Hija del director de una azucarera, creció en un ambiente conservador y católico dentro de una familia numerosa. Cubrió la etapa escolar con las Hermanas Ursulinas del colegio Virgen de Loreto, en Madrid.
En 1968 se licenció en Derecho por la Universidad Complutense, abriendo un despacho de abogados en la capital, en 1975, tras pasar un año en Londres. El servicio prestado en este despacho se caracterizó por la defensa de los derechos de la mujer y el trabajo contra la discriminación por razones de sexo, especialmente en lo referido a las causas de divorcio, cuestiones laborales y aborto. Ese mismo año, fundó el Colectivo Jurídico Femenino y la Federación de Mujeres Progresistas.
En mayo de 1980, realizó unas declaraciones cuestionando los principios del matrimonio, quedando enfrentada con el Tribunal Eclesiástico de Madrid, que vetó su presencia en él. Tras una polémica de varias semanas, y apoyada mayoritariamente por los profesionales de la abogacía, el cardenal Tarancón levantó esta prohibición.
Elegida vocal del Congreso General del Poder Judicial entre 1985 y 1990 en el cupo propuesto por el Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados, se convirtió en la primera mujer española que ocupó este cargo. Comprometida con la igualdad entre géneros, protagonizó diferentes actuaciones encaminadas a lograr una equiparación social de la mujer.
Especialmente trascendente resultó su cruce de declaraciones con el ministro de Justicia, Enrique Múgica, en 1990, al expresar públicamente su deseo de que hubiese más mujeres en el Congreso General del Poder Judicial.
Al cesar en el Consejo, retomó su actividad como abogada en el despacho que dirigía, hasta su nombramiento como ministra de Asuntos Sociales, en sustitución de Matilde Fernández, ocupando la cartera hasta que Felipe González abandonara la presidencia del Gobierno (entre el 14 de julio de 1993 y el 3 de marzo de 1996).
Durante su etapa en Asuntos Sociales, se estableció el Plan General de Actuación sobre la Inmigración, el II Plan de Igualdad de Oportunidades de la Mujer, el Plan Integral de Juventud, el Convenio bilateral de adopción de niños en Rumanía, el Acuerdo de cooperación con los Ministerios de Sanidad y de Educación para promover hábitos de vida saludable y el proyecto de Ley de Derechos del Menor. La ministra, sin embargo, no recabó los apoyos que esperaba en los proyectos de ley del Aborto y en el de la ley de Parejas de Hecho. Participó como portavoz de la Unión Europea en la IV Conferencia Mundial de la Mujer de Beijing (1995).
El 11 de octubre de 1995 se afilió al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), ocupando un escaño socialista en el Congreso en la VI Legislatura (1996-2000). Fue presidenta de la Federación Socialista Madrileña de octubre de 1997 a noviembre de 2000, renovando la condición de diputada socialista en las elecciones de 2000. En septiembre de 2003, se alejó de la línea oficial del PSOE con motivo de la crisis institucional en la Asamblea de Madrid. Más tarde, abandonaría el partido y el Grupo Parlamentario Socialista para integrarse en el Grupo Mixto del Congreso en disonancia con el pacto de gobierno establecido por el presidente socialista de la Generalitat, Pasqual Maragall, con partidos nacionalistas catalanes.
El 5 de febrero de 2004, fue nombrada presidenta del Consejo Asesor del Observatorio contra la Violencia de Género de la Comunidad de Madrid por el gobierno regional de la presidenta del Partido Popular, Esperanza Aguirre.
