Onís y González Bara, Luis José de. Cantalapiedra (Salamanca), 21.VI.1762 – Madrid, 27.V.1827. Oficial de la Secretaría del Despacho de Estado y diplomático.
Nació en el seno de una familia perteneciente a la nobleza local. Su padre, Joaquín de Onís y López, natural de Cantalapiedra (1 de julio de 1730), había sido alcalde de esa localidad como representante del estamento nobiliario en 1785, 1790 y 1791, y estuvo exento de servicio real por esta condición noble en 1783 y 1790. Su madre, Narcisa González Bara, nacida en Rasueros (Ávila) el 30 de abril de 1735, obtuvo testimonio allí, el 16 de mayo de 1792, de estar sus ascendientes por ambas ramas exentos de pechos y repartimientos por nobles.
Tras estudiar Letras y Derecho en la Universidad de Salamanca, continuó su formación junto a su tío José de Onís, ministro plenipotenciario en Dresde. En 1780 se reunió con él sirviéndole como secretario particular hasta que, con motivo de un permiso solicitado por éste el 14 de agosto de 1784, que se convirtió en salida definitiva, quedó como encargado de negocios hasta la llegada de su sucesor, Quiñones, tres años más tarde (1 de noviembre de 1791). Fue entonces recompensado con el puesto de secretario de ese Ministerio (31 de diciembre), volviendo a hacerse cargo de los negocios entre la salida de Quiñones y la suya propia (11 de marzo de 1797-26 de enero de 1799). Mientras, fue nombrado oficial octavo (3 de noviembre de 1798) y séptimo (26 de noviembre de 1798) de la Secretaría del Despacho de Estado. Llegó a España en mayo de 1790 para tomar posesión de la plaza de oficial sexto (9 de marzo de 1799). En los años siguientes siguió los ascensos regulares, siendo promovido a oficial quinto (13 de marzo de 1800), cuarto (10 de febrero de 1801), tercero (25 de mayo de 1802), segundo (19 de octubre de 1802) y mayor segundo (9 de mayo de 1806). En 1808 acompañó a la Familia Real a Bayona, hasta que el 14 de mayo se le ordenó regresar a España para ocuparse de los negocios que tenía encomendados como oficial de la Secretaría del Despacho de Estado. Tras los sucesos de ese año se unió a la Junta Central Gubernativa y, en enero de 1809, ascendió a oficial mayor primero. Además, fue nombrado secretario de la Real y Distinguida Orden de Carlos III (29 de enero). El 28 de junio dejó la Secretaría por haber sido designado enviado extraordinario y ministro plenipotenciario en Estados Unidos.
Llegó a Nueva York el 4 de octubre, pero no fue admitido oficialmente como representante diplomático de España para evitar problemas con Napoleón. Por ello, y sin apenas noticias oficiales, en los años siguientes atravesó momentos ciertamente difíciles. Reconocido por fin en 1815, negoció con el presidente Adams un “Tratado de amistad, arreglo de diferencias y límites” de las posesiones de los dos países en América (Washington, 22 de febrero de 1819). En marzo de 1819 regresó a España, donde fue detenido y recluido en su residencia de Cantalapiedra debido a las críticas suscitadas por el tratado americano. Para justificar su conducta, al año siguiente publicó una obra titulada Memoria sobre las negociaciones entre España y los Estados Unidos de América, que dieron motivo al tratado de 1819. Justificado y liberado, se le confirió plaza de consejero honorario de Estado (17 de diciembre de 1819). Poco antes, el 28 de noviembre, había sido propuesto para hacerse cargo de la legación de Rusia. Rehusó el puesto, pero aceptó la embajada de Nápoles (19 de marzo de 1820), a donde llegó el 19 de julio. Parece que contribuyó eficazmente a la revolución liberal que tuvo lugar en ese país, e incluso se le atribuye la autoría de un opúsculo titulado Contrarrevolución de Nápoles. Desde allí pasó a Londres en calidad de enviado extraordinario y ministro plenipotenciario (2 de febrero de 1821). Cesó en sus funciones el 17 de octubre de 1822, como consecuencia de la supresión de su puesto, pero permaneció en Londres dos años más. En 1824 pasó a París y después a Montauban, donde residía su hermano Joaquín. Regresó a Madrid en 1826, y allí falleció el 27 de mayo de 1827.
El 9 de agosto de 1788, siendo secretario en Dresde, había contraído matrimonio con Federica Cristina Juana de Mercklein (Dresde, 5 de marzo de 1767-Washington, 30 de mayo de 1807). Tuvieron tres hijos: Mauricio (1790-1861), Narcisa y Clementina. Era caballero pensionista de la Real y Distinguida Orden de Carlos III por decreto del 13 de abril de 1792, académico honorario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (4 de enero de 1801) y, en 1817, recibió la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica.
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Beatriz Badorrey Martín