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Andrés Ibáñez de Ibero Ardanaz

Biografía

Ibáñez de Ibero Ardanaz, Andrés. Huarte (Navarra), 16.I.1757 – Barcelona, 24.II.1825. Intendente del Ejército.

Hijo de padres pamploneses, cursó estudios de Contabilidad y Matemáticas, conocimientos que le permitieron ingresar el 5 de diciembre de 1775 en la Intendencia de Toledo como oficial de Contaduría de la provincia, ramo de Propios y Arbitrios. Tres años más tarde ascendió a oficial de Tesorería, cargo que desempeñó hasta junio de 1781, en que fue nombrado controlador de los reales hospitales en la expedición a la isla de Menorca, sitio y rendición del castillo de San Felipe.

Recuperada la isla en 1782 por las tropas francoespañolas mandadas por el duque de Crillon, Andrés Ibáñez continuó a cargo de la intendencia sanitaria de la isla. A su iniciativa y celo se debió el establecimiento de cuatro hospitales, en los que fueron atendidos dos mil enfermos, en su mayoría soldados y marineros de la escuadra de Juan de Lángara. Por los méritos contraídos en su gestión, fue habilitado en diciembre de 1791 para el cargo de comisario de Guerra de Menorca.

Las tropas inglesas regresaron a Menorca en 1798 poniendo sitio a la ciudadela de Mahón. Los defensores baleares precisaban de medios de todo tipo para hacer frente a la invasión y posteriormente el asedio. El comisario de Guerra Ibáñez de Ibero recibió la orden de burlar el bloqueo inglés a la ciudadela y entrar en ella. Arrostrando numerosas dificultades, logró cumplir la difícil misión y, una vez en la ciudadela, organizó la logística de las tropas de guarnición logrando atender satisfactoriamente a sus necesidades hasta la entrega de la isla. Por su actuación durante el asedio, fue ascendido a comisario de Guerra en propiedad con fecha del 5 de noviembre de 1799.

La llegada de tropas francesas a través de La Junquera, en mayo de 1801, exigió una preparación y apoyo logístico importantes por parte de España. A fin de organizar las subsistencias de las unidades galas, el comisario Ibáñez de Ibero fue designado por el intendente del Ejército y Principado de Cataluña para trasladarse a Perpiñán y trazar el plan de apoyo logístico con el mando militar francés. La misión, costosa en lo económico y delicada en lo diplomático, fue desempeñada a satisfacción durante la permanencia de aquel ejército en territorio catalán.

Devuelta Menorca a España por el Tratado de Amiens (marzo de 1802), Ibáñez de Ibero regresó a la isla, donde se encargó de revistar las tropas, estados mayores, artillería, embarcos y desembarcos, inspección del hospital militar, intervención de provisión de víveres y utensilios, obras de fortificación, cuarteles y demás ramos de Cuenta y Razón de la Real Hacienda.

Al tener noticia de la presencia de tropas de invasión francesas en Cataluña, Ibáñez de Ibero se trasladó, desde su destino en Mahón, hasta Barcelona, para prestar servicios de su competencia, siendo ascendido, con fecha 16 de septiembre de 1808, a comisario ordenador de la Junta Superior de Cataluña. Al año siguiente, en mayo de 1809, fue nombrado intendente general de los hospitales de campaña de aquella región, cargo que desempeñó hasta junio de 1810, en que pasó el servicio al estado eclesiástico. Durante los asedios franceses a las plazas de Tortosa y Tarragona, fue designado para atender al abastecimiento de las defensas, tarea que realizó a plena satisfacción del mando militar.

Por oficio del intendente del ejército de Cataluña de 3 de septiembre de 1813, fue nombrado ministro principal de Hacienda del 1.er ejército de operaciones e interventor general del ramo de Provisiones. Durante toda la Guerra de la Independencia, desempeñó interinamente en siete ocasiones el cargo de intendente del Ejército y Principado de Cataluña.

En mayo de 1815, fue promovido al empleo de intendente de los Reales Ejércitos con carácter efectivo, prestando servicios en el de observación en Aragón. Entre 1818 y 1820, ocupó destinos de su empleo en Barcelona, Granada y Extremadura, hasta el 2 de junio del último año, en que pasó a la situación de jubilado en atención a su edad y delicado estado de salud, fijando su residencia en Madrid. El 9 de octubre recibió el nombramiento de ministro del Tribunal Especial de Guerra y Marina; en este cargo, de carácter marcadamente honorífico, permaneció hasta su fallecimiento en la ciudad de Barcelona.

Casó en 1795 con la sevillana Ana González del Río, con la que tuvo varios hijos, entre ellos María del Carmen, nacida en octubre de 1805 en Mahón, casada en enero de 1823 con el capitán de Infantería Martín Ibáñez de Prado, padres ambos del general de Ingenieros y geodesta, Carlos Ibáñez e Ibáñez de Ibero, marqués del Mulhacén.

 

Obras de ~: Teoría de Hacienda, Madrid, 1821.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Secc. 1.ª, leg. I-3, I-4 y I-17.

M.ª C. Martínez Utesa, Ciencia y milicia en el siglo xix en España: El general Ibáñez e Ibáñez de Ibero, Madrid, Ministerio de Fomento, 1995.

 

Miguel Parrilla Nieto

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