Ibáñez de Sasiola, Jofre. El Bachiller. Zumaya (Guipúzcoa), c. 1460 – ?, c. 1528. Mercader y diplomático.
Nació en Zumaya en el seno de una familia de mercaderes asentados principalmente en Deva, cuyos miembros desempeñaron además distintos cargos en la corte. La casa-torre de la familia, sita en la localidad de Monreal de Deva, se documenta desde la fundación de la propia villa en 1343. Hijo del también llamado Jofre Ibáñez de Sasiola, señor de Sasiola, y de doña María de Oyanguren, pronto destacó por sus dotes comerciales y diplomáticas. Hacia 1480 se casó con doña María López de Areisti. Los miembros de la familia se emparentaron con otros clanes de mercaderes importantes de la zona, como los Irarrazábal o los Berriatúa. Los Sasiola poseían lonjas a lo largo del río hasta su desembocadura en la villa de Deva, lo que les permitía controlar gran parte del transporte marítimo y fluvial.
La actividad diplomática de Sasiola comenzó a temprana edad, tal y como lo demuestra que aparezca como testigo en la lectura, realizada durante las Juntas de Azcoitia en enero de 1475, de la Confirmación de los privilegios, leyes y ordenanzas que Isabel la Católica había enviado a Guipúzcoa. Dos años más tarde, en julio de 1477, Fernando el Católico firmaba un poder en Medina del Campo para que el Bachiller mediase en las contiendas entre súbditos ingleses y ciudadanos de Vizcaya y Guipúzcoa. Su experiencia como mercader en la ruta del Canal le otorgó una gran astucia para los negocios así como para la mediación en conflictos, razón por la cual los monarcas solicitaron sus servicios en diferentes ocasiones. La correspondencia entre Jofre y los Reyes Católicos permite entrever que el Bachiller cumplía satisfactoriamente sus mandatos como embajador, mientras los reyes le solicitaban que les informara puntualmente de cualquier avance en las negociaciones.
Debido a sus intereses y experiencia en Inglaterra, Isabel la Católica lo envió allí en 1483 para confirmar la alianza de dicho país con Castilla. Llegó hacia el 12 de julio de ese mismo año, y fue recibido por Ricardo III en Warwick el 25 de julio. Poco después, el 13 de agosto, Ricardo III confirmaba la alianza con Castilla. Es en esta época y gracias en gran parte a las negociaciones de Sasiola que la nación española de mercaderes se asienta en Inglaterra. Jofre, al defender los intereses de los Reyes Católicos y los suyos propios, mejoraba asimismo las condiciones de negociación de los mercaderes y transportistas castellanos. El 8 de septiembre de 1483, Sasiola fue solemnemente armado caballero por el monarca inglés.
En distintos documentos se menciona que Jofre y sus familiares son dueños y capitanes de naos que comercian en la ruta del Canal, transportando hierro vasco y vino de Burdeos hacia el norte, entre otras mercadurías, e importando principalmente paños de todo tipo desde Inglaterra a Castilla. Su capacidad financiera para comerciar con bienes de alto valor queda demostrada por la noticia del secuestro de una nao de su propiedad, la Santa Juliana, capitaneada por su hermano, Miguel Ibáñez de Sasiola, a manos de mercaderes de la Hansa. Los Reyes Católicos le expidieron una carta de marca a su favor a principios de 1488 para que pudiese resarcirse de los daños sufridos; el valor del barco, incluyendo las mercancías, fue tasado en ocho mil coronas de oro, más de dos millones seiscientos mil maravedíes, una cantidad relativamente elevada. Otra de las naos cuya propiedad Jofre compartía con su hermano Miguel había probado ser un negocio muy rentable: casi medio millón de maravedíes netos en cada uno de los tres ejercicios anteriores a 1488. Baste como comparativa el sueldo de un operario de la época: entre cuarenta y cincuenta maravedíes al día. Su efectividad como comerciante y negociador quedaba más que probada.
En 1487, participó en las negociaciones de acercamiento con el duque de Bretaña, actuando como representante español junto a otro embajador guipuzcoano, Juan de Gamboa. En una Orden de 22 de mayo 1488 se le cita como de “nuestro Consejo”. Durante la rebelión de la ciudad de Brujas contra Maximiliano I, Sasiola, como embajador, tuvo cierto papel en el traslado de los mercaderes españoles y sus mercancías de Brujas a Amberes. En la última década del siglo XV fue citado en numerosos documentos como miembro del Consejo Real. Aunque no se le nombra expresamente, es de suponer que participó en las negociaciones del matrimonio entre Catalina de Aragón y el príncipe de Gales.
En septiembre de 1492, los Reyes Católicos le encargaban a Jofre que mediase en las diferencias entre los mercaderes de la nación española en Inglaterra, y entre la nación española y otros mercaderes. Se le citaba como “fiel y diligente” y se le conminaba a que terminase con los problemas entre mercaderes y otros naturales de Castilla que estaban en el reino de Inglaterra. Se le daban plenos poderes para que pudiese terminar con disputas sobre viviendas y bienes que habían sido retenidos y que pertenecían a varios ciudadanos castellanos, pudiendo castigar a quien creyese conveniente, bien fuera de manera civil o criminal. En noviembre de 1494, los monarcas prepararon otra embajada a Inglaterra en la cual iba a ir Jofre de Sasiola para negociar nuevos acuerdos comerciales y renovar la alianza con Castilla, aunque finalmente fue sustituido por Rodrigo González de la Puebla.
Por sus servicios a la corona, en 1494, Jofre Ibáñez de Sasiola recibió ocho mil maravedíes de juro de heredad en las rentas de las villas de Zumaya y Cestona. A nivel local, si bien en 1480 lo encontramos como facedor de rentas en Guipúzcoa, en 1502 ejercía el cargo de alcalde de la villa de Motrico. En su zona de influencia, la extensión que cubren las localidades de Deva y Zumaya, existen tres conjuntos artísticos que fueron creados en vida de Jofre. En la parroquia de Santa María de la Asunción de Deva es donde los Sasiola conservan la que probablemente sea la capilla más antigua de la familia. En Zumaya, cuna de Jofre, es donde se encuentra uno de los trípticos más significativos de la costa cantábrica, dedicado a san Antón, en la parroquia de San Pedro, cuya parte central fue traída de Flandes hacia 1510, reflejo de su gusto ecléctico e internacional. Ambas capillas se conocen como de san Antón y en las dos se encuentran escudos con el símbolo de la familia: la Tau. Existen varias versiones de su símbolo, que combinan la “T” con tréboles, siendo muy posible que una de ellas fuera la marca comercial de Jofre. El último conjunto, creado en 1503, es el convento-hospital franciscano que fundaron María Ibáñez de Sasiola y Juan Pérez de Licona en los terrenos que la familia poseía entre ambas villas. Estos conjuntos resisten al tiempo y son la muestra pétrea de la importancia que en su día tuvieron los Sasiola, con Jofre al frente.
Según avanza el siglo XVI, existe abundante documentación sobre sus sucesores y familiares, como es el caso de Martín Ochoa de Sasiola, su sobrino, tesorero del condestable de Castilla, y otros que fueron almirantes e incluso hicieron carrera en Indias. Se desconocen los datos de los últimos años de la vida de Jofre, calculándose su muerte en torno a 1528.
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Iban Redondo Parés