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Antonio de Calatayud Toledo y Mathieu

Biografía

Calatayud Toledo y Matheu, Antonio de. ?, p. s. xvii – 13.X.1692. Jurista y magistrado valenciano, regente del Consejo Supremo de la Corona de Aragón y caballero de la Orden de Montesa.

Hijo del III conde del Real y de Ana María Matheu, condesa del Real, y hermano de Jimeno Pérez de Calatayud (IV conde del Real, casado con Teresa de Palafox, hija del III marqués de Ariza). Fue colegial mayor de San Salvador de Oviedo en Salamanca. Cabe destacar que ello pudo contribuir al éxito en su carrera, al facilitar el ascenso a las plazas de los tribunales superiores, lo que favorecía también la entrada en la Orden de Montesa, en el caso de Calatayud desde 1681. Fue el caso también de Cristóbal Crespí y Pedro Villacampa.

Molas especifica que los tres llegaron a defender en sendos memoriales la conveniencia de favorecer la promoción de los colegiales, todo lo cual dice mucho de la vinculación de la pequeña nobleza togada con los colegios mayores. Coincide también en Calatayud el dato de la amplia tradición familiar en el oficio público.

Perteneció a la Audiencia desde 1659, donde pasó por la Sala Criminal, según privilegio de 25 de abril de 1659, al ascender Antonio Ferrer a regente de la Audiencia. Accedió luego a la Sala Civil, en enero de 1662, habiendo sido considerado aún poco preparado un año antes (privilegio de 21 de enero de 1662). Era juez de la Audiencia cuando se trataba en el Consejo de Aragón el pleito de tenuta del lugar de Catarroja que pretendía el conde del Real, el hermano de Antonio, como heredero de la condesa su madre, contra la condesa de Villamonte, viuda y heredera de Antonio de Calatayud, heredero del conde. Año y medio más tarde, en una nueva vista de este pleito, Crespí describe en su diario: “El conde de Real pidio licencia para entrar y respondi que si venía con trage necesario para ello, esto es, sin espada, capa con capilla y gorra y respondio que solo la capilla de la capa le faltava [...]” (Biblioteca Nacional de España, ms. 5742, fol. 284v., martes 9 de marzo, 1660). Después de once años en la Audiencia valenciana, Calatayud pasó al Consejo de Aragón en calidad de abogado fiscal del mismo, en octubre de 1671, nombrado en consulta del Consejo de 17 de septiembre de 1671 y confirmada en otra de 8 de octubre de 1671. Se destacaba a propósito de su candidatura, su condición de colegial de Oviedo cuando era estudiante, los trece años de servicio en la Audiencia valenciana, pero también el ser hijo del conde del Real, “cuyos servicios son acreedores de la Grandeza de Su Majestad”. Juró el cargo el 6 de noviembre seis días antes que Mateu Sanz. Este acceso de dos valencianos fue posible por la vacante surgida por el fallecimiento de Cristóbal Crespí y por no ser valenciano el nuevo vicecanciller, Melchor de Navarra. Calatayud gozó de la posibilidad de votar como regente desde mayo de 1677, y pasó a ejercer plenamente como tal el 13 de febrero de 1680, reemplazando a Lorenzo Mateu Sanz por decisión del presidente del Consejo de Aragón, Pedro de Aragón, lo que provocó malestar en el Consejo, que consideró que tenía que haber participado en la resolución. No le satisfizo el argumento de que, en este caso, por la pertenencia previa, como fiscal, al Consejo, no había precedido propuesta del virrey de Valencia.

Como prácticamente todos los magistrados valencianos, fue miembro de la Orden de Montesa, desde 1681 en su caso, y era comendador de Burriana. Se le encomendó un pleito en el que le correspondía actuar como asesor general de dicha orden sustituyendo al titular, Pedro de Villacampa, que se había abstenido por tener intereses en el asunto debatido, una encomienda de la orden disputada entre Félix Pardo de Lacasta y el marqués de Llaneras. Pero Calatayud también se abstuvo, por lo que la decisión se desplazó al regente catalán Juan Bautista Pastor. El marqués de Llaneras apeló la sentencia y hubo nueva resolución, previa designación de nuevo regente letrado en la persona del aragonés Pedro Valero. Lo curioso es que los salarios de la sentencia se repartieron entre Calatayud y los otros dos regentes que participaron. Su pertenencia a una familia de la nobleza valenciana dio lugar a que no pudiera intervenir, además de la descrita, en determinadas ocasiones.

Esta cuestión de la incompatibilidad fue una constante en la vida judicial de Calatayud y de otros muchos miembros del Consejo de Aragón. En los años ochenta del siglo xvii parece que se relajó el rigor que llegaba a impedir que se votara en el Consejo de Aragón sobre plazas de las audiencias, de modo que en una consulta de 24 de marzo de 1681 y, más claramente, en otra de 22 de septiembre de 1689, se consideraba admisible que los ministros del Consejo de Aragón que tuvieran “pleitos o parientes que los sigan”, si bien no podían intervenir en ellos, sí pudiera hacerlo en la designación de jueces de las audiencias. Esta orientación fue aplicada en 1689, a instancias del fiscal Francisco Comes y Torro, al regente Calatayud. En septiembre de 1692, poco antes de su muerte, pasó también por sus manos otro pleito que afectaba a un novicio de la Orden de Montesa. Formó parte, en 1684, de la Junta General de Comercio y Moneda, a la que asistió con los también miembros del Consejo de Aragón Félix de Marimón y el marqués de Ariza. En 1689 se le nombró miembro de la Junta de Represalias de Franceses. Falleció el 13 de octubre de 1692 y fue enterrado en la iglesia del Hospital de Aragón, con asistencia del duque de Osuna, presidente del Consejo, los miembros de éste y muchos otros caballeros, algunos de los cuales habían pasado por su casa antes, según describe el Libro de Resoluciones del Consejo de Aragón. Especifica también que en esta ocasión no se había avisado “con papeles”, al contrario de lo que se hacía habitualmente, el fallecimiento y entierro. Estuvo casado con Antonia Milá, que en primeras nupcias había sido esposa de Gaspar de Montpalau, conde de Gastalgar.

 

Fuentes y bibl.: Archivo de la Corona de Aragón, Consejo de Aragón, leg. 624, doc. 38/45; leg. 625, doc. 44/1; leg. 86; leg. 5, doc. 17, consulta de 17 de septiembre de 1671; leg. 624, doc. 38/14, consulta de 8 de octubre de 1671; leg. 624, doc. 59/1, consulta de 14 de enero de 1662; secc. Consejo de Aragón, Registros de Cámara, 119, fol. 243, privilegio de 21 de enero de 1662; 119, fol. 369; Biblioteca Nacional de España, ms. 5742, fol. 248r., jueves 17 de octubre de 1658 y fol. 284v., martes 9 de marzo de 1660; Archivo Histórico Nacional, secc. Consejos Suprimidos, lib. 2029, Libro de Resoluciones y Ceremonias del Consejo de Aragón, fols. 107r., 130v., 140v., 173r.; lib. 2050, fol. 176r.

P. Molas, “La Junta General de Comercio y Moneda. La institución y los hombres”, en Cuadernos de Historia. Instituto Jerónimo Zurita, 9 (1978), págs. 1-38; “Los colegiales mayores en la Audiencia de Valencia (siglos xvii-xviii)”, en Pedralbes, 1 (1981), pág. 53; “Montesa ilustrada, Montesa defendida”, en Els ordres eqüestres, militars i marítims i les marines menors de la Mediterrània durant els segles xiii-xvii, Barcelona, Universitat, 1989, págs. 55-63; “Els magistrats de l’Audiència: de Ferran II a Ferran VII”, en Actes del I Congrés d’Administració valenciana: de la història a la modernitat, Valencia, Generalitat Valenciana, 1992, págs. 625-634; T. Canet Aparisi, La Magistratura Valenciana (S. xvi-xvii), Valencia, Universitat, 1990; J. Arrieta, El Consejo Supremo de la Corona Aragón, 1494-1704, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 1994; V. Graullera Sanz, Juristas valencianos del siglo xvii, Valencia, Generalitat Valenciana, 2003.

 

Jon Arrieta Alberdi