Recalde Díez, José Ramón. San Sebastián (Guipúzcoa), 6.VIII.1930 – 17.VII.2016. Abogado, intelectual, político.
Nació en San Sebastián, en una familia en la que el padre era un contable carlista y culto, y su madre, una bilbaína de ascendencia socialista. Cursó por libre los estudios de derecho en la Universidad de Valladolid licenciándose en 1952. Fue profesor ayudante de clases prácticas de Filosofía del Derecho en la Universidad de Madrid. Tras un periodo en que trabajó como pasante en Madrid, regresó a San Sebastián en 1957 y empezó a ejercer por su cuenta la abogacía. Dos años después, en 1959, contrajo matrimonio con María Teresa Castells, con la que tuvo cuatro hijos.
De la época que pasó en Madrid a finales de los años 50 datan sus primeros contactos con los círculos universitarios de oposición al franquismo vinculados con movimientos cristianos. Durante ese periodo llegó a integrar el núcleo constituyente (junto con Julio Cerón, Jesús Ibáñez, Fernando Romero, Raimundo Ortega) del Frente de Liberación Popular (Felipe), de cuya sección vasca (Eusko Sozialisten Batasuna., ESBA), creada en 1961 como rama federada, fue fundador y principal dirigente. Desde esta organización, Recalde desarrolló una nueva vía teórica sobre la cuestión de las nacionalidades, de corte federalista e ideología socialista, que pretendía conjugar la lucha contra la dictadura y la defensa de la clase trabajadora, con un proyecto de construcción nacional integrador y alejado del esencialismo. Dentro de esa preocupación por crear espacios de convivencia, se sitúa su participación en la fundación, en 1963, de una de las primeras Ikastolas de San Sebastián, Ikas-Bide, donde estudiaron sus cuatro hijos.
Durante los primeros años sesenta el domicilio de José Ramón y María Teresa en San Sebastián constituyó un centro de encuentro de opositores al franquismo. Entre sus amigos personales se encontraban el escritor y psiquiatra Luis Martín Santos, dirigente local del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), y Enrique Múgica, dirigente entonces del Partido Comunista de España (PCE). Mantuvo asimismo una estrecha relación con Carlos Santamaría y Koldo Michelena, conocidos intelectuales vinculados al nacionalismo. Fue en este período cuando inició su labor docente dando clases de Derecho en la Universidad de Deusto de San Sebastián, llegando con el tiempo a ser catedrático de Teoría y Sistemas Jurídicos de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de esta Universidad. Su magisterio marcó a numerosos estudiantes guipuzcoanos que durante años obtuvieron una formación política y jurídica excepcional.
En 1962 se produjeron detenciones de militantes de ESBA entre los que se encontraban María Teresa y José Ramón. En el transcurso del interrogatorio por el comisario Melitón Manzanas, Recalde fue objeto de torturas y después juzgado en Consejo de Guerra, haciendo frente a una petición de diez años, aunque finalmente la condena fue de un año y medio, que cumplió en la cárcel de Carabanchel.
Tras la salida de la cárcel, en 1963, mantuvo la militancia en el Felipe, aunque con una implicación menor, hasta la desaparición de la organización cinco años después. Sin embargo, continuó teniendo un estrecho contacto con las últimas generaciones de militantes o exmilitantes, tanto del País Vasco, como de Cataluña (Ángel Abad, Francisco Montalvo, Pasqual Maragall).
Siguió desempeñando una dilatada labor intelectual, manteniendo vínculos estrechos con diversos pensadores, como Javier Pradera, Jesús Aguirre, Fernando Claudín o Juan Benet.
En los años sesenta reinició su actividad como abogado, con una intensa labor en defensa de los perseguidos por razones políticas o sindicales. Paulatinamente fue ampliando el campo de su actividad profesional, y desde su formación jurídica contribuyó de manera destacada al desarrollo del sector de la máquina herramienta en la zona de Deba/Elgoibar/Mondragón. En los setenta, tuvo un papel relevante como abogado en el movimiento cívico de oposición a las centrales nucleares de Deba y de Lemóniz, que concitó importantes movilizaciones, lo que abandonó con ocasión de la irrupción de Euskadi Ta Askatasuna (ETA) con varios atentados y asesinatos.
En 1968 participó, junto con su esposa María Teresa e Ignacio Latierro, en la creación de la librería Lagun en la Parte Vieja de San Sebastián, que se convirtió en un referente cultural y de la lucha contra el franquismo. Esa significación cultural y política supuso que fuera atacada en varias ocasiones por grupos ultraderechistas y que recibiera numerosas sanciones administrativas.
Muerto Franco, Recalde dio un paso más en su compromiso cívico, y sin perder su vocación intelectual, asumió responsabilidades de gestión pública. En 1979 fue nombrado director de Derechos Humanos dentro del órgano preautónomico del que se dotó Euskadi, el Consejo General Vasco. Posteriormente, dentro de los gobiernos de coalición entre el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y el Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE) fue Consejero de Educación (1987-1981) y después de Justicia (1991-1995) en los dos ejecutivos presididos por Ardanza. En 1989 se afilió al PSE-PSOE, partido en el que militó hasta el fin de su vida.
El ejercicio de la vida pública no impidió que siguiera desarrollando una intensa labor intelectual, con numerosas publicaciones de libros o colaboraciones en revistas y diarios (El País y el grupo El Correo, preferentemente). El nacionalismo continuó siendo uno de sus temas preferentes de reflexión, con una aportación sustantiva desde el ánimo de construir espacios políticos comunes. Dentro de un pensamiento complejo, Recalde argumentó su idea de la nación considerada como ciudadanía, por tanto, como una sociedad de ciudadanos frente a la concepción que la entiende como una esencia superior sustentada en una idea orgánica de pueblo. Subyacía, en definitiva, el interés por facilitar espacios de convivencia de identidades distintas, a la par que la fidelidad a un Estado de ciudadanos basado en un pacto constitucional.
La principal característica que recorre el pensamiento de Recalde es el peso atribuido a la ética de los principios y su aplicación a la política como oposición a los juicios de oportunidad o valoraciones utilitaristas. Su profunda formación jurídica se manifestaba en estas ideas, que se plasmaban en la aplicación de la defensa de la regla del derecho en todas las situaciones. Ello supuso que fuera uno de los primeros intelectuales provenientes del antifranquismo que expresamente se posicionó contra ETA y su violencia. Lo hizo así en 1973 con ocasión del asesinato de Carrero Blanco, crítica que se acentuó durante la transición y la democracia. A la par, esa convicción de que la política debía regirse desde la ética y el respeto a los principios, le llevó a criticar con dureza la tortura o las actividades asesinas de los grupos derechistas y para-policiales. Consideraba Recalde que lo que define a un sistema democrático es la afirmación del Estado de derecho y que cualquier vulneración de este no hace sino degradar su propia legitimidad.
Se significó de este modo Recalde en la defensa de los valores democráticos y en la lucha contra ETA, lo mismo que la librería Lagun, lo que llevó a que tanto él como la librería de su mujer fuesen de nuevo objeto de persecución, ahora por ETA. En los años 90 Lagun fue atacada en numerosas ocasiones por grupos afines a la banda. En cuanto a Recalde, en el año 2000 sufrió un atentado de ETA del que salió milagrosamente vivo, si bien con secuelas que le duraron hasta el fin de sus días.
En sus últimos años, Recalde recibió varios reconocimientos tales como la Medalla de Oro de la Universidad de la Universidad del País Vasco en el 2003, la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio en el 2005, en tanto que en el 2008 fue nombrado miembro del Consejo de Estado.
Recalde nos dejó unas memorias reflexivas sobre su trayectoria, Fe de Vida, por las que recibió en el 2004 el Premio Comillas de Historia, que son un buen legado para quien quiera adentrarse en sus vivencias y en la hondura de su pensamiento, pero también son muestra de una visión crítica con la gente de su generación.
Obras de ~: La Conciencia de clase, Barcelona, 1967; Problemas del desarrollo, Barcelona, 1967; Integración y Lucha de clases en el neocapitalismo, Madrid, 1968; La Construcción de las naciones, Madrid, 1982; Crisis y descomposición de la política, Madrid, 1995; Fe de Vida, Barcelona, 2004.
Bibl: J. A. García Alcalá, Historia del “Felipe” (FLP, FOC y ESBA): de Julio Cerón a la Liga Comunista Revolucionaria, Madrid, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 2001; R. González Férriz, “Entrevista con José Ramón Recalde”, en Letras Libres, 30 de abril de 2005; J. M. Calleja, Para la Libertad, Madrid, Ediciones Turpial, 2007; J. Estefanía, “La decencia como política”, en El País, 16 de julio de 2016; P. Unzueta, “Fe de vida de un superviviente”, en El País, 17 de julio de 2016.
Luis Castells Arteche