Masquelet Lacaci, Carlos. Ferrol (La Coruña), 14.VII.1871 – La Junquera (Gerona), 1948. General de Ingenieros, ministro de la Guerra, jefe del Cuarto Militar del presidente de la República, jefe del Estado Mayor Central.
Hijo de Félix Masquelet y Consolación Lacaci. A los quince años ingresó en la Academia General Militar de Toledo el 29 de agosto de 1886, donde, por su aplicación y buena conducta, desempeñó el cargo de sargento galonista y cursó sus estudios hasta ser promovido a alférez-alumno de Ingenieros, en julio de 1889, pasando luego a la Academia de Ingenieros de Guadalajara, para terminar su carrera. En 1890 pasó a 2.º teniente-alumno y, finalmente, fue promovido a 1.er teniente de Ingenieros a finales de julio de 1889.
Su primer destino fue el Regimiento de Zapadores- Minadores n.º 1, donde sólo permaneció un mes y siguió al Regimiento de Pontoneros, en cuya 1.ª Compañía del 2.º batallón permaneció un año. A fin de desempeñar una comisión de servicio en Galicia, Castilla la Nueva y Burgos, el 1 de septiembre de 1892, pasó durante dos meses al Depósito de Reserva de Ingenieros de 5.º Cuerpo de Ejército. En 1894 se le expidió el título para que pudiera ejercer libremente la profesión de ingeniero y, a finales de octubre, volvió al Regimiento de Pontoneros de Zaragoza, desde donde ingresó, como alumno en la Escuela Superior de Guerra, hasta que, el 14 de abril de 1896, volvió al Regimiento de Pontoneros donde fue nombrado portaestandarte y habilitado.
Ascendió a capitán el 19 de octubre de 1897 y tomó el mando de la Compañía de Telégrafos que se organizaba en Madrid con destino a las Islas Filipinas. Sin embargo, la unidad fue disuelta y pasó a la 4.ª Compañía del Batallón de Telégrafos, desde donde volvió al Regimiento de Zapadores-Minadores n.º 1 y, el 1 de febrero de 1898, al Regimiento de Pontoneros, donde permaneció casi cuatro años.
El año 1901 formó parte de la comisión de reconocimiento de las cuencas de los ríos Gállego y Aragón y pasó a la Comandancia de Ingenieros de Ferrol, donde estuvo prácticamente once años como ingeniero del detall e ingeniero de obras, mereciendo varias felicitaciones oficiales no sólo por sus proyectos sino por la ejecución de las obras de fortificación que dirigió. Desde que ascendió a comandante, el 17 de septiembre de 1912, quedó excedente en la I Región, hasta que, en agosto de 1913, fue destinado como profesor a la Academia de Ingenieros. Dos años más tarde, regresó a la Comandancia del Ferrol, aunque alternó este destino con diversas comisiones y como profesor en la Academia de Ingenieros. Durante este período llevó a cabo los proyectos de municionamiento y organización de varias baterías de costa en las fortificaciones de Ferrol, lo que le hizo volar 174 kilómetros como observador en el globo Sirio en 1916. Después de esta hazaña contrajo matrimonio con Herminia Sisto.
Ascendido y destinado a Marruecos como teniente coronel en 1919, permaneció un año en la Comandancia de Ingenieros de Ceuta, donde prestó servicios de campaña en la zona de Ceuta-Tetuán, mientras fue jefe del Servicio Telegráfico y Telefónico y dirigió fortificaciones bajo el fuego enemigo. Después regresó a la Base Naval de Ferrol como jefe de la Comandancia de Ingenieros, enseñó de nuevo en la Academia de su cuerpo y fue profesor eventual de construcción civil e hidráulica en la Escuela de Ingenieros y Maquinistas de la Armada, por cuyo motivo se le concedió el distintivo de profesor de Marina.
En 1927 era coronel jefe de la Comandancia de Obras de la Base de Ferrol y máximo responsable de la construcción de sus fortificaciones. Siendo un reconocido técnico en fortificación, ascendió a general en 1930. Moderado, profundamente liberal y poco partidista, cumplió sus deberes con el nuevo régimen de la República tan escrupulosamente como había hecho con los anteriores, lo que le valió la confianza de Azaña, que lo identificaba con su modelo de militar profesional: técnico, estudioso y apartado de la política. En consecuencia, lo nombró para sustituir a Manuel Goded cuando, en 1932, fue cesado como jefe del Estado Mayor Central, a causa del llamado incidente de Carabanchel. Para premiar su colaboración, el 15 de febrero de 1933, el Gobierno Azaña lo ascendió a general de división, entonces la graduación máxima; por contra, a fin de desprestigiarlo, sus enemigos lo acusaron de masón, sin probarlo. Continuó como jefe del Estado Mayor Central durante el Bienio Conservador. Al producirle la revolución de octubre de 1934, el ministro de la Guerra Diego Hidalgo, pretendió sustituirlo por el general Franco, sin lograrlo, por la oposición de Lerroux y algunos ministros. Entonces, Hidalgo lo marginó y confió las operaciones a Franco, que oficialmente, sólo era comandante militar de Baleares.
Lerroux lo nombró ministro de la Guerra, en su breve Gobierno del 3 de abril, pero, el 6 de mayo, lo sustituyó Gil Robles, que lo apartó radicalmente de cualquier mando. Con el Gobierno Azaña de febrero de 1936 volvió, ser ministro de la Guerra y cuando pasó a presidente de la República, lo nombró jefe de su Cuarto Militar. Al comenzar la Guerra Civil, su moderación y prudencia sirvieron de pretexto para que los exaltados del Gabinete de Clasificación del ministerio de la Guerra, lo acusaran de fascista, consignándolo oficialmente de “indiferente”. A pesar de esta descalificación, continuó como jefe del Cuarto Militar del Presidente y, aquel mismo verano, supervisó las fortificaciones de Madrid. El 19 de julio de 1937, cumplió la edad reglamentaria para pasar a la reserva, aunque continuó como jefe del Cuarto Militar, inspector general de Fortificaciones y presidente de la Comisión de Fortificaciones. Cuando, en marzo de 1938, se hundió el frente republicano de Aragón, fue nombrado instructor del expediente instruido por la retirada del XII Cuerpo de Ejército, cometido que desempeñó con su escrupulosidad e imparcialidad habituales.
Al terminar la guerra, se exilió en Francia y el Tribunal de Represión de la Masonería le instruyó un expediente, que resultó negativo. Murió en La Junquera en 1948.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Hoja de Servicios; Archivo General de la Guerra Civil de Salamanca, Informe del Comité de Clasificación del Ministerio de la Guerra y Fondo de la Masonería; Archivo Personal de Gabriel Cardona Escanero.
M. Azaña, Memorias políticas y de guerra, Barcelona, Crítica, 1978; G. Cardona, El poder militar en España hasta la guerra civil, Madrid, Siglo XXI, 1982; M. Azaña, Diarios, 1932- 1933, Barcelona, Crítica, 1997; R. Salas Larrazábal, Historia del Ejército Popular de la República, Madrid, La Esfera de los Libros, 2006; J. Perea Capulino, Los culpables, Barcelona, Flor del Viento, 2007.
Gabriel Cardona Escanero