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Fernando Múgica Herzog

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Biografía

Múgica Herzog, FernandoEl Poto. San Sebastián (Guipúzcoa), 13.IV.1933 – 6.II.1996. Abogado y político socialista.

Fernando Múgica Herzog fue un socialista donostiarra, abogado, luchador incansable por las libertades democráticas, judío perseverante en el reconocimiento del estado de Israel, gran orador y hombre con gran sentido del humor.

Hijo de un violinista militante de Izquierda Republicana y de una mujer francesa de origen judeopolaco. La ausencia de libertades marcó profundamente su trayectoria vital. Durante la Guerra Civil murió su padre y en el Holocausto judío asesinaron a algunos miembros de su familia. El franquismo trajo la privación de libertad, por la cual luchó denodadamente, una vez culminados sus estudios de Derecho. Tras el fin del franquismo vino la democracia, no obstante, en Euskadi el terrorismo de Euskadi Ta Askatasuna (ETA) perpetuó la ausencia de libertades, que en el caso de Fernando, supuso la muerte.

Socialdemócrata, tenía la libertad como máximo exponente. En 1964 ingresó en el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de la mano de su hermano Enrique, con quien tenía una relación simbiótica. Participó activamente en el Congreso de Suresnes (1974) –como portavoz negociador de los órganos de dirección del partido– al que, según su mujer, Mapi de las Heras, “se fue siendo el hermano de Enrique y volvió siendo Fernando Múgica”. En la clandestinidad no sólo luchó como abogado, sino que se convirtió en “el anfitrión del socialismo guipuzcoano”, alojando en su casa a un buen número de militantes. Muerto Franco, Fernando recorrió todos aquellos lugares de la memoria de la clandestinidad. Desde 1976 formó parte del Comité Federal del PSOE y desde 1984 hasta 1993 fue presidente del Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE) en Guipúzcoa.

Su identidad judía marcó su ideario. Ferviente sionista y defensor del Estado de Israel, abogó por su reconocimiento dentro del PSOE. Profundamente antinacionalista, afirmaba pertenecer al “socialismo puro”, sin etiquetas, ni siquiera la de vasquismo. Esto le hizo criticar intensamente al Partido Nacionalista Vasco (PNV) –a quienes llamaba “Kabernizale”– a Herri Batasuna –a quienes apodó “habernazis”– y a Euskadiko Ezkerra –a quienes llamó “haberlatxiz”–. Su postura ante el euskera le llevó a acuñar el concepto “euskañol”. En 1993 se opuso pública y duramente a la confluencia entre el PSE y Euskadiko Ezkerra.

Su labor como abogado fue brillante. Defendió a detenidos durante el franquismo, entre otros a Felipe González. Trabajador incansable, su labor la desarrolló fundamentalmente en los juzgados. Tenía un despacho en Donostia.

Nunca ostentó altos cargos institucionales, pues él prefería dedicarse a la abogacía. Fue miembro del Consejo General Vasco (1978) que preparó el Estatuto de Autonomía y el Concierto Económico. Fue concejal de servicios sociales en la Comisión Gestora Municipal del Ayuntamiento de San Sebastián desde donde impulsó el cambio desde la concepción de “asistencia” a la de “derecho social”. Asimismo, promovió el cambio de nombre de las calles donostiarras con denominación franquista.

Criticó ferozmente el terrorismo de ETA. Aunque en el pasado había llevado escolta, no la tenía cuando fue asesinado. Renunció a abandonar su amada Donostia, a pesar de haber tenido varios episodios que evidenciaban que ETA podía actuar contra él. Al salir de su despacho, el 6 de febrero de 1996, ETA le asesinó con un tiro en la nuca.

Su mujer Mapi, sus hijos –José María, Fernando y Rubén– su madre, Paulette y su hermano Enrique fueron su eje. De humor fino e irónico, personalidad impulsiva, fiel a sus amigos y rival de sus enemigos. Su oratoria y sus planteamientos claros le convirtieron en un personaje central del socialismo donostiarra, vasco y español.

 

Bibl.: J.M. Benegas, Recuerdo de Fernando Múgica, Madrid, Fundación Pablo Iglesias, 2011.

 

Sara Hidalgo García de Orellán

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