Bru Villaseca, Luis. Almería, 19.II.1909 – Madrid, 8.VI.1997. Físico y catedrático.
Cursa los estudios de Ciencias Físico-Químicas en la Facultad de Ciencias de la Universidad Central que concluye en 1930, y estudia dibujo en la Escuela de Artes y Oficios, con una dedicación especial a las estatuas, con objeto de preparar el ingreso en la Escuela de Arquitectura.
En 1930-1931 es profesor ayudante en la Facultad de Ciencias y continúa como profesor auxiliar de Termología con Julio Palacios Martínez durante los cursos 1931-1935. Lee su tesis doctoral (1932) en la Universidad Central, y es calificada con Premio Extraordinario. Se le concede el Premio Alonso Barba.
La Fundación Conde de Cartagena le concedió una pensión (1933) para trabajar en uno de los centros de mayor prestigio científico y docente del mundo en esa época, el Instituto Politécnico de Zúrich, donde tuvo ocasión de ver los primeros trabajos de Ruska con microscopio electrónico. Amplía estudios sobre éste con Paul Scherrer, al que consideraría siempre, junto a Palacios, como su maestro, adquiriendo importantes conocimientos de primera mano sobre este invento, del que fue posteriormente principal propulsor en España. Se le concede (1934) el Premio de la Academia de Ciencias.
En 1935 obtiene la cátedra de Física Teórica y Experimental en la Universidad de La Laguna; Luis Bru recordará con frecuencia: “En oposición con un tribunal presidido por D. Blas Cabrera”. Se convertía, así, en el primer catedrático de Física de dicha universidad.
El levantamiento del 18 de julio le sorprende en Madrid y durante la guerra vive en la casa de Blas Cabrera, exiliado en París, siendo vecino de Julio Palacios.
Posteriormente, con algunas dificultades, supera el proceso de depuración.
Accede por concurso de traslado a la cátedra de Física Teórica y Experimental de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Sevilla (1942), donde crea una escuela y se le considera como el introductor de la investigación en Física. Desarrolló sus cualidades sociales, e integrado en la sociedad hispalense, llegó a ser teniente de alcalde del ayuntamiento.
Pensionado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Imperial College de Londres, visita al físico Arturo Duperier, exiliado en Inglaterra.
Recibe el Premio Francisco Franco en 1953.
En 1955 obtiene por oposición cátedra en Madrid, junto a Salvador Velayos, en la disciplina de Física Teórica y Experimental. Introduce en España la física del estado sólido.
Adquiere especial prestigio en difracción de cristales y microscopía electrónica. Se le invita a dar conferencias en las Universidades de Atenas (1955), Ann Arbor (Michigan, 1957), Bangkok y Manila (1960), París (1960), Milán y Múnich (1962), Moscú (1967), Roma (1968) y Berkeley (1970).
Jefe del departamento de Difracción del Instituto de Óptica del CSIC. Fundó en la Universidad Complutense de Madrid la primera división de Microscopía.
El Centro de Microscopía Electrónica, que actualmente lleva su nombre, se dedica al desarrollo y aplicación de las técnicas de microscopía electrónica que comprenden desde la preparación de las muestras hasta la visualización y obtención de microfotografías, así como a la interpretación y cuantificación de imágenes.
Fue presidente del Grupo Especializado de Cristalografía de la Real Sociedad Española de Física y Química, de 1962 a 1973.
Ingresó en la Real Academia Nacional de Medicina en 1971, donde ocupó el Sillón dejado vacante por su maestro Julio Palacios Martínez. En ella presentaba todos los años al menos una comunicación que se editaba en los Anales.
Realizó una importante tarea como divulgador científico. A partir de 1983 y hasta el final de su vida publicó bastantes “Tribunas abiertas” en ABC.
Participó activamente en la conmemoración del cincuentenario de la muerte de Blas Cabrera (1995) y del centenario de Arturo Duperier (1996).
Falleció en Madrid el 8 de junio de 1997. Como anécdota harto significativa, el óbito se produjo en un día en el que se había reunido con sus amigos de golf, preparado su estancia en San Sebastián para las carreras de caballos en el hipódromo de Lasarte y concretado su viaje a Lanzarote para dictar la conferencia de clausura del curso en el IES Blas Cabrera y al finalizar la comida en un restaurante que frecuentaba.
Hombre de gustos exquisitos, en el último día reunió sus aficiones —buena gastronomía, caballos y golf— con la parte más grata de la ciencia: la divulgación, con sus recuerdos de Canarias.
Obras de ~: Introducción al estudio de la Óptica Electrónica, Tenerife, Publicaciones de la Universidad de La Laguna, 1942; Mecánica Física, Madrid, Romo, 1963; Física, Madrid, Romo, 1969; Presencia de la Física en la Medicina; la óptica electrónica, Madrid, Real Academia Nacional de Medicina, 1971; con F. González de Posada, Arturo Duperier: mártir y mito de la ciencia, Ávila, Institución Gran Duque de Alba, 1996.
Bibl.: M. Calvo Hernando, “Un gran físico y divulgador”, en El Mundo, 10 de junio de 1997; http://www.fys.es/fys/cm_ view_tnoticia.asp?id=2792.
Francisco González de Posada