Alcaraz, Bernardino de. ?, 1484 – Toledo, 2.XI.1556. Doctor en Decretos, maestrescuela de la catedral de Toledo y canciller de la universidad toledana.
Miembro de la familia judeoconversa de los Zapata toledanos, formada principalmente por clérigos y regidores de la ciudad, fue el quinto hijo varón de Fernán Álvarez de Toledo, secretario de los Reyes Católicos, y de Aldonza de Alcaraz. Sobrino carnal del maestrescuela Francisco Álvarez de Toledo Zapata, fundador del Colegio de Santa Catalina, futura universidad de la urbe del Tajo, Alcaraz tuvo diez hermanos: Antonio Álvarez de Toledo, Diego López de Toledo (comendador de Herrera), Juan Álvarez de Toledo (arcediano de Écija y maestrescuela toledano), Fernando Álvarez de Toledo, Francisco Álvarez de Toledo, Pedro Zapata, Catalina, Constanza, Isabel y María de Toledo.
Tras la muerte del príncipe Juan el 4 de octubre de 1497, el secretario Fernán Álvarez, temiendo perder su valimiento en la Corte, se apresuró a buscar nuevas y rápidas prebendas para sus hijos. Y así, Bernardino, dedicado por sus padres a la carrera eclesiástica, el 21 de octubre de 1497, cuando contaba trece años, consta en un documento como canónigo de Sevilla y aspirante fallido al arciprestazgo de Requena en la parroquia de San Salvador de esa villa valenciana. En el testamento de sus progenitores, de 16 de julio de 1499, se le cita como canónigo de Toledo y Sevilla y se le recomienda que sea buen clérigo y reciba órdenes lo más presto que pueda hasta presbítero. De ello se deduce que Alcaraz, con quince años, ya era titular de dos espléndidas canonjías, sin haberse ordenado aún. En tiempos del cardenal Cisneros, además de su puesto como canónigo toledano, ostentaba el cargo de administrador de la capilla de Pedro Tenorio, en la catedral primada. Fallecido Francisco Álvarez de Toledo Zapata en 1523, su sobrino Juan Álvarez, arcediano de Écija, canónigo en la Primada y cura de la toledana iglesia de San Salvador, pasó a desempeñar los oficios de maestrescuela en la catedral y cancilleruniversitario. Al morir éste el 25 de julio de 1546, su hermano Bernardino de Alcaraz, siendo ya seguramente doctor en Decretos, le sucedió en sus cargos. A partir del 23 de julio de 1547, comenzaron en la catedral toledana las votaciones del Estatuto de limpieza de sangre propuesto por Silíceo. Lógicamente, dados los orígenes judeoconversos de la familia: el maestrescuela Alcaraz y sus parientes, el capiscol Bernardino Zapata (hijo de su primo hermano Juan Álvarez Zapata), el capellán mayor Rodrigo Zapata (hijo de su primo hermano Francisco Álvarez Zapata), y el doctor Pedro de Peralta (hijo de su prima hermana Isabel Zapata), siempre votaron en contra.
En aquel mismo año, a primeros de octubre, dotó dos capellanías en el Colegio de Santa Catalina (Universidad de Toledo). Una de ellas fue para el helenista Álvar Gómez de Castro, que abandonó Alcalá de Henares y para quien Alcaraz instituyó una cátedra de Griego.
Hombre, según sus contemporáneos, de brillante inteligencia y extraordinario mecenas, fue elogiado en sus versos por Gregorio Hernández de Velasco y el referido Álvar Gómez, quien le dedicó numerosos poemas en sus Edyllia (1558). Otorgó testamento en Toledo, el 5 de marzo de 1556, al que añadió un codicilo el 28 de octubre de ese año. Fallecido el 2 de noviembre, a los setenta y dos años, fue enterrado en la capilla del Crucifijo, anexa a la capilla de Santa Catalina, en la toledana parroquia de San Salvador. Juan Correa de Vivar retrató como donantes a Bernardino y a su hermano Juan Álvarez, en el retablo del Calvario de su capilla funeraria.
Bibl.: M.ª C. Vaquero Serrano, Una posible clave para el Lazarillo de Tormes. Bernardino de Alcaraz, ¿el arcipreste de San Salvador?, Ciudad Real, Oretania, Serie minor, 2000; Fernán Álvarez de Toledo, Secretario de los Reyes Católicos. Genealogía de la toledana familia Zapata, Toledo, 2005; El libro de los maestrescuelas. Cancelarios y patronos de la Universidad de Toledo en el siglo xvi, Toledo, 2006.
María del Carmen Vaquero Serrano
