González-Pintado y Hermoso, José. Madrid, 24.VIII.1864 – 29.VIII.1936. Banquero y político.
En el Madrid de Isabel II los negocios prosperaron extraordinariamente. La Reina hizo mucho para que la capital fuese el centro del florecimiento económico de esos años. El comercio y la banca fueron los sectores que más crecieron, muy por encima de lo que lo hizo la industria. Y en el comercio, primero, y la banca, después, consiguió su fortuna José Remigio González Hermoso, un hombre que había nacido en Madrid pero cuya familia procedía de la provincia de Toledo. En Madrid, José Remigio casó con Gumersinda Amalia Pintado Argüelles, que era natural de Oviedo. Fruto de la unión fue el nacimiento, el 24 de agosto de 1864, de José González Pintado, que más tarde obtendría del Rey permiso para unir sus apellidos y ser conocido como José González-Pintado y Hermoso.
La familia González Pintado vivía en el 4.º piso del n.º 19 de la calle del Arenal, lo que da idea de una posición social de clase media. Los detallados estudios de Jesús Cruz sobre los “notables” de Madrid no recogen al cabeza de familia entre los banqueros anteriores al destronamiento de Isabel II en 1868. Sin embargo, José Ramón García López sí detecta a José Remigio González entre los cuarenta y dos banqueros y comerciantes-banqueros que existían en Madrid al acabar el decenio de 1870. Los profesionales de la banca en la capital destacaban entre los ciento cincuenta que existían en toda España, y su número era muy superior al existente en plazas como Granada y Valencia (nueve), Barcelona, Gerona o Jaén (ocho), Cádiz, León o Zaragoza (siete). Casi con toda seguridad, se puede afirmar que la casa de banca de José Remigio González empezó a funcionar en los primeros años de la Restauración, una vez pasados los agitados años del Sexenio Democrático (1868-1874), que vieron, por ejemplo, cómo en 1872 se atentaba contra el rey Amadeo de Saboya en la citada calle del Arenal.
El hijo de José Remigio González estudió Leyes en la Universidad Central y, más tarde, se incorporó al negocio familiar, que tenía su sede en Arenal, n.º 26. La marcha de los asuntos era ascendente y, en junio de 1893, José González-Pintado compró un solar para edificar en la calle Ferraz. Menos de tres años después, en febrero de 1896, González- Pintado inscribió como obra nueva la finca n.º 5 de la citada calle, que constituía por entonces el eje del barrio de Argüelles. Este barrio había nacido en 1856, al calor del Bienio Progresista, cuando Espartero derribó las tapias de la montaña de Príncipe Pío para permitir la expansión de la ciudad hacia el Oeste. El general Valentín Ferraz, que da nombre a la calle, fue alcalde de Madrid durante el bienio. En fin, González-Pintado había instalado su residencia en un barrio dominado por una burguesía comercial pujante.
En los últimos años del siglo xix y primeros del xx, González-Pintado desarrolló una discreta carrera política, siendo elegido diputado a Cortes en 1898 por el distrito de Albocácer (pueblo de la comarca del Alto Maestrazgo en la provincia de Castellón) y, en septiembre de 1905, senador por la provincia de Soria.
En este último cargo, González-Pintado destacó por conseguir dinero público para las excavaciones de las ruinas de Numancia que se estaban llevando a cabo.
A iniciativa de la Real Academia de la Historia, estas ruinas habían sido declaradas monumento nacional en 1882, pero sólo en 1905 se acometió un ambicioso programa de excavaciones en el que participaron investigadores alemanes bajo la protección del kaiser Guillermo II. Junto a González-Pintado, también se interesaron por las excavaciones el vizconde de Eza y el también senador Ramón Benito Aceña.
La fugaz carrera política de González-Pintado acabó en 1906, cuando decidió concentrar todos sus esfuerzos en potenciar la casa de banca Hijo de José Remigio González en su nueva sede de Floridablanca, n.º 3 (frente al Congreso de los Diputados). La casa se decía fundada en 1803, posiblemente el momento en que la familia González había empezado a dedicarse al comercio. González-Pintado ejerció la actividad bancaria privada hasta que, el 14 de marzo de 1914, tomó posesión como consejero del Banco de España.
Todo parecía ir sobre ruedas, pero en los años de la dictadura de Primo de Rivera la estrella de González- Pintado se fue apagando. Su expediente como cliente del Banco de España pone de manifiesto que cambió numerosas veces de domicilio y que, a partir de 1930, sus cuentas empezaron a sufrir embargos por diversas deudas contraídas, en especial con empresas importadoras de automóviles. Cuando falleció, el 29 de agosto de 1936, no pudo dejar herencia de consideración a su viuda, la madrileña Antonia Manuela García García, y a sus tres hijos (Álvaro, Consuelo y Mercedes), pero sí el recuerdo de una persona que había tenido importantes responsabilidades en la banca y la política.
Fuentes y bibl: Archivo Histórico del Banco de España, Registro General, exp. personal de J. González-Pintado y Hermoso; Archivo del Senado, exps. personales, HIS-0201- 06, e intervenciones en el Diario de Sesiones.
J. R. García López, “Banqueros y comerciantes banqueros, clave oculta del funcionamiento del sistema bancario español del siglo xix”, en Moneda y Crédito, 175 (1985), págs. 59-85; E. Fuentes Quintana (dir.), Economía y economistas españoles, vol. VI, Barcelona, Galaxia Gutenberg- Círculo de Lectores, 1999; J. Cruz, Los notables de Madrid. Las bases sociales de la revolución liberal española, Madrid, Alianza, 2000.
José Luis García Ruiz
