Villar y Peralta, Ernesto. Manila (Filipinas), 6.XII.1872 – Madrid, 29.VII.1931. Coronel de Ingenieros.
Era hijo del capitán de Ingenieros Juan Villar y sobrino del general de división procedente del Cuerpo Rafael Peralta. Ingresó en la Academia General Militar de Toledo el 28 de agosto de 1888, siendo promovido a alférez alumno de Artillería en julio de 1891, pasando, a petición propia, en septiembre del mismo año, a la Academia de Aplicación de Ingenieros de Guadalajara con el indicado empleo, siendo nombrado en julio siguiente segundo teniente alumno, y el 16 de mayo de 1894, teniente del Cuerpo.
Las ideas de Unidad de procedencia, entonces muy aceptada, dieron origen a la Academia General Militar de Toledo, que se fundó sobre los restos de la antigua Academia de Infantería. Creada en 1882, se cerraba en 1893, para volver nuevamente a las Academias por Cuerpos, en el caso de los Ingenieros, la de Guadalajara. En ella (Toledo) se formaban en común durante 3 años todos los alumnos de las Armas y Cuerpos, que posteriormente pasaban a las Academias de Aplicación donde se especializaban.
Al salir del centro de enseñanza, fue destinado al 2.° Regimiento de Zapadores Minadores, del que pasó, en enero de 1896, al Batallón de Telégrafos, y en enero del año siguiente volvió al mismo regimiento. En noviembre de 1897 era destinado a la compañía de telegrafía óptica montada, que se organizó para prestar servicio en la isla de Cuba, con la cual se incorporó a La Habana el 16 de diciembre, quedando de guarnición en el castillo del Príncipe.
En abril de 1898, en el marco de la “Guerra Hispano Estadounidense”, se encargó de los trabajos de defensa de la Cabaña y de otras zonas de los alrededores de la capital. En mayo fue nombrado interventor de la red telefónica civil y dirigió la construcción de la red para enlazar la población con las obras destacadas del campo exterior. En julio construyó “fogatas defensivas” en estas, hasta agosto en que se suspendieron los trabajos.
En septiembre del mismo año de 1898 era ascendido a capitán por antigüedad, ingresando al mes siguiente en el Hospital Militar, siendo evacuado a la Península, por padecer fiebre amarilla, quedando afecto al 1.er Depósito de Reserva de Ingenieros.
En febrero de 1899 pasó destinado de nuevo al 2.º Regimiento de Zapadores Minadores, en donde se encargó de Escuelas regimentales y asistió a trabajos de Escuela Práctica y al desescombro de un polvorín destruido por una voladura, cesando en dicha unidad en octubre de 1902, por haber sido nombrado profesor de la Academia de Guadalajara. En esta primera etapa de profesorado permaneció ocho años, desempeñando varias clases y
dejando en todas ellas huella de su labor, especialmente en apuntes y textos para facilitar la enseñanza.
En octubre de 1910 cesó en el profesorado y, después de breve paso por la Comandancia de Barcelona y 3.er Regimiento Mixto de Ingenieros, fue destinado al 1.er Depósito de Reserva, en el que estuvo hasta julio de 1913, en que se le destinaba nuevamente a la Academia, en la que permaneció durante el curso completo, a pesar de su ascenso a comandante del Cuerpo. Destinado a la Comandancia de Ceuta en abril, solicitó prestar servicio durante las vacaciones (a pesar de su comisión hasta finalizar el curso) a causa de las circunstancias que reinaban en la plaza africana, a la que se incorporó definitivamente terminados los exámenes de septiembre, pasando seguidamente a encargarse de las obras de Tetuán hasta febrero de 1915, en que volvió a Ceuta por corresponderle ser ingeniero del detall. Tomó parte en varias operaciones que tuvieron lugar en 1916.
En agosto de 1918 era destinado al 2.° Regimiento de Ferrocarriles, en el que prestó servicios durante siete meses, hasta su ascenso a teniente coronel en marzo de 1919. Después de cuatro meses en este empleo, pasó al 5.° Regimiento de Zapadores Minadores, en el que tuvo ocasión de prestar servicios para el restablecimiento del orden y normalización del servicio de tranvías, con motivo de la huelga general. Nombrado en julio del último año citado, ayudante del general Peralta, jefe de la 7.ª División, con residencia en Gerona, cesó en el cargo en junio de 1920, por destino a la Comandancia de Ingenieros de Guadalajara, en la cual continuó durante todo el empleo de teniente coronel, redactando numerosos proyectos y dirigiendo obras en distintas plazas de su jurisdicción, que comprendía las provincias de Guadalajara y Soria.
En julio de 1927, promovido a coronel de Ingenieros, permaneció el resto del año en comisión en la Comandancia de Guadalajara y en dicha fecha se le nombró director de la Academia de Ingenieros, cesando en septiembre de 1928, por haberse reducido la categoría de este cargo. Fue entonces destinado a la Comandancia de Obras, Reserva y Parque de la 5.ª Región, en donde tuvo ocasión de desarrollar sus dotes de trabajo, con motivo de las obras que con carácter urgentísimo se llevaban a cabo para la construcción del edificio para la Academia General Militar de Zaragoza.
Por nueva organización de la Academia de Guadalajara, fue nombrado nuevamente director en diciembre de 1929, formando parte, con motivo de este cargo, de la Junta para estudiar el plan de estudios de las Academias de Aplicación y de la de Estudios Superiores Militares, defendiendo en ella, cuanto pudo, la tesis de que los oficiales del Cuerpo conservaran toda la capacidad técnica y científica que habían tenido desde su creación a principios del siglo XVIII.
Gravemente enfermo, sobreponiéndose a la dolencia física, para desempeñar su servicio, finalmente solicitó en julio de 1931 licencia por enfermo, en uso de la cual se encontraba en Madrid cuando falleció el 29 de ese mes y año.
Poseía las condecoraciones siguientes: dos cruces blancas de 1.ª clase del Mérito Militar; dos cruces pensionadas de igual clase y distintivo; cruz de 1.ª clase del Mérito Militar, roja; cruz de 2.ª clase de dicha orden y distintivo; cruz y placa de San Hermenegildo; cruz de San Benito de Avis, de Portugal; encomienda de Nichan Iftikhar, de Túnez; mención honorífica sencilla; medallas de Alfonso XIII, de Marruecos con pasador Tetuán, de los Sitios de Gerona y de las Cortes de Cádiz, y medalla de 2.ª, de plata, del Mérito al Trabajo.
Obras de ~: Lecciones de cimentaciones, Guadalajara, Imprenta del Memorial de Ingenieros, s.f.
Bibl.: Estados (Escalillas) del Cuerpo de Ingenieros, 1895-1932; “Biografías y Necrologías”, en Revista del Memorial de Ingenieros (diciembre de 1931); J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993; J. Carrillo de Albornoz y Galbeño, Abriendo Camino. Historia del Arma de Ingenieros, Madrid, Imprenta Grafoffset, S. L., 1997.
Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño
