Castellot, Miguel Gerónimo. Teruel, 29.IX.1603 – Zaragoza, 26.IX.1659. Jurista, caballero de la Orden de Santiago, regente del Consejo Supremo de Aragón y justicia del reino de Aragón.
Hijo del también jurista y magistrado, Gaspar Castellot.
Casado con Clara Garcés de Heredia, su hija estaba casada con un hijo del también regente del Consejo de Aragón José de Ozcáriz. Obtuvo el grado de doctor en ambos derechos por la Universidad de Zaragoza, en 1622. Se inició en la profesión como consultor y abogado fiscal de la Inquisición en el reino de Aragón. Fue caballero del hábito de Santiago.
En 1637 era oidor de la sala de lo Criminal de la Audiencia aragonesa (privilegio de 15 de abril de 1637) a la que pudo acceder por la promoción de Vicente Hortigas a la sala Civil. En la Audiencia fue también abogado fiscal desde agosto de 1641 (decidido en consulta de 6 de julio de 1641). Accedió a este puesto por fallecimiento de Domingo Escartín, mientras que la vacante que dejaba en la Audiencia Criminal la ocupó Pedro Cabero. En la consulta de nombramiento se le reconocieron los méritos para ocupar esta responsabilidad, “[...] la que más trabajo lleva”, en la que permaneció hasta su incorporación al Consejo de Aragón, también como abogado fiscal, en diciembre de 1642 (privilegio de 22 de diciembre de 1642), en lugar del valenciano Lamberto Ortiz. Juan Crisóstomo Ejea cubrió la vacante que él dejaba en Aragón. Entre las actividades y méritos habituales para acceder al Consejo se destacaba la labor que le había sido encomendada precisamente por éste en octubre de 1639, que consistía en la reunión de gente para Cataluña y conducción de bienes y forrajes, junto con el también miembro de la Audiencia aragonesa Vicente Hortigas y los de la valenciana, Pedro de Villacampa y Pedro Sanz. Todos ellos terminaron siendo miembros del Consejo de Aragón. Siendo abogado fiscal de este último, se le encomendaron las insaculaciones de los términos de Bolea, Almudévar (30 de septiembre de 1644) y Daroca (septiembre de 1646). En octubre de 1645 se le hizo merced de poder votar en todo tipo de asuntos. Se encontraba entonces en Zaragoza con el fin de ir preparando las Cortes del Reino. Se le ordenó que se reuniera, cuando se le avisase, con los miembros de una Junta para la causa que se estaba siguiendo a Alonso Muñoz de Castelblanco. Tuvo alguna disputa con el protonotario Pedro de Villanueva, siendo abogado fiscal, por la consabida cuestión de la precedencia en el Consejo. La resolución favorable a Castellot sería recordada como precedente en ocasiones posteriores. Accedió al puesto de regente en plenas Cortes de Zaragoza de 1646 (privilegio de 18 de diciembre de 1646), al promocionar Bayetola a vicecanciller, a pesar de que la Junta de Materias no era muy favorable a su nombramiento, por lo que hubo de mediar decisión personal del monarca, lo que se refleja en el “Vuestra Majestad lo ha mandado” que figura en el privilegio. Dejó su plaza de abogado fiscal a Diego Serra de Foncillas. Por Real Decreto de 17 de julio de 1647 se declaró que el tiempo en que tuvo voto de regente siendo fiscal se computaba a efectos de antigüedad y que, por lo tanto, debía preceder al conde de Albatera y a Pedro Villacampa y que debía volver a jurar el cargo. Fue visitador del reino de Valencia a lo largo de los años 1650-1654.
Ello trajo consigo algunas reclamaciones de la ciudad valenciana, como la que relata Crespí en su diario cuando el jueves, 29 mayo de 1653, llegó la embajada del subsíndico de Valencia Pedro Navarro de Aguirre, acompañado de un carpintero y un corredor, con la pretensión de recurrir contra la visita de Castellot. En la primera de esas fechas, 1650, intervino, junto con su colega como regente en el Consejo de Aragón Cristóbal Crespí de Valdaura, en una sesión de la Junta de Guerra de España.
Al finalizar su misión en Valencia pidió licencia para quedarse en Aragón, pero no le fue autorizada “por la falta de ministros que hay en el Consejo”. Fue regente hasta noviembre de 1654, en que accedió a justicia de Aragón como sucesor de Agustín de Villanueva (privilegio de 16 de noviembre de 1654) ocupando Navarro Burena su plaza de regente. Crespí confirma estos datos y añade algunos más sobre la jubilación del justicia Villanueva, al parecer adelantada por motivos relacionados con su conducta, que hicieron que se precipitara su cese “para que saliese del oficio sin nota y con mas decencia”. Su nombramiento como justicia pudo ser una manera de satisfacer su deseo de quedarse en Aragón.
Falleció en 1659 y le sucedió como justicia Miguel Marta (consulta de 7 de noviembre de 1659). Su viuda, Clara Garcés de Heredia, reclamó la pensión con la típica exposición de los méritos de su marido: veinte años en tribunales aragoneses y diez en el Consejo de Aragón y como justicia. Se trató en consulta del Consejo de Aragón de 8 de enero de 1660 sobre la procedencia de la ayuda, ya que Castellot no era, a su muerte, ministro del Consejo. Pero el Rey se adhirió finalmente a la opinión de una mayoría del Consejo compuesta por Bernardo Pons, conde de Robres, el conde de Albatera, Jorge de Castelví, Miguel Marta, Pascual de Aragón y el abogado fiscal Vicente Moscoso.
Esta opinión era favorable a que se extendiera el reconocimiento de la pensión para las viudas de los regentes, a las de aquellos que hubieran tenido que dejar el Consejo para ocupar otro cargo por orden del Rey. Esa interpretación permitió que todas las viudas e hijos de los que pasaron a ser justicia de Aragón percibieran en lo sucesivo la renta correspondiente al fallecimiento. Esta cuestión fue objeto de amplio comentario por Crespí en su diario, lo que parece indicar que tenía para él condición de precedente singular para casos futuros (Crespí de Valldaura, 1659: 273r.).
Tras su fallecimiento, su cadáver fue depositado en el convento de las Carmelitas Descalzas, pero fue trasladado a Teruel en mayo de 1747.
Fuentes y bibl.: Archivo de la Corona de Aragón, secc. Consejo de Aragón, Registro de Cámara, 8, fol. 68, privilegio de 15 de abril de 1637; Registro de Cámara, 63, fol. 91; Registro de cámara, 12, fol. 74, privilegio de 22 de diciembre de 1642; Registro de cámara, 13, fol. 70, Zaragoza, 7 de octubre de1645; Registro de cámara, 13, fol. 146; Registro de cámara, 15, fol. 156; Registro de cámara, 12, fol. 8, privilegio de 8 de agosto de 1641; Consejo de Aragón, leg. 34, doc. 173; leg. 283, doc. 57, consulta de 9 de octubre de 1639; leg. 27, Real Decreto de 21 de octubre de 1645; leg. 301, doc. 29/6; leg. 32, doc. 273, consulta de 7 de noviembre de 1659; Archivo Histórico Nacional, secc. Consejos Suprimidos, 2029, Libro de Resoluciones y Ceremonias del Consejo de Aragón, fol. 14 r. C. Crespí de Valldaura, Diario de su vida y asistencia al Consejo de Aragón desde 9 de junio de 1652 hasta 1671, fol. 273r. (lunes 27 octubre de 1659) (Biblioteca Nacional de España, ms. 5742);
M. Gómez Uriel (ed.), Biblioteca antigua y nueva de escritores aragoneses de Latassa aumentadas y refundidas en forma de diccionario bibliográfico-biográfico, vol. I, Zaragoza, Imprenta de Calisto Ariño, 1884-1886, págs. 308- 309; E. Solano Camón, Poder monárquico y estado pactista (1626‑1652). Los aragoneses ante la Unión de Armas, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 1987.
Jon Arrieta Alberdi