Sidro Villaroig, Juan Facundo. Castellón de la Plana (Castellón), 7.VIII.1748 – Rocafort (Valencia), 15.VI.1816. Agustino (OSA), catedrático, filósofo, teólogo y astrónomo.
Sus padres fueron Manuel Sidro, escribano real, luego juez de Francos y secretario del Ayuntamiento de Valencia, y de Micaela Villaroig. Con el doctor Juan Bautista Repollés estudió gramática antes de ingresar en el Convento San Agustín de Valencia, siendo entonces cuando cambió el nombre de bautismo, Felipe, por el de Juan Facundo.
En el convento valenciano cursó tres años de Filosofía bajo la dirección de José Tomás Meliá (1735- 1805), tiempo en el que llegó a conocer los sistemas filosóficos tanto antiguos como modernos, pasando a defender, primero en el convento agustino y luego en la Universidad de Valencia, un acto de conclusiones.
Por esta Universidad obtuvo el grado de maestro en Artes, actuando de presidente Rafael Lasala (1716- 1792), luego obispo de Solsona. Comenzó el estudio de Teología, que interrumpió para dedicarse al estudio de las Matemáticas con el fin de opositar a la cátedra, como así lo hizo en 1768, año en que la obtuvo.
Luego reemprendió el estudio de la Teología, y tanto destacó en el conocimiento de la Sagrada Escritura, la historia y la teología que en 1769 la provincia de Aragón le nombró por aclamación lector de Teología.
Dos años más tarde, en 1771, se graduó de maestro en Teología por la Universidad de Valencia. Aunque opositó a las cátedras de lengua hebrea, de Santo Tomás, de Escoto y del maestro de las Sentencias, Pedro Lombardo, sólo consiguió esta última en propiedad el año 1775, aunque la regentó interinamente o en sustitución tres días después del fallecimiento de Eugenio Rumbau (muerto el 3 de febrero de 1773).
Cuando en 1786 la Orden Agustiniana celebraba el capítulo general, partió para Roma en representación de su provincia de Aragón. Tres veces fue elegido provincial de esta provincia agustiniana (1786-1790; 1796-1799; 1805-1815), y también ejerció el cargo de vicario provincial de los conventos del REINO de Valencia cuando el provincial, en virtud de la alternativa, visitaba las regiones de Aragón y Cataluña.
El obispo Joaquín Company (1732-1813) le confirió el título de examinador sinodal del arzobispado de Valencia; la Real Academia de San Carlos le nombró el 17 de mayo de 1804 académico de honor; la Real Sociedad Económica le eligió entre sus socios de número y también su censor; el Ayuntamiento de Valencia le hizo su predicador titular y cronista. En la Universidad de Valencia presidió los ejercicios para el grado de doctor de Joaquín Bergón y fue examinador en el tribunal de oposición a la Cátedra de Hebreo de Francisco Pascual Orchell y Ferrer (1762-1825).
El pavorde de la Iglesia de Valencia, Cayetano Aragonés, le dejó albacea testamentario de todos sus bienes, pudiendo disponer de todos ellos como juzgase conveniente.
En el campo literario e intelectual, Sidro Villarroig, a petición del claustro general de catedráticos de la Universidad de Valencia, celebrado el 15 de octubre de 1777, preparó un curso “completo de filosofía para la enseñanza pública de esta facultad”, según los nuevos planes de estudios previstos en la Real Orden comunicada a la universidad el 10 de octubre de 1777.
El nuevo manual de Filosofía debía presentar las nuevas corrientes filosóficas e introducir en sus estudios las nuevas ciencias. La presentación del curso completo de Filosofía se fundaría en la claridad expositiva, la solidez argumentativa y el distanciamiento de partidos o escuelas filosóficas. El primer tomo, que contenía estudios de lógica, aritmética y geometría, lo presentó Sidro Villaroig para su aprobación en la junta del claustro de profesores celebrada el día 12 de septiembre de 1780. Tras el examen realizado por una comisión, el texto elaborado por Sidro Villarroig fue remitido al Consejo con las censuras, según dedisión del claustro de 15 de mayo de 1781. Su impresión se realizó en el taller tipográfico de Salvador Faulí de Valencia, pero no llegó a implantarse en la Universidad de Valencia antes de 1787. El texto se desmarca de la filosofía escolástica y abraza la filosofía natural newtoniana, aunque permaneciendo vinculado a ella como a una filosofía estructuralmente semejante a la escolástica, señala A. Ten Ros, art. cit., pág. 306.
Para sus alumnos redactó un compendio de teología, en el que no sólo tuvo presente la obra de Lorenzo Berti, De Theologicis disciplinis (Romae, 1739- 1745, 8 vols.), sino que incorporó las enseñanzas de un grupo selecto de autores, con el fin de ofrecer una exposición más completa y moderna de las principales cuestiones teológicas. Cuatro tomos comprende la obra magna de Sidro Villaroig, publicada bajo el título Institutionum Christianae Theologiae (Valentiae 1782-1789). A los críticos de la época les pareció que estaba realizada con método, extensión proporcionada, claridad, erudición oportuna y selecta a la hora de tratar las cuestiones más arduas y debatidas entonces. Rechaza lo falso, promueve lo verdadero, deja libre el discurso en lo que no afecta al dogma, y todo ello ofrecido con estilo y lenguaje diferente al aristotélico-tomista. Durante algún tiempo esta obra fue el libro de texto en la Universidad de Valencia, y también fue impuesta en las provincias agustinianas de Aragón y Andalucía, comenzando a estudiarse por él desde su misma aparición.
Para la casa de estudios del principado de Cataluña, sito en el Convento San Agustín de Barcelona, redactó Sidro Villaroig un método breve, práctico y ajustado a las circunstancias de la época, aprobado por el capítulo intermedio celebrado en Valencia en 1788. Según dicho plan de estudios durante el año de noviciado los candidatos se dedicarán a perfeccionar sus conocimientos del latín, e introducirse en las lenguas griega y hebrea. Después de la primera profesión tendrá lugar el examen de ciencias humanas, sobre todo de gramática, ante un tribunal. Luego cursarán en tres años la Filosofía (el primero estudiarán Lógica, Ontología, Cosmología y Pneumatología (sic); el segundo curso, Ética, Derecho Natural y Política, y el tercero Física y Astronomía); y la Teología, en cinco años completos (los cuatro primeros seguirán las Instituciones de la Teología cristiana, de Sidro Villaroig; y el quinto año las Instituciones canónicas de Julio Lorenzo Selvagio). Tres años más para el estudio y práctica de la oratoria sagrada. En total doce años de formación y estudio. El plan incluye los libros de estudio, traducción y lectura, así como la celebración de exámenes generales al finalizar cada curso académico.
Dado su interés por la cultura y las ciencias escribió con diversos seudónimos en el Diario de Valencia sobre temas físicos y astronómicos, exponiendo las nuevas ideas y descubrimientos científicos, lo que le llevó a formar en el Convento San Agustín de Valencia uno de los primeros gabinetes de Física en España.
Asimismo, reunió en el citado convento un llamativo monetario para su tiempo y una excelente y selecta biblioteca. En efecto, Sidro Villarroig adquirió cuantos libros estimaba de interés y compró la inmensa mayoría de la biblioteca de Ascensio Sales y toda la del erudito José Molins. En 1812, antes del saqueo sufrido por las tropas francesas, la biblioteca del Convento San Agustín de Valencia contaba con unos doce mil ejemplares.
Obras de ~: Ioh. Fac. Sidri Villarrogii Ordinis S. Augustini in Acad. Valentina Theologi primarii Institutionum Christianae Theologiae libri viginti, Valentiae, Typ. Salvatoris Fauli, 1782-1789, 4 vols. (El cuarto tomo no incluye los libros 19 y 20, De justificatione et merito bonorum operum, y De praemio et poena quae nos in altera vita manent, con el fin de que no fuese demasiado grueso el volumen); Oratio paraenetica ad Senatum et Academiam Valentinam habita a P. M. Ioh. Facundo Sidro Villarrogio, quo di III. D. D. Franciscus Perezius Bayerius suam Bibliothecam, S. P. Q. V. dono deditam in Academiae aedibus inauguravit, Valentiae, Typ. Benedicti Monforti, 1785; Memoria que dedica la muy noble y leal ciudad de Valencia a su patricio y bienhechor... D. Francisco Pérez Bayer... por la donación de su librería, Valencia, Imp. Benito Monfor, 1785; Sermón de acción de gracias por la feliz proclamación de nuestro monarca D. Carlos IV. Dixolo en la Iglesia principal de la insigne Villa de Castellón de la Plana, el día 16 de julio de 1789, Murcia, Imp. Viuda de Teruel, 1789; “Breve methodo o plan de estudios que para el arreglo de los de la Orden de N. P. S. Agustín en el Principado de Cataluña dispuso en la visita del año 1788 el M. R. P. Mtro. Fr. Juan Facundo Sidro Villaroig, Barcelona, 9 de marzo de 1790”, en Memorial Literario, 1 (1793), págs. 81-98 (reimpr. por B. Fernández, “Un plan de estudios Agustiniano del siglo xviii”, en La Ciudad de Dios, 82 (1910), págs. 777-788); In funere Francisci Perezii Bayerii Oratio ad Senat. et Acad. Valentinam. [27 de enero de 1796], Valentiae, Typ. Monfortiana, 1797; Anuncio de varios festejos para obsequio de sus monarcas en su feliz arribo, previene la muy Noble, Leal y Fidelísima ciudad de Valencia, Valencia, Imp. Benito Monfort, 1802; Oración a la Real Academia de las Bellas Artes, Valencia, 4 de noviembre de 1807 (inéd.); El frayle en las Cortes. Resentimientos sobre la sesión de las Cortes de 18 de septiembre de 1812, Alicante, Imp. Manuel Muñoz, 1813; Mallorca, Imp. Brusi, 1813; Córdoba, Imp. de Luis de Ramos y Coria, 1813; Alicante, Imp. Nicolás Carratalá e Hijos, 1813; Memoria de los regocijos públicos que en obsequio del rey nuestro señor D. Fernando VII en su tránsito por esta capital dispuso la muy noble, leal y fidelísima ciudad de Valencia, Valencia, Imp. Benito Monfort, 1814; Reflexiones cristiano-políticas acerca de las nuevas Cortes, libertad de imprenta, eclesiásticos, militares, nobles y Santa Inquisición. Nueva impresión ilustrada y añadida, Valencia, Imp. de los yernos de José Esteban, 1814; Observaciones sobre la siguiente proposición: ‘Fernando VII, jurado y proclamado Rey de las Españas, no debe ni puede jurar la nueva Constitución’, por el amante del Rey y de la ley, Valencia, Imp. de los yernos de José Esteban, 1814; Elogio fúnebre del invicto general español Marqués de la Romana, Valencia, Imp. Manuel Muñoz y Compañía, 1816; Elementa Philosophiae. I. Logica, Valencia, Imp. Salvador Faulí, s. f.; Ars vere Philosophandi, sive logicae rationalis, verbalis, & experimentalis, Murciae, Typ. Philippum Teruel, s. f.
Bibl.: Anónimo [= F. Serra], Dialogus D. Aug. Michael Sol. De Oratione Paraenetica habita ad Sen. et Acad. Valent. a P. Joh. Facundo Sidro Villarrogio, Oridnis S. Augustini, Valentiae, Apud Ant. Peris, 1787 (trad. por el mismo autor al castellano con el título: Diálogo de la oración panegírica que en la Universidad de Valencia dixo el P. Juan Facundo Sidro Villaroig, religioso agustino, Valencia, Imp. Onofre García, 1787); J. P. Fuster, Biblioteca valenciana de los escritores que florecieron hasta nuestros días. Con adiciones y enmiendas a la de D. Vicente Ximeno, II, Valencia, Imp. y Lib. de José Ximeno e Ildefonso Mompie, 1830, págs. 385-388; J. Lanteri, Postrema Saecula sex religionis augustinianae in quibus breviter recensentur illustriores viri augustinenses qui sanctitate et doctrina floruerunt post magnam Ordinis unionem peractam anno MCCLVI ab Alexandro IV usque ad haec tempora, Romae, Typ. Bernardi Morini, 1860, pág. 267; J. A. Balbás, Castellonenses ilustres. Apuntes biográficos, Castellón, Imp. José Armengol, 1883, pág. 115; G. de Santiago Vela, Ensayo de una Biblioteca Ibero-Americana de la Orden de San Agustín. Obra basada en el Catálogo bio-bibliográfico agustiniano de Bonifacio Moral, VII, El Escorial, Imp. del Real Monasterio, 1925, págs. 516-526; J. Florensa, “Filosofía en la Universidad de Valencia (1733-1787), según los opositores a cátedra de Filosofía”, en Analecta Calasanctina, 11 (1969), págs. 178-183, 186; J. Roig Moreno, “Sidro Villarroig, profesor de la Universidad. Una aproximación a la teología valenciana del siglo xviii”, en I Congrés d’Història del País Valencià, III, Valencia, 1973, págs. 789-797; A. Ten Ros, “Ciencia y filosofía en la Universidad de Valencia. Controversias en torno a los Elementa philosophiae del P. Sidro Vilarroig”, en Quaderns de Filosofía i Ciencia, 9/10 (1986), págs. 297-310; G. Díaz Díaz, Hombres y Documentos de la Filosofía Española, VII, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2003, págs. 319-320.
Rafael Lazcano González
