Ayuda

Francesc Masriera i Manovens

Biografía

Masriera i Manovens, Francesc. Barcelona, 27.X.1842 – 15.III.1902. Pintor, orfebre e ilustrador.

Dio sus primeros pasos artísticos en el taller de orfebrería fundado por su padre, Josep Masriera i Vidal. Al igual que su hermano Josep, hacia 1857 ingresó en la academia de Josep Serra Porson, pintor y profesor de la Escuela de Bellas Artes de Barcelona (Llotja). Hacia 1860 fue a Ginebra para especializarse en pintura sobre esmalte y grabado de piedras finas y empezó a considerar su carrera como pintor. En 1862 viajó con su hermano a París y a Londres, ciudad aquella a la que regresarían el mes de julio de 1865 para visitar el taller del pintor occitano Alexandre Cabanel, destacado retratista de la aristocracia y de la Corte imperial francesas. Colaboró como ilustrador junto con Celestí Barallat, Josep Pelegrí y Francesc Miquel i Badia, entre otros, en la peculiar revista mensual El Recuerdo (1862-1872), ideada por su hermano Josep. En 1870 Masriera se casó con su modelo Josepa Ferrer, y en el mes de septiembre de 1871 participó en la Exposición General Catalana celebrada en la Universidad de Barcelona.

Si bien hasta 1877 compaginó orfebrería con pintura, a partir de ese año ya sólo se dedicó a pintar.

En los años 1878 y 1881 Masriera hizo varios viajes al balneario francés de Eaux-Bonnes-Gourette, donde realizó diversos oleos. En 1879 hizo también un viaje a Andalucía que le despertó un fugaz interés por el género popular y costumbrista de tema andaluz.

Entre 1878 y 1898 participó en diez certámenes oficiales nacionales y tres internacionales. De éstos, expuso en la Exposition Universelle de París de 1878, en la de 1889, donde obtuvo una medalla de bronce, y en la Exposición Universal de Barcelona (1888), donde presentó, entre otros, su célebre Hivern de 1882, obra que ya había expuesto en la Sala Parés y en una colectiva de la Sala Bosch de Madrid (1882). A nivel internacional, cabe destacar también su participación, junto con su hermano Josep, en la Spring Exhibition de Birmingham organizada por la Royal Society of Artists (1888). De los certámenes nacionales, frecuentó tanto los de Madrid (1878, 1881, 1887, 1890, 1895 y 1897), en los que presentó, aproximadamente, una veintena de obras, como los de Barcelona. En el de Madrid de 1878 expuso Un retrato y La Esclava, obra que fue adquirida por Alfonso XII y con la que ganó una medalla de 2.ª clase. Cabe destacar también que en el certamen madrileño de 1897 obtuvo una condecoración honorífica de la Orden del Comendador I.C.

En la Primera Exposición General de Bellas Artes de Barcelona (1891) expuso, entre otras, En presencia del señor, La penitente y Resignación i esperanza, con los que obtuvo un diploma honorífico. Con algunas de estas obras se desmarcaba de la frivolidad elitista que en términos generales caracterizó sus temas, acercándose a un cierto tipo de naturalismo antiacadémico, con ecos del realismo courbetiano, obras más analíticas que no efectistas en las que contuvo su tendencia habitual al exceso y al artificio pictóricos.

En el segundo certamen barcelonés de bellas artes (1894) obtuvo un diploma de honor por Fatigada, óleo que fue adquirido por el Cercle del Liceu, en la Tercera Exposición de Bellas Artes e Industrias Artísticas (1896) consiguió, no sin polémica, una medalla de 2.ª clase por Una melodía de Schubert, y en la cuarta (1898) una medalla de 1.ª clase por Retrat de la meva dona. Otras colectivas catalanas donde participó fueron la Exposición de Agricultura, Industria y Bellas Artes (1871) de Barcelona, donde fue galardonado con una medalla, en la Exposición de Bellas Artes de Olot (1878), en Villanueva y Geltrú (1882), donde ganó una medalla de progreso, en la Primera Exposición del Centro de Acuarelistas de Barcelona (1885), y en la Exposició regional olotina de Belles Arts é industries artístiques (1900).

Masriera fue también uno de los artistas más emblemáticos de la Sala Parés. Desde su continuada presencia en ella, devino protagonista habitual de las crónicas artísticas del Diario de Barcelona y de otras publicaciones periódicas como La Llumanera de Nova York, La Renaixensa, L’Avens o La Ilustración Artística, entre otras, centrando buena parte del debate artístico barcelonés de aquellos años. En la Parés expuso regularmente desde diciembre de 1877 y hasta 1901, y desde 1884 —con la inauguración de la sala grande— tuvo en el crítico Francesc Miquel i Badia un conspicuo defensor de su pintura. También participó en diversas colectivas del Saló Rovira (1889, 1897, 1898 y 1900).

Francesc y su hermano Josep realizaron algunos trabajos conjuntamente, como La Montagne Verte (1880) o No venen! (1884), óleos firmados por los dos y realizados según sus respectivas especializaciones pictóricas: Francesc realizó las figuras y Josep los paisajes de las mismas. Ambos fundaron el 1882 un taller-estudio en forma de templo corintio en la calle Bailén de Barcelona, edificio proyectado por el arquitecto Josep Vilaseca Casanovas. De entre los trabajos de mayor envergadura que realizó Masriera cabe destacar las cuatro alegorías de las estaciones (1888) que le encargó Joaquim de Mercader, conde de Bell-lloc, para su palacio de verano en Cornellà de Llobregat, actualmente Museu Palau Mercader. Asimismo, el Ayuntamiento de Barcelona le encargó el 1892 un retrato de María Cristina de Habsburgo y del príncipe Alfonso para el llamado Salón de la Reina Regente, así como un retrato del rector de Vallfogona (hacia 1890) para la Galeria Barcelonina de Catalans Il·lustres.

Proclive a un tipo de realismo idealizado, Masriera no se sintió atraído por las nuevas tendencias pictóricas francesas, por lo que se mostró impermeable a ellas y al Modernismo catalán, del que era un declarado detractor. Con su pintura, exhibe un gusto por el ornamento suntuoso de interiores —con una clara tendencia al horror vacui—, por el preciosismo de los ropajes, introduciendo algunos elementos de contrapunto orientales como biombos, ropajes o abanicos japoneses, así como acentuando los gestos de las figuras hasta una afectación teatral. Masriera tuvo en la figura femenina su gran inspiración, el tema con el que mejor se desenvolvía. Realizó multitud de retratos de mujeres de la aristocracia barcelonesa, en los que dio más protagonismo a los atuendos y abalorios —a lo accesorio— que a la vida interior de las retratadas, situándose en este sentido en el polo opuesto respecto a realistas más analíticos como Caba o Gómez Polo.

Explotó también cierto gusto por las escenas orientalizantes, que incorporó a su fastuoso estilo, como sus famosas odaliscas, con las que cultivó un exotismo sumamente occidentalizado.

Masriera aglutinó una amalgama heterogénea de tendencias, creando una pintura aún ochocentista en su base, de un tradicionalismo patente, y basada en la yuxtaposición de citas literales del arte oficial que lo precedía. Alfred Stevens fue para él un referente por sus lujosas escenas costumbristas, y Ernest Meissonier en lo que atañe a la ornamentación ostentosa.

Fue un acérrimo admirador de Mariano Fortuny y de Eduardo Rosales, de quien quizás extrajo cierta tendencia al colorismo. El cromatismo de sus pinturas, en general, es brillante y cálido a lo largo de toda su obra, buscando siempre armonías tonales, sin grandes contrastes entre las partes. Su formación como esmaltador tuvo también su traslación en el detallismo textural de su pintura. Su obra, en general, presenta concomitancias con la de Francesc Miralles o la de Romà Ribera, aunque sin llegar a incorporar elementos de modernidad como Miralles, y sin alcanzar la perfección técnica de Ribera.

Masriera se erigió en el pintor barcelonés de la Restauració por excelencia, el máximo exponente de un realismo preciosista e idealizado, contribuyendo con sus obras a fijar cierto tipo de estereotipos aristocráticos y burgueses, clases que vieron en su pintura el instrumento propagandístico ideal. Como ningún otro pintor de su generación, supo atender a las exigencias de sus clientes, ya que él mismo pertenecía a su clase social. En líneas generales, la saga de Els Masriera, simbolizaron la ortodoxia del arte de la Restauració en Catalunya.

Su obra esta bien representada en el Museu Nacional d’Art de Catalunya, en el Museu Diocesà de Barcelona y en el Museo del Prado.

 

Obras de ~: Sense llar, c. 1871; Grup d’objectes diversos, c. 1871; La Modista, c. 1871; Retrat d’Elisa Masriera, 1874; Ensenyant l’aixovar, 1877; L’esclava, 1877; La fuga frustrada, 1878; La Esclava, 1878; Retrat de dona amb xal, barret i parasol, 1878; L’estudi d’un pintor, 1878; La pasarel·la, c. 1878; Retrat de bandoler, 1879; con J. Masriera, La Montagne Verte (Eaux Bonnes), 1880; Retrat d’Elisa Masriera, 1881; Retrat de Lluis Pomar Forteza, 1881; Retrat de noia, 1881; Dona al camp, 1881; Interior de un estudio, c. 1881; La Magdalena arrepentida (según la antigua leyenda), c. 1881; La Favorita, 1881; Hivern de 1882, 1882; Estudi de pintor amb model, 1882; Retrat de Flora Serra, 1883; Retrat de nena, 1884; No venen!, 1884; La Núvia, 1885; La Vídua, 1885; La prometença, 1885; Dona cosint, 1885; Dama narcisista/Narcisa, 1885; A los setenta años, c. 1886; Abans del ball, 1886; Després del ball, 1886; La copa de cava, c. 1886; Retrat de Concepció C. de Cuyàs, 1887; Odalisca, 1887; Judit, 1887; Champagne frappé, c. 1887; Retrat de Camil·la Fabra en indumentaria grega, 1888; Retrat de Petra Bosch, 1888; Al·legories de les quatre estacions, 1888-1890; La model en el taller, 1889; Odalisca, 1889; Ex-voto, c. 1889; Bellesa d’harem, 1889; La danza del sable, c. 1889; Dormilona, c. 1889; Retrat masculí, 1890; Retrat del rector de Vallfogona, c. 1890; L’ofesa, 1891; En presencia del senyor, 1891; La penitent, 1891; Resignació i esperança, 1891; Retrat de noia asseguda, 1891; L’Americana, c. 1891; Retrat de la reina Maria Cristina d’Habsburg i del príncep Alfons, 1892; Retrat de la marquesa de Vistabella, 1892; Oriental, 1892; Bones noticies, c. 1893; Jove descansant, 1894; La marchande de modes, 1894; ¡Fatigada!, 1894; La víspera de la comunión, 1894; La pubilla, 1894; Fantasia, c. 1894; La máscara negra, c. 1894; Noia nord- africana, 1895; Noia berber, c. 1895; Joven florentina, c. 1895; Una melodia de Schubert, 1896; Retrat de la Sra. Montaner, 1896; La máscara blanca, c. 1896; Odalisca, 1898; Les belles del ball, 1898; Retrat de Josefa Ferrer i Montaner, 1898; Flor de España, 1898; Un éxito, 1898; Morfinómana, c. 1898; Pubilleta de l’hort, c. 1898; Retrat de la Marquesa de Monistrol, 1900; Coquetería, c. 1900; Despres del bany, 1901; Retrat de noia adormida, 1901; La noia del ventall, s. f.; Retrat de dona amb xal i capell, s. f.

 

Bibl.: M. Ossorio y Bernard, Galería biográfica de artistas españoles del siglo xix, Madrid, Ramón Moreno, 1868-1869, 2 vols.; C. Pirozzini Martí, “Los germans Masriera”, en Ilustració Catalana, 115, 31 de julio de 1884, págs. 259-262; A. Elías de Molins, Diccionario biográfico y bibliográfico de escritores y artistas catalanes del siglo XIX, Barcelona, Imprenta de Fidel Giró, 1889; J. Ciervo, “Artistas Catalanes. La dinastía de Los Masriera. Fco. Masriera”, en Gaceta de Bellas Artes, 311, 1 de mayo 1927, pág. 7; M. Marinel·lo, “Francisco Masriera. El Pintor de la Riquesa”, en Butlletí dels Museus d’Art de Barcelona, 18, 18 de noviembre de 1932, págs. 321-325; J. F. Rafols, Diccionario Biográfico de Artistas Catalanes desde la época romana hasta nuestros dias, Barcelona, Millá, 1951, 3 vols.; A. Cirici-Pellicer, La pintura catalana, Palma de Mallorca, Moll, 1959; J. Gaya Nuño, “Arte del siglo XIX”, en M. Almagro Basch et al., Ars Hispaniae: historia universal del arte hispánico, vol. XIX, Madrid, Plus Ultra, 1966, págs. 357-358; J. A. Maragall, Historia de la Sala Parès, Barcelona, Selecta, 1975; F. Fotbona, “Del Neoclassicisme a la Restauració 1808- 1888”, en Història de l’Art Català, vol. VI, Barcelona, Edicions 62, 1983; S. Flaquer y M. T. P agés, Inventari d’artistes catalans que participaren als salons de París fins l’any 1914, Barcelona, Diputació-Biblioteca de Catalunya, 1986; Catáleg de pintura segles XIX i XX. Fons del Museu d’Art Modern, Barcelona, 1987; C. González y M. Martí Ayxelá, Pintores Españoles en París (1850-1900), Barcelona, Tusquets, 1989; I. Julián, Francisco Masriera Manovens. Cien años de pintura en España y Portugal (1830-1930), vol. V, Madrid, Antiqvaria, 1991, págs. 346-354; M. T. S erraclara Plá, “Francesc Masriera Manovens”. Madrazo, Masriera y Miralles. Tres Pintores del Siglo XIX, Barcelona, Banco Bilbao Vizcaya, 1995; Els Masriera. Francesc Masriera (1842-1902), Josep Masriera (1841-1912), Lluís Masriera (1872-1958), catálogo de exposición, Barcelona, Museu Nacional d’Art de Catalunya-Generalitat de Catalunya-Proa, 1996; E. Bénezit, Dictionnaire critique et documentaire des peintres, sculpteurs, dessinateurs et graveurs. Nouvelle édition, Paris, Gründ, 1999; E. Trenc Ballester, “La pintura del segle XIX”, en VV. AA., Art de Catalunya. Ars Cataloniae, IX. Pintura moderna i contemporània, Barcelona, L’Isard, 2001, págs. 165- 230); A. Montmany, T. Coso y C. López, Repertori de catálegs d’exposicions col·lectives d’art a Catalunya (fins a l’any 1938), Barcelona, Institut d’Estudis Catalans, 2002; C. González López y M. Martí Ayxelá, “Els hereus del fortunyisme”, en VV. AA., El Modernisme, V. En paral·lel al modernisme, Barcelona, L’Isard, 2002-2004, págs. 101-120; X. Soler Àvila, “La figura realista y la figura elegante (A. Caba, S. Gòmez, F. Masriera, F. Miralles, E. Torrents d’Amat)”, en VV. AA., Artistas Catalanes. Pintura, Barcelona, Nova Catalunya, 2004.

 

Xavier Soler Ávila

Relación con otros personajes del DBE

Biografías que citan a este personaje

Personajes citados en esta biografía

Personajes similares