González, Antonio. Palencia, c. 1530 – Valladolid, 9.VII.1602. Presidente de la Audiencia de Guatemala, presidente de la Audiencia de Santafé del Nuevo Reino de Granada, consejero de Indias.
Hijo de Toribio González y de María González, vecinos de Pedraza de Campos.
Estudió en la Universidad de Salamanca y una vez graduado de bachiller ingresó a su colegio mayor de San Salvador de Oviedo (6 de agosto de 1557), graduándose de licenciado en Cánones (10 de enero de 1558) y de doctor en Leyes (5 de agosto de 1558) y allí llevó la cátedra de Clementinas.
Inició sus servicios como oidor en la Audiencia y Chancillería Real de Valladolid y desde allí pasó a la de Granada (1564) en igual plaza, manteniéndose en ella hasta que fue destinado a servir la presidencia de la Real Audiencia de Guatemala (31 de mayo de 1568), que se había mandado volver a establecer pocos meses antes (15 de enero de 1568), a cuyo destino pasó, previa la licencia de rigor (6 de febrero de 1569), en compañía de su mujer, dos hijos y un crecido número de criados y con la comisión de residenciar al gobernador de aquella provincia Francisco de Briceño y a sus oficiales (15 de enero de 1569). Realizó el viaje en compañía de los oidores fundadores Jofré de Loayza, Valdés de Cárcamo y Azcoeta, con quienes arribó al Nuevo Reino de Granada en los últimos meses de 1569, dirigiéndose desde Trujillo a Puerto Caballos y desde allí a la ciudad de Guatemala, a donde entraron a principios del año siguiente (5 de enero de 1570).
Nada más tomar posesión del gobierno hizo publicar la residencia de su antecesor, cuya sentencia pronunció en breve tiempo (4 de abril de 1570), condenándole en suspensión de oficio por cuatro años y en 4.000 pesos, y procedió a la instalación de la Real Audiencia, respecto de cuyas actuaciones y ceremonial cuidó especialmente de que siguiere el de la Chancillería de Granada: “Convendría para mayor autoridad de ellas y decoro de los mismos jueces, que no es de poca consideración para la administración de justicia, que V. M. mandase se tuviese mucha quenta con las ceremonias que guardan los jueces en las audiencias de España, ansí en los acuerdos como fuera dellos, y aunque por mí se han hecho las diligencias que soy obligado advirtiendo de lo que se hace en Granada, todavía importara que V. M. lo mande”. Se mantuvo en este oficio hasta la visita efectuada a aquel tribunal por su sucesor Pedro de Villalobos (26 de mayo de 1572), quien le tomó residencia, en la que fue condenado en 880.000 maravedís, de los que la parte que aún no pagaba le fue perdonada posteriormente (18 de diciembre de 1576).
Había sido promovido a la presidencia de la Real Audiencia de Charcas (13 de diciembre de 1573), pero no llegó a servirla, pues fue privado de este empleo como consecuencia de los cargos que se le pusieron en la visita y residencia del tiempo que había estado en Guatemala. Regresó a los reinos de España y allí logró que se le concediera una plaza en el Consejo de Indias (27 de octubre de 1584), pero la sirvió corto tiempo, pues nuevamente fue destinado a una presidencia indiana, esta vez a la de Santafé del Nuevo Reino de Granada con expresa comisión de reparar los agravios y excesos que se habían cometido por los gobernadores anteriores (8 de octubre de 1587). Embarcó en la bahía de Cádiz dos años más tarde (13 de marzo de 1589) y después de haber desembarcado en Cartagena, permaneció allí algún tiempo ocupado en enterarse del estado en que se hallaban los naturales del distrito y, para remediar los agravios y vejaciones que recibían, formó unas Ordenanzas para los encomenderos de dicha provincia (10 de diciembre de 1589) y promulgó una “tasa” de los tributos de sus indios, y, de camino a Santafé, dio otras Ordenanzas y “tasa” similares para los encomenderos de la villa de Tolú (30 de diciembre de 1589) y respecto de ellos dictó otra Ordenanza para que los hijos de los encomenderos no estuvieren en los repartimientos (28 de enero de 1590), y a su paso por Mompox hizo publicar unas Ordenanzas para los encomenderos y para la boga del río Grande de la Magdalena (17 de febrero de 1590). Entró, finalmente, a la ciudad de Santafé ya avanzado el año de 1590 (29 de marzo de 1590) y allí también hizo publicar unas Ordenanzas para los encomenderos (18 de abril de 1590) y en el año siguiente entendió en la confirmación de algunas encomiendas, previa las composiciones necesarias, y en el asiento de las alcabalas del reino.
Tras siete años de estancia en el Nuevo Reino de Granada, se le dio licencia para regresar a España (9 de octubre de 1596), la que recibió en el año siguiente (8 de mayo de 1597), pero con orden de esperar a su sucesor, el doctor Francisco Sande, a quien entregó el gobierno meses más tarde (28 de agosto de 1597), tras lo cual permaneció en Santafé ocupado en las diligencias de la residencia que le tomaba su sucesor, para, posteriormente, dirigirse a Cartagena de Indias a embarcarse rumbo a los reinos de España (1598) y, una vez allí, se dirigió a Valladolid y se reintegró al servicio de su plaza en el Consejo de Indias, en la que permaneció hasta su muerte.
Había contraído primer matrimonio con Francisca del Palacio, unión de la que nacieron Antonio González, que le acompañó a las Indias (1569) y pereció en el viaje de vuelta a los reinos de España (1590), y María González, que también le acompañó a Guatemala (1569) y fue la única hija legítima que le sobrevivió, radicándose en Valladolid. Enviudó en los reinos de España, antes de su paso a Indias, y contrajo segundo matrimonio con Catalina de Gálvez y Téllez, natural de Antequera, hija del doctor Hernando de Gálvez, juez de la Audiencia de los Grados de Sevilla (1576) y oidor en Granada (1581), y de María de Segura. Esta segunda mujer fue con él a Guatemala (1569). Además de su descendencia matrimonial, en su testamento declaraba que “huve un hijo de traviesa” llamado Juan González, que residía en Osuna en casa de su hija María.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (Sevilla), Contratación, 5.536, l. 3, fol. 346v.; Contratación, 5.537, l. 3, fols. 383r. y 386v.; Charcas, 418; Guatemala, 9B, r. 9, n. 31, 32, 37, 41; Guatemala, 9B, r. 10, n. 44; Guatemala, 9B, r. 11, n. 65, 66, 67, 68, 69; Guatemala, 10, r. 1, n. 12; Guatemala, 10, r. 3, n. 27; Guatemala, 41, n. 42; Indiferente General, 426, l. 26, fols. 21r.-21v.; Indiferente General, 738, n. 247; Justicia, 319; Patronato, 292, n. 3, r. 111; Santa Fe, 17, r. 6, n. 37, 38, 41; Santa Fe, 17, r. 8, n. 48; Santa Fe, 17, r. 14, n. 137; Santa Fe, 17, r. 15, n. 146; Santa Fe, 56A, n. 20; Archivo General de Simancas, Quitaciones de Corte, leg. 8; Archivo Histórico de Protocolos (Madrid), prot. 2.109, fols. 155r.-185v.
F. Ruiz de Vergara y Álava y J. Roxas y Contreras, Historia del Colegio Viejo de S. Bartholomé, Mayor de la célebre Universidad de Salamanca. Vida del Excmo. y Rmo. Sr. Don Diego de Anaya y Maldonado Arzobispo de Sevilla, su fundador, y noticia de sus Ilustres Hijos. Primera parte. Escrita por el Illmo. Sr. D. Francisco Ruiz de Vergara y Alava [...] Corregida y aumentada en esta segunda edición por Don Joseph de Roxas, y Contreras, Marqués de Alventos [...], Madrid, por Andrés Ortega, año de 1766, fol. 58; E. Schäfer, El Consejo Real y Supremo de las Indias. Su historia, organización y labor administrativa hasta la terminación de la Casa de Austria, I, Sevilla, Universidad, 1935, págs. 111, 153, 185 y 356; El Consejo Real y Supremo de las Indias, II, Sevilla, Escuela de Estudios Hispanoamericanos, 1947, págs. 75, 153, 326, 473, 498 y 504; J. M.ª Fernández Catón, “El Colegio Mayor de San Salvador de Oviedo de la Universidad de Salamanca. Catálogo de sus colegiales”, en Studium Legionense, 1 (1960), pág. 292; A. M.ª Carabias Torres, “Catálogo de colegiales del Colegio Mayor de Oviedo (Siglo xvi)”, en Studia Historica. Historia Moderna, III (1985), pág. 85; P. Gan Giménez, La Real Chancillería de Granada (1505-1834), Granada, Centro de Estudios Históricos de Granada y de su Reino, 1988, pág. 248.
Javier Barrientos Grandon