Cano Portal, Luis. Málaga, 29.X.1907 – Madrid, 18.IV.1981
La trayectoria profesional de este militar estuvo marcada por tres hechos. El primero, su pertenencia a las promociones formadas en las antiguas academias específicas de cada Arma y Cuerpo, existentes hasta la creación de la Academia General Militar (AGM) en 1927. Este grupo estuvo integrado por militares que alcanzaron la edad adulta dentro de una dictadura militar, la del teniente general Miguel Primo de Rivera, que supuso la ruptura de la tradición liberal que arrancaba del siglo XIX, y que abrió la puerta de nuevo a soluciones violentas como forma de alcanzar el poder. En algunos casos, también participaron en las últimas acciones de la guerra de Marruecos, lo que les proporcionó una mística victoriosa y una perspectiva africanista de la carrera militar. Y finalmente vivieron, dentro del Ejército, las dinámicas desencadenadas durante la II República, participando activamente en muchos casos en la sublevación que desencadenó la Guerra Civil. Este conjunto de procesos históricos les convirtió en profundamente conservadores y partidarios del régimen franquista, aunque por edad, eran residuales en los escalafones en 1975, y, por tanto, habían perdido toda capacidad de intervenir en el proceso de toma de decisiones políticas desde posiciones de fuerza cuando se inició el proceso de cambio político. La segunda, su carácter de militar azul –falangista–, lo que le permitió disfrutar de algunos destinos relevantes durante el franquismo y le llevó a participar en actividades políticas. Y la tercera, una carrera militar carente de hechos sobresalientes que le impidió alcanzar los empleos más altos del escalafón.
Dentro de su trayectoria vital se pueden distinguir cuatro etapas. La primera abarcó los últimos años del reinado de Alfonso XIII (1902-1931) y la II República (1931-1936), y definió su carácter de militar africanista. Desde su salida de la Academia de Infantería de Toledo el 8 de julio de 1926 con el empleo de segundo teniente hasta el estallido de la Guerra civil el 17 de julio de 1936, permaneció casi ininterrumpidamente en Marruecos, participando primero en las acciones bélicas que culminaron con la victoria en 1927, y posteriormente ejerciendo funciones de instructor sobre las Mehal-las –tropas del sultán de Marruecos al servicio de España–. Fue en este periodo cuando entró en contacto con Falange Española y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (FE de las JONS)
La segunda etapa fue la Guerra Civil. Cano Portal, teniente desde el 8 de julio de 1928, se sublevó el 17 de julio de 1936, participando a partir de ese momento en diferentes acciones bélicas y ejerciendo funciones de profesorado en la Academia de Alféreces Provisionales en Dar Riffien (Tánger). Durante la contienda, ascendió por antigüedad al empleo de capitán el 11 de marzo de 1937. Sin embargo, no consiguió ninguna recompensa importante, ya fuera en forma de ascenso por méritos de guerra o de condecoración, lo que, unido a su edad, iba a lastrar su carrera posterior; viéndose superado en el escalafón por militares más jóvenes procedentes de las promociones de la Academia General Militar (AGM) –1927-1931–.
La tercera etapa se desarrolló durante el franquismo. El 1 de abril de 1939, el entonces capitán de Infantería Cano Portal era un militar de confianza política de la dictadura, lo que explicaría su destino en la Casa Militar de S.E. el Jefe del Estado, quedando bajo su mando la compañía mixta del Regimiento de la Guardia de S.E. el Jefe del Estado y Generalísimo de los Ejércitos hasta 1941. Ese mismo año, y a diferencia de otros oficiales y jefes que se presentaron voluntarios para servir en la División Azul, Cano Portal solicitó su ingreso en la Escuela de Estado Mayor; de la que saldrá tres años después como diplomado de estado Mayor y con el empleo de comandante al que había ascendido el 15 de febrero de 1943. Durante los once años siguientes, estaría destinado en el Estado Mayor del Ejército hasta 1953 y posteriormente ejercería de profesor en la Escuela de Estado Mayor del Ejército hasta su ascenso a teniente coronel el 12 de abril de 1954. Con este empleo, ejerció de agregado militar de las Fuerzas armadas (FAS) en el Próximo Oriente y como jefe de Estado Mayor del Ejército del Norte de África. Más importantes fueron los destinos que recibió tras su ascenso a coronel el 11 de mayo de 1962. Así, su correligionario azul, el entonces general de brigada de Infantería, entonces director de la AGM, solicitó su colaboración como coronel-jefe de estudios; ejerciendo este destino entre 1964 y 1966. A partir de esa fecha, se convirtió en coronel-jefe del Regimiento de la Guardia de S.E. el Jefe del Estado y Generalísimo de los Ejércitos, un destino de gran confianza política. El 17 de marzo de 1967, poco antes de cumplir los sesenta años –edad reglamentaria a la que los coroneles pasaban a situación B, terminando su servicio activo en el Ejército–, fue ascendido a general de brigada de Infantería. Este ascenso no sólo le permitió disfrutar de un destino importante como fue la Jefatura del Estado Mayor de la I Región Militar, sino también permanecer en el Ejército. Pues, al alcanzar los sesenta y dos años, y sin que fuera posible su ascenso a general de división –no reunía las condiciones para ello–, fue nombrado director del Servicio de Publicaciones del Estado Mayor Central del Ejército al pasar a situación B.
En los últimos años de la dictadura, participó, junto con otros militares azules como los tenientes generales Alfonso Pérez Viñeta, Tomás García Rebull, Carlos Iniesta Cano y Ángel Campano López, en los intentos de controlar los principales destinos dentro del Ejército, para evitar así cualquier modificación del régimen franquista. Sólo pudieron situar a Campano López al frente de la Dirección General de la Guardia Civil.
La cuarta etapa se desarrolló durante la Transición. En este periodo, Cano Portal se mostró como uno de los militares más opuestos al proceso de cambio político y más favorable a una intervención castrense que acabase con la incipiente democratización de España. Esta actitud la manifestó de dos formas. La política, a través de su cercanía al líder de Fuerza Nueva Blas Piñar y su labor de articulista –con los pseudónimos de Jerjes y Sparos– en el diario de extrema derecha El Alcázar. Precisamente, uno de esos textos, titulado “¡Actualizar las ordenanzas!, ¿para qué?”, publicado el 10 de noviembre de 1977, y donde criticaba la reforma de las Ordenanzas Militares de Carlos III, le costo el cese de su cargo al frente del Servicio de Publicaciones del Estado Mayor Central del Ejército y un arresto de dos meses y un día.
La segunda fue su participación en diversas tramas involucionistas. Así, el 8 de marzo de 1976, participó en la reunión que tuvo lugar en el domicilio de Pérez Viñeta, y a la que asistieron Iniesta Cano y los monárquicos tradicionalistas teniente general Fernando de Santiago y Díaz de Mendivil, vicepresidente primero del Gobierno para Asuntos de la Defensa, y el general de división Tomás Liniers y Pidal, comandante general de Melilla, para discutir el deterioro de la situación interior de España que se había producido desde la muerte de Franco, y la necesidad de rectificar la línea política del Gobierno de Carlos Arias Navarro. Para ello, acordaron enviar un escrito al Rey, donde se plasmasen las inquietudes del Ejército y se pidiese ese cambio político. El escrito, redactado bajo la supervisión del propio Pérez-Viñeta y con la aprobación del teniente general De Santiago, fue presentado al Jefe del Estado, y éste, ante la tesitura que se le presentaba, recomendó al militar que se atuviera a sus competencias, y no se entrometiese en las del presidente del Gobierno. También se le vinculó con la trama azul, encabezada por José Antonio Girón de Velasco e Iniesta Cano que financió y apoyó la operación del teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero Molina, con la que se desencadenó el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981.
Luis Cano Portal murió el 18 de abril de 1981 en Madrid.
Fuentes y bibl.: Boletín Oficial del Estado, Escalillas del Arma de Infantería (Instituto de Historia y Cultura Militar); Hoja de Servicios del general de brigada de Infantería Luis Cano Portal (Archivo General Militar de Segovia).
R. Muñoz Bolaños, 23-F: los golpes de Estado, Madrid, Ultima Línea, 2015; “Deconstruyendo la figura del ex teniente coronel Antonio Tejero Molina”, en Aportes: Revista de Historia Contemporánea, 90 (2016), págs. 137-173; “El gran bastión del Franquismo: el Ejército español en 1975”, en Pasado y Memoria: revista de Historia Contemporánea, 15 (2016), págs. 255-279; “«Manipulada y culpabilizada»: la prensa de extrema derecha y la Solución Armada: Una nueva interpretación”, en Stvdia Historica Historia Contemporánea, 34 (2016), págs. 371-401; F. Puell de la Villa, Gutiérrez Mellado. Un militar del siglo XX (1912-1995), Madrid, Biblioteca Nueva, 1997; J. L. Rodríguez Jiménez, “La prensa de extrema derecha en la transición del franquismo a la democracia (1973-1982)”, en El Argonauta Español, 9 (2012), págs. 1-39.
Roberto Muñoz Bolaños