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Pedro Mourlane Michelena

Biografía

Mourlane Michelena, Pedro. Irún (Guipúzcoa), 11.IX.1885 ‒ Madrid, 25.XI.1955. Escritor.

Nacido cuando su padre ya había fallecido, quedó huérfano de madre a los siete años y fue criado por un tío materno. Cursó el bachillerato en su ciudad natal y estudios de Filosofía y Letras y de Medicina en Valladolid.

Estudió también en Salamanca y París.

Su trayectoria de escritor se inició en publicaciones periódicas de Irún, San Sebastián y Bilbao. Colaboró con el semanario irunés El Bidasoa, donde mostró ya su estilo suntuoso como cronista de la ciudad. En Bilbao participó en la revista Hermes (1917-1922), asistió a la tertulia “españolista” que Pedro Eguillor presidía en el café Lyon d’Or y formó parte de la llamada “Escuela Romana del Pirineo”, creación del poeta y diplomático Ramón de Basterra. Con los miembros de esta formación (Rafael Sánchez Mazas, Pedro Eguillor, Fernando de la Quadra Salcedo, Esteban Calle Iturrino, José María Salaverría y Joaquín de Zuazagoitia), cuyos postulados serían cercanos a los del posterior fascismo hispánico, Mourlane estableció perdurables lazos de amistad.

En 1915 publicó su primer y único libro en vida, El discurso de las armas y las letras, suma de disertaciones motivadas por la Primera Guerra Mundial en las que la realidad bélica fue la excusa para la exposición de motivos clásicos, más que para analizar una realidad tan extremada y nueva.

Desde Bilbao colaboró también con el diario El Pueblo Vasco (San Sebastián y Bilbao) y con El Sol de Madrid. En 1925 se le encomendó la dirección del periódico bilbaíno La Noche, ofreciendo a su bohemia trayectoria profesional una oportunidad de trabajo.

Tras el fracaso de la empresa, en 1926 pasó a formar parte de la redacción de El Liberal, dirigido por Indalecio Prieto.

Alrededor del año 1931, se trasladó a Madrid, donde mantuvo buenas relaciones con los distintos medios periodísticos y políticos. Colaboró con la revista Acción Española, escribió en El Socialista y en el diario El Sol dirigido por Aznar. En 1935 recibió el Premio Luca de Tena. En la capital formó parte del grupo de escritores que rodearon a José Antonio Primo de Rivera, con el que le unía una relación de amistad.

Aunque su adhesión política a la Falange siempre fue incierta, se le consideraba un escritor en sus filas.

Fascinante orador, ejerció su magisterio socrático y directo en distintas tertulias madrileñas de la década de 1930: en la del Café Europeo, en la del Comercial y en las tertulias de “La Ballena Alegre” del Café Lyon.

La Guerra Civil la pasó en Madrid escondido en su casa, amparado por la mano lejana de su amigo Indalecio Prieto. La posguerra tuvo, sin embargo, para Pedro Mourlane una sucesión de cargos temporales en los medios más relevantes del periodismo, bien como director de las revistas Vértice y Escorial o como subdirector del diario Arriba, bien como vicepresidente de la Asociación de la Prensa de Madrid. Pese a todo, no tuvo poder o influencia dentro del periodismo diario o cultural. Fue colaborador de las publicaciones Revista de Estudios Políticos, Vértice, Escorial, El Bidasoa, y de los diarios Arriba y La Voz de España.

Murió en Madrid el 25 de noviembre de 1955. Las necrológicas destacaron tanto su prosa de estilista como la nobleza y dignidad del personaje.

Póstumamente se publicó Arte de repensar los lugares comunes, donde continúa con la destreza de hilar los datos arcanos o eruditos con la divagación del pasado convertido en nobleza de cultura.

Mourlane dejó un puñado de poemas, dos libros, alguna que otra separata y una miríada de artículos. Más que obras unitarias, hay escritura o estilo. Así, Dionisio Ridruejo pudo concluir: “Mourlane era un maestro del estilo enfático que tuvo sus valores y tuvo, sobre todo, su tiempo y su escuela”.

 

Obras de ~: El discurso de las armas y las letras, Bilbao, Biblioteca de Amigos del País, 1915; et al., La pintura vasca: 1909-1919 (antología), Bilbao, Biblioteca de Amigos del País, 1919; Tributo del Pirineo vasco al Pirineo catalán, españoles ambos, Lérida, Instituto de Estudios Ilerdenses de la Diputación Provincial, 1944; Arte de repensar los lugares comunes, Madrid, El Grifón de Plata, 1956.

 

Bibl.: J. L. Aranguren, “Aprecio de don Pedro Mourlane”, en Crítica y Meditación, Madrid, Taurus, 1957; D. Ridruejo, “La lujosa bondad de Mourlane”, en Sombras y bultos, Barcelona, Áncora y Delfín, 1977; E. Amezaga, Autores vascos, Bilbao, Gorka, 1984-1988; P. Gimferrer, “La leyenda de Mourlane Michelena”, en Los raros, Barcelona, Planeta, 1985; M. y P. Carbajosa, La corte literaria de José Antonio: la primera generación cultural de la Falange, Barcelona, Crítica, 2003.

 

Mónica Carbajosa Pérez

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