Muñoz, Miguel. Poyatos (Cuenca), ¿1490? – Valladolid, 13.IX.1553. Obispo de Tuy y Cuenca, consejero de Inquisición, oidor de la Chancillería de Granada, presidente de la Real Audiencia y Chancillería de Valladolid.
Fue colegial de San Bartolomé en Salamanca desde el 4 de octubre de 1521, obteniendo el grado de bachiller en Cánones. Obtuvo, posteriormente, el de licenciado en la misma Facultad, siendo nombrado oidor de la Chancillería de Granada. Fue doctoral de la Catedral de Coria, capellán mayor de la Capilla Real de Granada y miembro del Consejo Supremo de la Inquisición. El 28 de enero de 1540 fue nombrado obispo de Tuy. El emperador Carlos V le encargó realizar la visita de la Chancillería de Granada, que conocía bien como oidor que había sido ella. Antes de concluir este oficio, el Emperador le nombraba presidente de la Chancillería de Valladolid, siguiendo la tradición de que se tratase de un prelado. Era el año de 1542.
La definitiva organización del Tribunal de la Chancillería se realizó en este mencionado año, como consecuencia de la visita que había realizado Juan de Córdoba. Fueron años en que Valladolid, sede preferencial de la Corte, ganó un importante papel político, sobre todo cuando el príncipe Felipe contaba con poderes de “gobernador” en 1543 y, sobre todo, cuando éste fue llamado por su padre, el Emperador, para que realizase el “felicísimo viaje” por sus dominios europeos. Cuando salió el futuro Felipe II hacia los Países Bajos, de la regencia se encargó su hermana la princesa María y su esposo, el archiduque Maximiliano de Austria, reyes de Bohemia.
Tras la muerte del que había sido obispo de Cuenca, Sebastián Ramírez de Fuenleal, a Miguel Muñoz se le encargó el gobierno de esta diócesis. Era el 12 de abril de 1547. Precisamente, Ramírez de Fuenleal había sido también obispo de Tuy y presidente de la Chancillería de Valladolid, oficio que había abandonado cuando se le encomendó a su vez el gobierno de la diócesis de Cuenca, cargo en el que se mantuvo hasta que murió en enero del mencionado año de 1547. En el caso de Miguel Muñoz, mantuvo ambos cargos de presidente de la Chancillería de Valladolid y obispo de Cuenca. Sin embargo, falleció fuera de su diócesis, en la ciudad del Pisuerga, el 13 de septiembre de 1553, siendo enterrado en el Convento de las monjas franciscanas de Santa Clara, una de las casas de religiosas más antiguas de la ciudad. Sus restos no permanecieron en Valladolid, pues fueron finalmente trasladados el 12 de octubre de 1558 y ubicados en la capilla mayor de la Catedral de Cuenca. Como era habitual, también habría de realizar labor de patronato en su Iglesia, cuando fundó y dotó unas capellanías para sacerdotes de su linaje. No podía olvidar su cuna de nacimiento y por eso, impulsó la reedificación de la parroquia en la que había sido bautizado, en la localidad de Poyatos. Allí, fundó un depósito de mil fanegas de trigo.
Tras la muerte de Miguel Muñoz, la Chancillería no contó con presidente, siendo regida por un oidor-decano. El nombramiento del sucesor del obispo Muñoz no la realizó Felipe II hasta 1557, en que eligió al obispo de Ávila, Diego de Álava y Esquivel.
Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Provincial (Valladolid), escribanía de Juan de Roças, legs. 264 y 265.
A. González Palencia (ed.) y M. López, Memorias históricas de Cuenca y su obispado, recogidas y ordenadas por Mateo López, vol. I, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Jerónimo Zurita, y Cuenca, Ayuntamiento, 1949, págs. 237-239; M.ª A. Varona García, La Chancillería de Valladolid en el reinado de los Reyes Católicos, Valladolid, Universidad, 1981; M.ª S. Martín Postigo, Los Presidentes de la Real Chancillería de Valladolid, Valladolid, Institución Cultural Simancas, 1982, págs. 44-45; H. Priego Sánchez-Morate y J. A. Silva Herranz, Diccionario de personajes conquenses (nacidos antes del año 1900), Cuenca, Diputación Provincial, 2002.
Javier Burrieza Sánchez
