Cebrián, Juan Francisco. Conde de Fuenclara (III). Aragón, p. t. s. xvii – 1675 post. Caballero de la Orden de Santiago, comendador de La Puebla y virrey de Mallorca.
Sucedió en el cargo de virrey a Miquel Salvá de Vallgornera.
Señor de Albalate, de Linca y de Alcamín, fue también conde consorte por su matrimonio con la III condesa de Fuenclara, Ana María de Alagón y Pimentel. Su familia había ocupado importantes cargos en el reino de Aragón. Su tío Francisco Juan de Cebrián había sido arzobispo de Zaragoza, lugarteniente y capitán general de Aragón y miembro del Consejo de Estado hacia 1660. Su suegro, Enrique de Aragón, conde de Sástago, era miembro del Consejo de Guerra y prestó muchos servicios a la monarquía. Su cuñado, el conde de Fuenclara, había servido militarmente en las campañas de Flandes, Gerba y Portugal. Había solicitado ya el cargo de virrey de Mallorca en 1666, cuando fue nombrado su antecesor. En cambio, unos años después se consideró en el Consejo de Aragón que, habiendo ocupado el cargo antes un valenciano y un catalán, debía pertenecer ahora a un aragonés. Fue designado finalmente el 3 de marzo de 1671 por la reina regente Mariana de Austria. Compitió por él en 1671 con otros solicitantes, como el marqués de Noguera, hijo del antiguo virrey Carlos Coloma, y Basilio Castellví, gobernador de Valencia. Desembarcó en la isla el 11 de julio. Su antecesor partió en la misma galera que le había transportado.
Durante su etapa de gobierno tuvo que afrontar problemas derivados del bandolerismo y disputas con el inquisidor interino, al que desterró de Mallorca.
Tanto en 1672 como en 1674, la regente demandó la leva de un tercio para enviarlo a Cataluña. En ambas ocasiones, el reino de Mallorca logró sacudirse de encima la petición alegando la poca cuantía del dinero ofrecido por la Corona para iniciar la leva o sus dificultades para hallarlo, al tiempo que se descartaba sacar más tropas de la isla. Los jurados alegaron tener más de diez bajeles empeñados en el corso con 1.184 hombres embarcados. La regente tuvo que esperar una mejor ocasión. Y en 1675 otorgó a un particular, el caballero Nicolás de Santacilia, ochenta mil reales para que iniciase la leva de un tercio de quinientos hombres. Fue una leva plena de irregularidades, con presencia de bandidos entre los levados, a pesar de los escrúpulos de la Audiencia, que sabía que tras dos años de servicio la isla se volvería a llenar de facinerosos cuando regresaran. Desde Mallorca salió finalmente el tercio levado por el maestre de campo Nicolás de Santacilia a la Guerra de Mesina en octubre de 1675. Fue Juan Francisco Cebrián quien, en 1675, organizó la ayuda mallorquina que partió después de que él se hubiera marchado como socorro a las fuerzas españolas que intentaban hacer frente al levantamiento de la ciudad siciliana de Mesina. Su primer trienio fue prorrogado por unos meses en junio de 1674 hasta la llegada en mayo de 1675 de su sucesor, Gaspar Pardo de la Casta. Gobernó el archipiélago cuatro años.
Obras de ~: Edictes del virrei Francisco de Cebrián, por Raphel Moya y Thomás, 1671.
Bibl.: A. Campaner, Cronicón Mayoricense, Palma, Juan Colomar y Salas, 1881; J. M.ª Quadrado, Islas Baleares, Barcelona, Daniel Cortezo y Cía., 1888; T. Aguiló, Virreyes de Mallorca, Palma, Editorial Mallorquina de Francisco Pons, 1959; J. Juan Vidal, El Sistema de Gobierno en el Reino de Mallorca (Siglos xv-xvii), Palma, El Tall, 1996; Els Virreis de Mallorca (ss. xvi-xvii), Palma, El Tall, 2002.
Josep Juan Vidal
