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Rafael Cervela y Malvar

Biografía

Cervela y Malvar, Rafael. Santiago de Compostela (La Coruña), 10.X.1863 – Madrid, 30.III.1909. Comandante de Ingenieros.

Ingresó en la Academia de Ingenieros de Guadalajara el 2 de enero de 1880, siendo promovido a teniente de Ingenieros el 16 de julio de 1886, después de aprobar el plan de estudios reglamentario.

Desde su salida de la Academia hasta su ascenso a capitán del Cuerpo en noviembre de 1895, prestó el servicio de su clase sucesivamente en el Regimiento de Zapadores número 1, Batallón de Telégrafos y Ferrocarriles y Comandancia de Ingenieros de Pamplona, donde tomó parte activa en la construcción del fuerte de Alfonso XII.

Al ascender a capitán en noviembre de 1895, fue destinado al Ejército de Cuba, en el marco de la última guerra de emancipación de la isla, donde se le concedió el mando de una compañía de ferrocarriles de nueva creación. Desembarcó en La Habana a fines de abril de 1896, incorporándose a la línea militar de Mariel a Majana para ocuparse de los trabajos de fortificación de campaña, que le fueron encomendados, sin perjuicio del servicio de trincheras que correspondía a las tropas de su mando; contribuyó a la defensa de Artemisa (capital de la provincia del mismo nombre) en los ataques hechos contra esta plaza por los insurrectos en los días 22 de octubre y 2 de diciembre del mencionado año; dirigió durante tres meses obras de reparación en el lazareto de Mariel y, por último, en noviembre de 1896 se hizo cargo con su compañía de un tren de reparación en la línea de ferrocarril de Pinar del Río, con la misión de mantenerla expedita. En el desarrollo de su misión sufrió el capitán Cervela numerosos ataques e intervino en acciones de gran importancia, como las voladuras de tres máquinas del ferrocarril, utilizadas por los insurrectos el día 28 de enero de 1897 y 29 de junio.

En agosto de 1897 recibió orden de incorporarse con un oficial y 40 hombres de su compañía a la columna del general Maroto, para tomar parte en las operaciones y obras que debían ejecutarse en las lomas del Grillo, próximas a Madruga, y a fines de diciembre siguiente, terminada esta comisión, se unió al resto de su compañía y se trasladó a La Habana.

El 17 de enero de 1898 salió de esta capital, mandando su compañía, para embarcar en Batabanó con rumbo a Manzanillo, desde donde emprendió inmediatamente la marcha por jornadas hacia Bayamo a las órdenes del entonces coronel Federico Escario, que logró penetrar con refuerzos en la sitiada ciudad de Santiago de Cuba. Pocos días después, formando parte de la columna del coronel Ruiz, abandonó esta plaza para dedicarse a la instalación de un campamento en la orilla derecha del río Cauto. Desde el 9 de febrero, siempre de 1898, trabajó en las obras del nuevo ferrocarril de Cauto a Bayamo, hasta el 16 de abril en que, a causa de la entrada en la guerra los Estados Unidos, se suspendieron los trabajos y se comenzó a replegar y aparcar el material de puentes tendido. El 27 del mismo mes desembarcó en Santiago de Cuba, cooperando en la defensa de esta plaza contra los norteamericanos hasta el 17 de julio, en que se firmó la capitulación, permaneciendo luego durante un mes, como prisionero de guerra, en el Campamento de

San Juan antes de emprender su regreso a la Península, desembarcando en La Coruña el 31 de agosto de 1898.

Además de los citados anteriormente, Cervela intervino al final de la campaña en numerosas acciones, entre las que señalaremos las siguientes: hallándose encargado con su compañía de la explotación del ferrocarril costero de las minas de Juragúa, tuvo que conducir refuerzos el fin de junio al fuerte de Aguadores y su tren fue bombardeado por los buques americanos, que con sus disparos destruyeron la locomotora; estos mismos barcos bombardearon en los días 10 y 13 de junio el poblado de Siboney, guarnecido por el capitán Cervela; un nuevo ataque verificado el 22 precedió a la evacuación de Siboney, que ejecutaron las tropas marchando por Loma Sevilla a Santiago de Cuba, mandadas por el general Rubín, y sufriendo por su flanco derecho el fuego enemigo; en la noche del 24 salió para inutilizar el puente de Aguadores, que aquella madrugada quedó intransitable para los trenes, y una nueva voladura que se le ordenó ejecutar el 26 lo destruyó por completo; durante los días 27 de junio al 3 de julio se ocupó en fortificar y defender el flanco derecho de una posición avanzada, sufriendo ataques diariamente por mar y por tierra, y, por último, tomó parte activa en los combates que tuvieron lugar los días 11 y 12 de julio.

Una vez regresado a la Península, desempeñó el servicio de su clase en la Comisión Liquidadora de las Capitanías Generales y Subinspecciones de Ultramar y en el Ministerio de la Guerra.

Ascendió a comandante de Ingenieros el 23 de diciembre de 1908 y falleció en Madrid, poco después, el 30 de marzo de 1909.

Se hallaba en posesión de las siguientes condecoraciones: Medalla de Cuba, Cruz de 1.ª clase del Mérito Militar con distintivo rojo, dos Cruces del Mérito Militar con distintivo rojo pensionadas, Cruz de 1.ª clase de María Cristina y Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Segovia, Exps. Personales.

Estados (Escalillas) del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, 1887-1910; “Necrología”, en Revista del Memorial de Ingenieros (julio de 1909); J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño

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