Miralles Álvarez, Jaime. San Sebastián (Guipúzcoa), 1.X.1920 – Madrid, 20.I.2003. Abogado y periodista.
En julio de 1936, cuando todavía no había cumplido los dieciséis años, participó y apoyó la sublevación militar, acudiendo con tres de sus seis hermanos, Luis, Manuel y Carlos —y un grupo de cuarenta voluntarios de Renovación Española— al frente de Somosierra, donde fallecieron los tres, por lo que, finalizada la contienda, el Ayuntamiento de Madrid les dedicó la calle Hermanos Miralles.
Cursó estudios de Derecho, finalizándolos en 1944, año en que se incorporó al Colegio de Abogados de Madrid y mantuvo desde entonces una muy intensa actividad político-profesional, ligada siempre a la defensa de sus ideales y con los perseguidos por la dictadura.
De profundas convicciones monárquicas, cuya legitimidad histórica ostentaba don Juan de Borbón, fundó en 1957 junto a Joaquín Satrústegui, Vicente Piniés, Enrique Tierno y otros, el grupo monárquico Unión Española. A consecuencia de su presentación en el Hotel Menfis de Madrid, fueron sancionados gubernativamente, con multa de 25.000 pesetas.
En mayo de 1962 fue uno de los asistentes al denominado “Contubernio de Múnich”, donde se reunieron exiliados republicanos y parte de la oposición interior, siendo represaliado a su vuelta a España, despedido de la Diputación, organismo del que era abogado y confinado en la isla canaria de Fuerteventura, donde permaneció hasta mayo de 1963. En 1964 se le denegó por el ministro de Información y Turismo, Fraga Iribarne, su inscripción en el Registro Oficial de Periodistas, medida contra la que se alzó, obteniendo posterior sentencia estimatoria de la Sala Tercera de lo Contencioso Administrativo. En 1970 se le impuso, junto a otros firmantes, una sanción económica por haber dirigido al secretario de Estado de Estados Unidos, que se encontraba de visita en Madrid, un documento de protesta por la existencia de bases americanas en España.
Fueron muchas las defensas que asumió ante la Jurisdicción Militar —Consejos de Guerra— y la Jurisdicción Especial de Orden Público —Tribunal de Orden Público (TOP)— figurando en esta última con ochenta procesados y destacando siempre por su vigorosa oratoria y la cuidadosa preparación técnica de los asuntos. En septiembre de 1971 asumió la defensa de Dolores Sancho y sus dos hijos menores de edad, viuda de Pedro Patiño, miembro de un piquete de la huelga de construcción, quien en el momento de ser detenido falleció, al ser alcanzado por el disparo del arma reglamentaria de un guardia civil. Miralles elaboró un exhaustivo informe sobre dicho suceso, que remitió a diversas personalidades públicas españolas, por el que fue procesado por supuestas injurias al Ejército por la Jurisdicción Militar, ingresando en la prisión de Carabanchel; se defendió a sí mismo en el posterior Consejo de Guerra, que dictó sentencia absolutoria.
Por la Autoridad Militar se le impidió a él y a otros abogados (Gil Robles, Tierno Galván, Jiménez de Parga, Ruiz Jiménez...) que pudiesen asumir la defensa de los militares detenidos en 1975 de la Unión Militar Democrática (UMD).
Fue suya la iniciativa de llevar los féretros de los asesinados el 24 de enero de 1977 en el despacho de abogados de Atocha, n.º 55, a la sede del Colegio de Abogados de Madrid, asumiendo posteriormente la acusación particular de una de las víctimas.
Procesado en 1979 por su actuación como abogado en la defensa de unos detenidos sometidos a malos tratos y torturas policiales, se defendió a sí mismo de nuevo, siendo absuelto en 1984, año en el que igualmente obtuvo sentencia estimatoria de su petición de reingreso por la aplicación de la amnistía, como abogado en la Diputación de Madrid.
Participó activamente en 1985 en la campaña contra la permanencia de España en la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN), con motivo del referéndum convocado por el Gobierno de Felipe González y en 1986 fue miembro fundador en la creación de Izquierda Unida, en calidad de independiente, junto a otras personalidades y organizaciones sindicales y políticas.
Vicepresidente de la Sección Española de la Comisión Internacional de Juristas y del Consejo Federal Español del Movimiento Europeo, le fue concedida en 1993 la Cruz de Honor de San Raimundo de Peñafort.
Como delegado de Amnistía Internacional y de la Organización de Naciones Unidas visitó en varias ocasiones países de Latinoamérica: Venezuela, Honduras, El Salvador, Chile.
Estuvo casado en primeras nupcias con Julia Sangro Torres, fallecida en 1976, de cuyo matrimonio tuvo diez hijos, y en segundas nupcias con Pilar Lalana Ara, que falleció en 2002.
De la personalidad y estima pública que Miralles concitó a lo largo de su periplo vital son representativas las extensas y detalladas notas necrológicas que le dedicaron todos los diarios de Madrid al día siguiente de su fallecimiento, pudiendo resumirlas en lo que se decía en una de ellas: “Jaime Miralles fue un competente profesional de la abogacía, un trabajador tenaz, un monárquico cabal, un liberal clásico, un hombre afable y una buena persona”.
Bibl.: J. A. Pérez Mateos, Los confinados, Barcelona, Plaza y Janés, 1976; F. Álvarez de Miranda, Del Contubernio al consenso, Barcelona, Planeta, 1985; J. M. Toquero, Franco y Don Juan, La oposición monárquica al franquismo, Barcelona- Madrid, Plaza y Janés-Cambio 16, 1989 (2.ª ed.); F. Álvarez, F. Baeza, C. M. Bru, J. Miralles, A. Moreno y J. Satrústegui, Cuando la Transición se hizo posible, el Contubernio de Múnich, Madrid, Tecnos, 1993; T. Burns Marañón, Conversaciones sobre el Rey, Barcelona, Plaza y Janés, 1995; J. J. del Águila, El TOP, La represión de la libertad, Barcelona, Planeta, 2001; F. Reilein, Capitanes Rebeldes. Los Militares Españoles durante la transición: de la UMD al 23 F, Madrid, La Esfera de los Libros, 2002.
Juan José del Águila Torres
