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Bernardo Soffia

Biografía

Soffia, Bernardo. ¿Lima? (Perú), f. s. XVIII-p. s. XIX – u. t. s. XIX. Militar, coronel, político, diputado, periodista, independentista.

Probablemente fue natural de Lima, como apunta Tauro, y trabajó durante unos años como “viajante de comercio”. Al ir a Valparaíso (Chile) o “retornar”, el 27 de febrero de 1827 informaba sobre la acción militar independentista que San Martín ejercitaba en otras partes del Chile (Tauro). A partir de ese momento, comenzó a “trabajar” para la independencia andina y, cuando el Ejército de San Martín, estableció el cuartel general en Huaura se incorporó como oficial de ingenieros, desde se puso en marcha con dirección a Lima, bajo las órdenes del general Andrés de Santa Cruz, y después participaba en la segunda expedición a Intermedios, así como en la campaña que ultimaba en las batallas de Junín (Buenos Aires) y Ayacucho (de la Provincia de Huamanga, del Departamento de Ayacucho, Perú) y en el segundo sitio del Callao, en el departamento de Lima. La batalla de Ayacucho fue el último enfrentamiento dentro de las grandes campañas terrestres de la guerra de independencia, que había comenzado con la revolución de Chuquisaca en 1809 y que ultimó con la ocupación de la fortaleza de Callao años más tarde, en 1826. La batalla se desarrolló en la Pampa de la Quinoa en el departamento de Ayacucho, el 9 de diciembre de 1824 (y la victoria de los independentistas selló de facto la independencia del Perú con una capitulación militar que se transformó posteriormente en un tratado diplomático firmado en París el 14 de agosto de 1879). A finales de 1827, con la graduación de capitán condujo a Puno los “pertrechos” que el general Agustín Gamarra había solicitado, para hacer frente a una posible guerra contra Bolivia –según Tauro-, y bajo sus órdenes realizó la campaña de 1828, con las que logró rechazar las tropas colombianas en el altiplano. Tras ascender a sargento mayor, participaba en la lucha contra Colombia, formando parte de la guarnición acantonada en Guayaquil. Durante la junta de guerra efectuada en Guayaquil (14 agosto 1829) contribuyó para que se aprobase el cambio político efectuado en Piura y Lima, y, asimismo, determinaba el destierro del depuesto presidente José de La Mar. Posteriormente, el 13 de enero de 1830, era adscrito a la Junta Calificadora como segundo ayudante y era nombrado subdirector del Colegio Militar, donde impartió clases de matemáticas (17 enero 1830). Su carrera profesional se interrumpió a causa de un pleito que tuvo con un oficial subalterno, que le calificó de insubordinado, por lo que le condenaron a un mes de arresto (noviembre 1831), pero en vez de aceptar el castigo, protestó ante el “gobierno”, quien dispuso su prisión y su “allanamiento de su casa” (1 enero 1832), pues estaba implicado en la conspiración atribuida al coronel Ramón Castilla y el diputado José Félix Iguaín ( 2 febrero 1832). Cuando fue puesto en libertad se inició en el periodismo, escribiendo artículos a veces “virulentos”, en la prensa de “oposición” El Telégrafo de Lima y en El Penitente (1832 a 1834), en “responsabilidad compartida” con José Félix Iguaín (por lo que en este momento se constata que el gobierno peruano actuaba con conocimiento de causa, aunque fuese discutible el castigo) y en El Colaborador. Al constituirse un nuevo régimen, ideológicamente distinto, que fue presidido por el general Luis José de Orbegoso, fue ascendido a teniente coronel y nombrado fiscal de la Junta de Purificación, creada el 20 de marzo de 1834 para sancionar a los responsables del pronunciamiento encabezado por el general Pedro Bermúdez. Posteriormente, secundó la revuelta (“revolución”) iniciada en las fortalezas chalacas por el general Felipe Santiago Salaverry (20 febrero 1835), quedando a cargo de esa plaza como miembro de una junta que integraban además José Mendiburu y Bonifacio Lazarte (6 abril 1835) y como parlamentario negocia los términos de la capitulación propuesta por el general Trinidad Morán (21 enero 1836). Pero parece que cambió la dirección política del país, pues terminó siendo desterrado a Chile. Después participó en dos expediciones “restauradoras” y en la batalla en la Portada de Guía (21 julio 1838). Al mismo tiempo fue nombrado oficial mayor del Ministerio de Guerra y hubo de encargarse interinamente del “despacho”, pero pronto, en septiembre de 1838, volvió a la acción partiendo para el norte como comandante general de caballería en la división bajo el mando del general Antonio Gutiérrez de la Fuente. Terminada la campaña en la batalla de Yungay (20 enero 1839) se convocaba el Congreso Constituyente, siendo elegido diputado en representación de Lima y ejerciendo además la secretaría del Congreso, de 14 de agosto a 14 de septiembre de 1839. Al mismo tiempo formó parte de las comisiones de legislación, constitución y reglamento, y preparó un proyecto de ley electoral en colaboración con Manuel Bartolomé Ferreyros y Manuel Jesús González. “Era un hombre [político] representativo de las nuevas orientaciones que el país empezaba a vivir” (Tauro), y escribió Lima contra El espejo de mi tierra (1840) para criticar El espejo de mi tierra de Felipe Pardo y Aliaga, en el que aludía a las redes de poder o “los usos y los modos practicados por los grupos surgidos a la sombra del poder” (Tauro).

 

Bibl.: A. Tauro, “Bernardo Soffia” en el Diccionario Enciclopédico del Perú, vol. 4, t. A, Lima, Editorial Mejia Baca, págs. 278-279.

 

Miguel-Héctor Fernández-Carrión

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