Doris de Palafox Rebolledo y Blanes, Juan Francisco. Marqués de Ariza (III). Ariza (Zaragoza), c. 1613 – Madrid, c. 1677. Noble aragonés, mayordomo del rey Felipe IV y consejero del Consejo Supremo de la Corona de Aragón.
Era hijo de Jaime de Palafox Rebolledo y Proxita de Perellós, II marqués de Ariza, y de Ana Doris Palafox Rebolledo de Blanes, su sobrina, como hija de su hermano Juan, señor de Cotes, y de Violante de Borja y Blanes. El padre de Juan Francisdo Doris de Palafox estaba destinado a la carrera eclesiástica, pero al morir su hermano Francisco, el heredero, sin hijos, se derivó a él la sucesión. Juan Francisco fue el hijo mayor del matrimonio citado, del que nacieron, además, Lucrecia y Violante Doris de Palafox Rebolledo y Blanes.
Fue importante en su vida su hermanastro Juan de Palafox y Mendoza, destinado a una brillante carrera eclesiástica y política y conocido como obispo de la Puebla de los Ángeles y luego de El Burgo de Osma; según algunas biografías, hijo del segundo matrimonio del marqués, con Mariana o María de Cardona, de la casa de los marqueses de Guadalest. Parece más fiable y segura la tesis claramente expuesta por el gran especialista en esta familia, Plou Gascón, que hace al insigne obispo hijo natural de Jaime, fruto de su relación con Ana de Casanate y Espés, nacida en Tarazona en 1570 e hija del doctor Francisco de Casanate.
Juan fue tutor de su hermanastro Juan Francisco, durante la menor edad de éste, quien recibió de su padre la recomendación de respetar siempre y seguir el ejemplo del venerable obispo, al que estuvo muy unido. Juan Francisco, III marqués de Ariza, accedió al mayorazgo siendo menor de edad, por lo que tuvo varios tutores, además del citado Juan. En esa condición, siendo un muchacho de unos trece años, llegó a la Corte en 1626 a servir como menino a la reina Isabel. Luego fue nombrado bracero de la emperatriz María Ana de Austria, hermana del Rey, cargo que sirvió en Viena, Flandes y Francia, junto con su hermano, Juan, capellán y limosnero mayor. Era caballero de la Orden de Santiago. Fue su esposa María Felipa de Cardona y Ligne, natural de Bruselas, hija de Felipe de Cardona, marqués de Guadalest y de Ana de Ligne, nieta del príncipe de Lamoral de Ligne.
A la vuelta del periplo citado, inició el disfrute de su condición de marqués, y su hermano Juan fue nombrado obispo de la Puebla de los Ángeles y visitador de la Real Hacienda en México. Él fue nombrado mayordomo del Rey con ocasión de las Cortes de Zaragoza de 1646, en las que formó parte del brazo de Nobles (consulta de 30 de enero de 1646). En esas fechas, noviembre de 1646, se decidió, mediante sentencia arbitral, la herencia de José de Rebolledo Palafox y Ximénez de Urrea, señor de Salas Altas y Salas Bajas, en la que estaba implicado el marqués, recién nombrado mayordomo, y que obtuvo de la citada composición una renta de ochocientos escudos por la incorporación de la baronía de Monclús a la Corona. Juan Francisco accedió al Consejo de Aragón en agosto de 1653, para ocupar el lugar de su hermano, que había ingresado en aquél como consejero a primeros de abril de 1650, al ser nombrado éste obispo de El Burgo de Osma. Fue el 6 de agosto de 1653 cuando se despidió el obispo de la Puebla, Juan de Palafox y Mendoza, en junta celebrada en casa del vicecanciller Crespí, al hacerle el Rey merced del obispado de Osma. Casi de inmediato entró en una de las no raras polémicas por una cuestión de precedencia, en su caso con el protonotario Miguel Bautista de Lanuza, que había jurado también como consejero de capa y espada aragonés el jueves 21 de agosto de 1653 por fallecimiento del conde de Montoro el 28 de diciembre de 1652, según Crespí (ms. 5742: 25v.). La disputa versó sobre el “lugar y voto” en el Consejo. Estudiados diversos precedentes, el Rey resolvió en favor del marqués, con el argumento de que al protonotario se le daba voto pero no preeminencias de consejero. El debate tuvo lugar con anterioridad al juramento de la plaza del marqués, descrito con todo detalle por Crespí en su Diario (ms. 5247: 55v. y 56r.) En el juramento estuvo presente Juan de Palafox, hijo mayor del marqués. Otro incidente ilustrativo del ambiente de la Corte y de las peculiaridades del trato y relaciones que se daban, sobre todo si concurría, como es el caso, la condición de noble de alguna de las partes, fue el producido el 20 de junio de 1658, con ocasión de la fiesta y procesión del Corpus. El caso es que el marqués de Ariza asistió con el gremio de mayordomos, lo que provocó cierta contrariedad en el Consejo de Aragón, manifestada con profusión de motivos por el vicecanciller. Por su condición, posición y relaciones familiares, estuvo implicado en recusaciones e incompatibilidades que le convertían en, como se decía en el lenguaje propio de los altos tribunales de la Corte, “impedido”.
Además de señor de Ariza y sus tierras, lo era de las baronías de Calpe, Altea y Benisa, Tablada y villa de Cortes y Calmarza, entre otras. En su caso se produjo la petición en 1654, por parte de los jueces de los tribunales del reino de Aragón, de que el marqués de Ariza, como parte que era en los pleitos del condado de Aranda, no interviniera, dentro de las sesiones del Consejo de Aragón, en las cuestiones de gracia en las que se decidiera, directa o indirectamente, sobre ascensos de los miembros de la Audiencia. Consideraron los solicitantes que el marqués podría influir en el ascenso e incorporación a este tribunal de algún doctor favorable a su causa. Lo mismo ocurrió en 1659 en el proceso de José de Valterra en el que pretendían votar el conde de Albatera y el marqués de Ariza, pero no lo pudieron hacer por ser asunto jurisdiccional en el que no podían intervenir los consejeros de capa y espada. En 1667 hubo otro caso en el que los recusables eran Juan de Heredia y el marqués de Ariza, excluidos de intervenir en la votación en el Consejo de Aragón de plazas en las que los aspirantes a cubrirlas procedían de donde se estaban viendo causas que afectaban los intereses patrimoniales de aquéllos. A esta conexión con la condición de titular de intereses que limitaban su actuación en el Consejo, se añade la de atender sus estados personalmente, lo que le obligó a residir largo tiempo en el reino de Aragón. En 1661 recibió varias licencias para trasladarse a atender sus pleitos y en febrero de 1668 se le dio licencia para permanecer seis meses más en el reino de Aragón por el mismo motivo. Pretendió que le sucediera su hijo primogénito Juan, como consejero, pero el Consejo de Aragón, en consulta de 30 de enero de 1666, no lo admitió por considerar que estas plazas no eran hereditarias y que debían ser realmente merecidas, cosa que no se daba por tratarse de un joven sin experiencia, ni política ni militar. Llegó a participar en las Cortes de Aragón de 1677, y debió de fallecer al poco tiempo, pues le sucedió como consejero aragonés de capa y espada el marqués de Navarrés, el cual juró su cargo el 26 de abril de 1678. No obstante, su hijo Francisco llegó a cumplir su propósito de acceder al Consejo de Aragón en 1687. Los otros hijos del matrimonio fueron: Juan, que premurió a su padre sin tener descendencia, pasando la herencia al citado Francisco; Jaime, educado también por su tío Juan, obispo de El Burgo de Osma, y que después de estudiar en Salamanca, de cuya universidad fue rector, llegó a ser arzobispo de Palermo y de Sevilla, donde murió el 3 de diciembre de 1701; Felipe, monje de la Orden del Císter; Josefa Manuela, abadesa del convento de Capuchinas de Zaragoza y luego de Sevilla; Violante, casada con Diego de Moncayo Fernández de Heredia y Aragón, III marqués de Coscojuela; y Antonia Francisca.
Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Nacional, Consejos Suprimidos, leg. 17867, “consulta de 30 de enero de 1666”; secc. Consejos Suprimidos, lib. 2029, Libro de Resoluciones y Ceremonias del Consejo de Aragón, fols. 28r., 46r.; Biblioteca Nacional de España, ms. 5742: fols. 55v., 25v. 53v. (11 de agosto de 1653); 55v. 56r. y 235r. (jueves), y 278r. (diciembre de 1659), diciembre de 1659; Archivo de la Corona de Aragón, Consejo de Aragón, leg. 572, doc. 24 “consulta de 24 de mayo de 1667”; leg. 141; leg. 85 “consulta de julio de 1654”; leg. 30; leg. 17867.
A. y A. García Carraffa, Enciclopedia heráldica y genealógica hispanoamericana, vol. LXVII, Madrid, 1921, págs. 280- 290; J. Arrieta Alberdi, El Consejo Supremo de la Corona de Aragón, 1494-1707, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 1994; M. A. González de San Segundo, “Los consejeros de capa y espada en el Consejo de Aragón (La nobleza aragonesa en el gobierno de la Monarquía)”, en C. Iglesias (dir.), Nobleza y Sociedad. Las noblezas españolas, reinos y señoríos en la Edad Moderna, vol. III, Oviedo, Nobel, 1999, págs. 147-194; M. Plou Gascón, Los Palafox en Aragón: Genealogía y datos biográficos, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 2000.
Jon Arrieta Alberdi
