Angulo Ortiz de Traspeña, Santiago de. Madrid, 30.XII.1823 – 25.I.1900. Político. Parlamentario y ministro de Hacienda de España.
Hijo de Matias Angulo del Valle, natural de Mena, Villarcayo (Burgos) y de María Eugenia Ortiz de Traspeña y López, nacida en Madrid. Su padre, comerciante de profesión y del que heredó una importante fortuna, fue diputado en Cortes en los años 1843, 1846 y 1854 de la década moderada.
Santiago de Angulo inició sus estudios en las Escuelas Pías de San Antón y, posteriormente pasó a la Universidad Central. Su vocación por la arquitectura le llevó a matricularse en la entonces Academia de San Fernando (posteriormente Real Academia de Bellas Artes de San Fernando). En el año 1850 obtuvo el título de arquitecto.
En 1870, el Rey Amadeo le nombró Arquitecto de Palacio, sucediendo a José Segundo de Lema. Entre los trabajos realizados como encargado de las obras de la Real Casa, destaca, por la popularidad y el impacto social que tuvo, la construcción de un asilo destinado a cuidar a los hijos, menores de cinco años, de las lavanderas del rio Manzanares. Con ello respondía a la iniciativa de la reina María Victoria, consorte de Amadeo I, preocupada por la atención de los hijos de estas lavanderas.
Realizó el proyecto fin de carrera sobre una propuesta para un Ministerio de Gracia y Justicia.
La fortuna de su padre le permitió dedicarse a la política, y desde muy joven se afilió al partido progresista de Práxedes Mateo Sagasta. Fue diputado y senador en varias legislaturas. En las elecciones de 8 de marzo de 1871 (legislatura 1871-72, Sexenio Revolucionario) obtuvo escaño por la circunscripción de Madrid, en un Congreso presidido interinamente por Salustiano de Olózaga, sustituido en pocos meses por Práxedes Mateo Sagasta. En otros cinco procesos electorales, ya en el periodo de la restauración (Reinado de Alfonso XII y Regencia de María Cristina), obtuvo también, escaño como diputado, siempre por la circunscripción electoral de Madrid.
Su actividad como político no se agota en el Congreso de los Diputados. Fue senador por la provincia de Cáceres y senador vitalicio hasta el año 1900. Asimismo, por Real Decreto de 14 de abril de 1893, firmado por la Reina regente María Cristina en nombre de su hijo Alfonso XIII, fue nombrado alcalde-presidente del Ayuntamiento de Madrid.
Fue designado ministro de Hacienda, el 5 de octubre de 1871, en el gobierno presidido por José Malcampo y Monge, marqués de San Rafael, permaneciendo en el cargo hasta el 21 de diciembre del mismo año, fecha en la que volvió a ocupar la misma cartera con un gobierno presidido por Práxedes Mateo Sagasta. Cesó el 20 de febrero de 1872, con lo que fue responsable de la hacienda española tan solo durante 4 meses y medio, lo que no sorprende dada la sucesión de regímenes y gobiernos habidos en el periodo convulso del sexenio. En dichos seis años los temas presupuestarios y fiscales ocupaban el primer plano de la vida política. La herencia recibida era objeto de preocupación para los ministros de hacienda, ya que el porcentaje del déficit sobre el gasto se situaba en el nivel más alto habido desde 1845, la deuda en circulación se había disparado y el Tesoro no gozaba de confianza alguna.
En este contexto, su actividad se centró, básicamente, en los temas presupuestarios, del Tesoro público y de la situación de la deuda. Consiguió liquidar el cupón de la deuda en momentos de dificultad en las arcas públicas.
En el corto periodo de su gestión se debatió en Cortes el dictamen relativo al proyecto de ley sobre continuación del estanco del tabaco. En el debate sobre este asunto, que tuvo lugar en el Senado, el senador Laureano Figuerola, que manifestaba funesto el estanco del tabaco, defendió, sin embargo, su mantenimiento por una razón poderosa como era la situación del presupuesto del Estado. El ministro de Hacienda, Santiago de Angulo, en su respuesta al senador, consideró también una fatalidad el establecimiento de esa contribución, si bien la eliminación de esta supondría un incremento del déficit no sostenible. La renta del tabaco ascendía globalmente a unos 300 millones de reales y no se podía prescindir de tal ingreso si se estaba demandando una nivelación del presupuesto, como así era.
Otro asunto de gran importancia que tuvo que abordar fue el relativo al contrato suscrito por el Estado y el Banco de Paris, el 26 de marzo de 1870, sobre venta de bonos del Tesoro a este último, cuestión sobre la que hubo largos debates en Congreso y Senado en la legislatura 1871-72.
El ministro de Hacienda Laureano Figuerola, en dicho año 1870 había heredado una situación de déficit en las cuentas públicas que le llevó a considerar pertinente la emisión de un empréstito de dos mil millones. El citado contrato, de 26 de marzo de 1870, se celebró en virtud de un mandato otorgado por las Cortes, si bien fue objeto de importantes debates parlamentarios debido a que difería en algunos aspectos de lo mandatado. Así lo manifestaron en una importante sesión los diputados Francisco Silvela y García Gómez de la Serna. Ambos defendieron la idea de que era un contrato nulo, ya que, entre otras consideraciones, sostuvieron que el ministro Figuerola otorgó un contrato distinto del encargado por las Cortes, tanto en sus condiciones esenciales como en las accidentales. En consecuencia, el gobierno creyó conveniente para los intereses del Tesoro la rescisión del contrato y, el 18 de marzo de 1871, presentó a las Cortes un convenio con el Banco de Paris para la resolución de este. Sin embargo, las Cortes no lo aprobaron por lo que se constituyó una Comisión que elaboró un Dictamen al que se presentaron una serie de enmiendas y aunque el resultado final, en tal dictamen, difería de lo acordado en principio por el Gobierno y el Banco de Paris, era necesario adoptar una solución. Esta se dio cuando el ministro de Hacienda, Santiago de Angulo, de acuerdo con el Consejo de Ministros, sometió a la aprobación del Rey Amadeo de Saboya un proyecto de decreto en el que se autorizara, de acuerdo con el banco de París, la rescisión del contrato, con arreglo a las bases contenidas en el Dictamen de la Comisión del Congreso de fecha 30 de septiembre de 1871.
El Real Decreto se aprobó el 31 de enero de 1872 y en la misma fecha se firmó por el ministro y el representante de los bancos de Paris y Castilla el convenio de rescisión del contrato de 26 de marzo de 1870.
El ministro de Hacienda encontró, pues, una solución conciliadora con el Banco de Paris, que tuvo el reconocimiento de una población que no encontraba beneficiosa para el Tesoro la operación realizada por el ministro Figuerola.
Tras el desempeño de la cartera de Hacienda, su vida política transcurre, básicamente en el Senado. Fue senador por la provincia de Cáceres en 1872 y senador vitalicio hasta la fecha de su fallecimiento en 1900. En este largo periodo participó en diversas comisiones, presidió la Comisión Mixta inspectora de las operaciones de la deuda pública, fue miembro de las Comisiones de Presupuestos Generales del Estado, de la de cuentas generales del Estado, y de la de nombramientos y separación de los ministros del Tribunal de Cuentas, entre otras.
Bajo su mandato, como ministro, se había aprobado el Reglamento del Tribunal de Cuentas, en cumplimiento de lo dispuesto en la ley orgánica de 25 de junio de 1870, de dicho tribunal.
En 1894 fue alcalde- presidente del Ayuntamiento de Madrid.
Santiago de Angulo, casó con Carmen Olite y Bruno, natural de Luceni (Zaragoza) el 7 de noviembre de 1863.
En sesión del Senado de 25 de enero de 1900, su hermano político, el senador Manuel de Llano y Persi dio cuenta del fallecimiento de Santiago de Angulo. Tras los elogios al mismo, por su honestidad, cualidades y conducta irreprochable, se unieron al pésame el presidente Arsenio Martínez de Campos, el diputado Eguilior y el ministro de la Guerra Azcárraga.
El Senado nombró una comisión que acompañaría en el sepelio a la Sacramental de San Justo, de Madrid.
Fuentes y bibl.: Congreso de los Diputados y Senado, Diarios de sesiones, legislaturas 1871 y 1872.
J. Valero de Tornos, España en fin de siglo, Madrid, Establecimiento tipográfico “Sucesores de Rivadeneyra”, 1894, págs. 176-179; La Ilustración Española y Americana, año XXXVII, núm. XXI, pág. 371; A. Martinez Diaz, El entorno urbano del Palacio Real Nuevo de Madrid 1735-1885, tesis doctoral, E.T.S. Facultad de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid, 2003 en htpps://doi.org/10.20868/UPM. Tesis.56273; F. Comin, P. Martín Aceña y R. Vallejo, (eds.), La Hacienda por sus ministros. La etapa liberal de 1845 a 1899, Zaragoza, Prensas Universitarias de Zaragoza, 2006; S. Arbaiza Blanco Soler, “Angulo Ortiz, Santiago de” en Catálogo digital de dibujos de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando; VV.AA., Ministros y ministras de Hacienda. De 1700 a 2021. Tres siglos de historia, Madrid, Centro de Publicaciones del Ministerio de Hacienda y Función Pública, 2021; R. Castro Balaguer, “La banca francesa en la España del siglo XX”, en Estudios de Historia Económica (Banco de España), núm. 61, (2012), págs. 27-28).
Mª Victoria Malavé Verdejo
