Godoy, Pedro de. Aldeanueva de la Vera (Cáceres), 30.IV.1608 ant. – Sigüenza (Guadalajara), 25.I.1677. Teólogo dominico (OP), catedrático, obispo, predicador del rey.
Aún se mantiene en el citado pueblo extremeño la casa natal del obispo Godoy, construida en piedra de granito berroqueño tan habitual en las estribaciones de Gredos. Pedro de Godoy puede ser considerado uno más de la saga de los Godoy que procedentes de Galicia repoblaron parte de Extremadura. Los progenitores de Pedro de Godoy pertenecían a la clase de hidalgos, dedicados a rentabilizar sus rebaños, así como los cargos concejiles que habitualmente regentaban. Esta posición acomodada hizo posible el envío del que será fray Pedro a Salamanca, ya que desde niño mostraba capacidades intelectuales muy notorias.
Ya en la capital charra, tras los estudios de noviciado, ingresa en el célebre convento de San Esteban de la Orden de Predicadores en 1624. Sus dotes y capacidad de trabajo le llevaron al Colegio de San Gregorio de Valladolid donde obtiene el primero de sus títulos, el de bachiller en Teología el 2 de agosto de 1632, después de cursar cuatro años de esta ciencia. San Esteban y Salamanca le atraían, siempre ejercieron en él un poderoso atractivo.
Ya en la ciudad del Tormes, el 17 de septiembre de 1638 obtiene el grado de licenciado, que culminaría con el de maestro en Sagrada Teología el 4 de noviembre de 1638. Le apadrinó fray Francisco de Araujo, predecesor suyo en la cátedra de Vísperas de la Universidad de Salamanca. A partir de esta fecha, la docencia y la reflexión teológica fueron sus preocupaciones básicas. Hasta 1650 en que es designado catedrático de Vísperas, ejerció como sustituto en la de Prima. Para el trienio 1654-1656 fue elegido prior de San Esteban, pero pronto comprobó que su vida se orientaría mejor hacia el estudio que a la gestión. Una real cédula dada en Madrid el 6 de septiembre de 1658 lo destina como catedrático de Prima en el Estudio Salmantino. Es la culminación de su carrera universitaria.
Pero el destino humano a veces viene determinado por las circunstancias sociohistóricas y no por la voluntad de los protagonistas. Este parece ser el caso de nuestro biografiado, el cual es designado obispo de Osma en 1663. En esta silla episcopal permaneció hasta el 16 de mayo de 1672, en que es trasladado a la sede de Sigüenza, de la que toma posesión el veintidós de julio del mismo año. En esta ciudad, de la que también fue señor dominical, permaneció hasta su fallecimiento.
Todos los autores consultados subrayan el carácter introvertido y estudioso de nuestro obispo, tanto en la sede del Burgo de Osma como en la segontina. Cuando entra en esta última catedral, una de las primeras disposiciones que toma fue la de regalar al cabildo los siete tomos de las Disputaciones Teológicas, que había impreso en Osma. Era su tarjeta de visita y la muestra más querida de su propia vida intelectual. La humanidad unida a la caridad acompaña a sus actitudes y comportamientos. Las visitas pastorales por los pueblos de estas diócesis así lo avalan.
A los sesenta y nueve años dejó de existir este destacado dominico, último representante de la famosa Escuela de Salamanca que fundara el padre Vitoria. Según Luis A. Getino, Godoy fue el Ave Fénix de la mencionada escuela. Se le enterró en la capilla mayor de la catedral de Sigüenza, donde aún permanecen sus restos. Un epitafio le hace rendida justicia. En la dedicatoria que sus compañeros de San Esteban le rindieron con ocasión de sus honras fúnebres aparecía este texto: “Aquí yace el glorioso blasón de San Esteban. El fénix salmantino, el Aquino español, el muro fuerte de la escuela angélica, el timbre de Osma, la luz de Sigüenza, la honra de las mitras, el acierto del gobierno, el padre de los pobres, el ejemplo de prelados, el iris de las discordias, el conservador de la paz, el colmo de las virtudes... El Ilustrísimo y Reverendísimo señor don Fray Pedro de Godoy”. Un texto que ensalza a un personaje y define una época.
Obras de ~: Catálogo de manuscritos de la Biblioteca Universitaria de Salamanca, en latín y con fechas de 1642 a 1657, se trata de Apuntes de Cátedra que posiblemente Godoy utilizara en sus clases, signaturas mss. 269, 304, 1560 y 1563; Disputationes Theologicae, Burgo de Osma, 1666-1672, consta de 7 vols. a razón de uno cada año desde la primera fecha (La obra teológica del Divino Tomás, Venecia, I. J. Hertz, 1696, nueva edición en latín de los 7 vols. de las Disputationes Theologicae referenciadas).
Bibl.: J. Gil de Godoy, El mejor Guzmán de los Buenos, vol. II, Barcelona, por Rafael Figuero, 1684, págs. 469 y ss. (reed. Barcelona, 1717); J. Loperráez Corbalán, Descripción histórica del obispado de Osma, Madrid, Imprenta Real, 1788, págs. 535-538; T. Minguella y Arnedo, Historia de la diócesis de Sigüenza y de sus obispos, Madrid, Imprenta de la Revista “Archivos Bibliotecas y Museos”, 1910, págs. 91-98, 3 vols.; L. A. Getino, De Vitoria a Godoy, Madrid, 1912; F. Parrón Fernández, “La independencia de un pueblo y el obispo Pedro de Godoy”, en Revista de Estudios Extremeños, vol. I (1976); F. G. Peces Rata, “Heráldica en la ciudad del doncel”, en Escudo de Oro, 69 (1993); R. Martín Rodrigo, “Fray Pedro de Godoy y los dominicos de Salamanca”, en Archivo Dominicano, 17 (1996), págs. 209-218; T. Martín Martín, Dos escritores de la Vera en el siglo XVII: Pedro de Godoy y Martín de la Vera, Jaraíz de la Vera, Asociación Obispo Manzano, 2003, 107 págs.; “Pedro de Godoy predicador del rey Felipe IV”, en La Vera, 72 (junio de 2004); T. Martín Martín, F. Chordá Riollo y F. G. Peces Rata, “La imagen de Pedro de Godoy en Sigüenza”, en Actas del XXXIII Coloquio Histórico de Extremadura, Trujillo, 2005, págs. 139-157; T. Martín Martín, “Licentia docenti por Salamanca”, en Papeles del Novelty, 13 (2006), págs. 95-100; “El testamento de Pedro de Godoy”, en Revista Cultural Pencona, Aldeanueva de la Vera, 2007.
Teodoro Martín Martín