Ayuda

Cristóbal de Molina

Biografía

Molina, Cristóbal de. El Almagrista. Leganiel (Cuenca), 1494 − Santiago de Chile (Chile), 1580. Clérigo presbítero y cronista de la conquista del Perú.

Se sabe que viajó por Flandes e Italia, lugares periféricos de la Monarquía española, antes de pasar al continente americano. Residía en la isla de Santo Domingo cuando Hernando Pizarro informó a los oidores de la Real Audiencia acerca de la conquista del Imperio de los Incas, el 23 de noviembre de 1533.

Pasó entonces a Panamá, donde intervino en la frustrada expedición del licenciado Gaspar de Espinosa a los términos del río San Juan; pero en abril de 1535 se encontraba ya en la recién fundada Ciudad de los Reyes (Lima).

Acompañó al adelantado Diego de Almagro en la expedición colonizadora de la Nueva Toledo, o sea, los confines de Chile, jornada en la cual le dio un caballo que aquél acreditaría en su testamento. Nuevamente en Lima, después de la batalla de las Salinas (1538), se desempeñó como vicario de la parroquia del Sagrario y sochantre de la catedral. Hallándose en esta ciudad, alrededor de 1552, escribió la Relación de la conquista y población del Perú, un texto por el cual ha ganado fama póstuma. Acompañaba su escrito de un mapa o colección de pinturas que desgraciadamente no se han conservado.

Con el gobernador García Hurtado de Mendoza marchó por segunda y definitiva ocasión a Chile, en el verano de 1557. Se halló en la fundación de la ciudad de Mendoza, y permaneció después en Santiago, con el cargo de vicario general. Para diferenciarlo del otro Cristóbal de Molina del siglo XVI, que fuera cura en la parroquia de Nuestra Señora de los Remedios del Cuzco, se le moteja como El Almagrista o El Sochantre.

Su Relación de la conquista y población del Perú fue dada a conocer en la segunda mitad del siglo XIX por Diego Barros Arana, a base de una transcripción del manuscrito guardado en el Archivo General de Simancas, que se publicó en la revista científica y literaria Sud-América (Santiago de Chile, 1873, vol. I, 62 págs.). Esta publicación adolecía de muchas omisiones y errores, los cuales trataron de ser subsanados en la primera edición crítica: “Relación de la conquista y población del Perú, por Cristóbal de Molina, sochantre de la catedral de Santiago de Chile”, en Colección de libros y documentos referentes a la historia del Perú (vol. I. Anotaciones y concordancias por Horacio H. Urteaga. Noticias biográficas y bibliográficas por Carlos A. Romero, Lima, Sanmarti, 1916, XXI, 215 págs.).

Siguiendo la postura del erudito chileno Tomás Thayer Ojeda (1920), en abierta contradicción con el peruano Carlos A. Romero, varios investigadores han puesto en duda la autoría de Molina sobre dicha obra, atribuyéndola en cambio al clérigo seglar Bartolomé de Segovia, quien fue también testigo de la expedición de Almagro a la Nueva Toledo. Es un hecho que fray Bartolomé de las Casas utilizó numerosos pasajes del texto en su Apologética histórica sumaria, de aproximadamente 1555-1559, citándolos como provenientes de “un seglar”.

La Relación contiene noticias de la conquista del Tahuantinsuyo desde los hechos de Cajamarca hasta los inicios de las contiendas entre Pizarro y Almagro. En el intermedio desfilan numerosas descripciones de la población nativa, de la cultura incaica y, principalmente, de los avatares de los españoles durante los primeros años de la colonización. En muchos pasajes se hace evidente la simpatía del autor por la población vencida y su convicción de que era factible incorporar a los indígenas como súbditos cristianos, para mayor gloria de la Corona y de la Iglesia. Esa preocupación por el bienestar de los nativos se expresa inclusive en términos numéricos, al hacer un recuento de la despoblación ocasionada por la presencia de los conquistadores.

Asimismo, compara el orden prehispánico al de la conquista en términos de decadencia. Y advierte que la eficiencia de los caminos, del sistema tributario, del servicio en mano de obra retribuida y de los depósitos, se ha perdido definitivamente.

No es, sin embargo, un texto de oposición a la empresa ultramarina, sino una propuesta de mejoramiento de las condiciones materiales y espirituales de las comunidades nativas. En definitiva, la Relación de la conquista y población del Perú cumple con manifestar la necesidad imperiosa de transformar a la población indígena según los moldes culturales españoles, apostando para ello al proyecto más cauto, el del control directo de la Corona y de la Iglesia en la tarea conquistadora.

 

Obras de ~: “Conquista y población del Pirú”, en Boletín de la Academia Chilena de la Historia (Santiago de Chile), n.º 7 (1936), págs. 9-24; “Destrucción del Perú”, en Las crónicas de los Molinas, pról. de C. A. Romero, Lima, D. Miranda, 1943, págs. 1-88; “Conquista y población del Perú, o Destrucción del Perú”, en Biblioteca peruana: primera serie, III, Lima, Editores Técnicos Asociados, 1968, págs. 299-372; “Relación de muchas cosas acaescidas en el Perú”, en Crónicas peruanas de interés indígena, ed. Francisco Esteve Barba, Madrid, Atlas, 1968, págs. 57-95.

 

Bibl.: C. A. Romero, “Los dos Cristóbal de Molina”, en Revista Histórica (Lima), vol. 6 (1919), págs. 71-87; T. Thayer Ojeda, “Las biografías de los dos “Cristóbales de Molina”, ed. de C. A. Romero, en Revista Chilena de Historia y Geografía (Santiago de Chile), n.º 40 (1920), págs. 1-46; R. Porras Barrenechea, Los cronistas del Perú (1528-1650) y otros ensayos, ed., pról. y notas de F. Pease G. Y ., Lima, Banco de Crédito del Perú, 1986; H. Priego Sánchez-Morate y J. A. Silva Herranz, Diccionario de personajes conquenses (nacidos antes del año 1900), Cuenca, Diputación Provincial, 2002.

 

Teodoro Hampe Martínez