episcopat (1648)”, en Bulletin de la Société de Pau, 54 (1931), págs. 90- 101; F. Gaquère, Pierre de Marca (1594-1662): sa vie, ses oeuvres, son gallicanisme, Paris, P. Lethielleux, 1932; J. Sanabre, La acción de Francia en Cataluña en la pugna por la hegemonía de Europa (1640-1659), Barcelona, Real Academia de Buenas Letras, 1956; R. Ordeig i Mata, “Notes sobre les relacions de Pèire de Marca amb la ciutat i la seu de Vic”, en Ausa, 13 (1988), págs. 165-191; J. Villanueva López, “La ‘Marca Hispanica’ de Pierre de Marca y Étienne Baluze a través de sus tres momentos de composición (1648, 1660, 1688): de ‘ilustración’ humanista a colección documental”, en Pedralbes, 24 (2004).

 

Antonio Fernández Luzón