Olmedo Mauri, José Joaquín. Guayaquil (Ecuador), 20.III.1780 – 1.II.1847. Político, diplomático y poeta.
Nació en una de las principales familias guayaquileñas de fines del siglo xviii. Estudió en Quito y en Lima, donde obtuvo el título de abogado. En 1817 casó con la patricia guayaquileña María Rosa Icaza y Silva. Tuvo tres hijos.
En 1810 fue electo diputado por la provincia de Guayaquil a las Cortes de Cádiz, en donde se pronunció como detractor del sistema de movilización de mano de obra indígena conocido como la mita. Posteriormente se destacó en el movimiento de independencia de Guayaquil. Formó parte del triunvirato que rigió sus destinos hasta que la provincia fue incorporada de facto por Bolívar a Colombia. Según algunos estudiosos del tema, habría sido partidario de mantener independiente a Guayaquil, más que de su agregación a Colombia o Perú. Mantuvo relaciones personales con las más destacadas figuras de la emancipación americana. Hacia 1822 fue nombrado representante por el departamento de Puno ante la primera asamblea constituyente del Perú. Años más tarde ejercería de ministro plenipotenciario de esta misma nación ante Londres y París. Su misión duró hasta 1828.
De vuelta al país, fue uno los principales actores de la vida pública ecuatoriana de la época. Junto con Juan José Flores y Vicente Rocafuerte, dominaron indiscutiblemente la escena política de los primeros quince años de vida de la nación. Aunque fue un fiel representante de los intereses guayaquileños, contribuyó a mantener los frágiles equilibrios regionales en un país todavía muy poco cohesionado. Participó en la primera asamblea constituyente de Riobamba. Fue elegido vicepresidente de la República y gobernador de la provincia del Guayas en dos ocasiones. En 1831 renunció al primero de estos cargos. Fue el artífice de alianzas estratégicas entre los principales políticos de la época. Durante un buen tiempo creyó firmemente en que Flores era el único líder capaz de poner orden y concierto en una república al borde del caos y en bancarrota. Su apoyo, sin embargo, no fue incondicional. Se mantuvo crítico ante las actuaciones de éste. Finalmente rompió con Flores cuando éste fue proclamado presidente por tercera vez. Participó activamente en el levantamiento del 6 de marzo de 1846, que dio por finalizado el período floreano. Una vez lograda la victoria, formó parte de un efímero triunvirato que concluyó con la convención de Cuenca y con la elección del presidente Roca.
Por sus actuaciones se le puede considerar un liberal moderado y un libre pensador. Fue partidario de la secularización del país y de laicizar la escuela pública. Estuvo permanentemente comprometido con la modernización del país. También se destacó como un gran impulsor de la educación pública. A diferencia de otros contemporáneos suyos, percibió las desventajas que podían resultar al país de los tratados comerciales con las grandes potencias.
Como poeta se dedicó a cantar las victorias del general Bolívar. Su estilo fue neoclásico y brilló sobre todo en el género épico. La composición poética que más celebridad le dio, fue su canto a la Victoria de Junín. Con justicia se le ha llamado el poeta de la Independencia. Fue un gran entendido en literatura clásica. Mantuvo correspondencia con Andrés Bello.
Obras de ~: La victoria de Junín. Canto a Bolívar, Londres, Imprenta Española de M. Calero, 1826; “Manifiesto del gobierno provisorio del Ecuador”, en P. Herrera (ed.), Antología de prosistas ecuatorianos, vol. II, Quito, 1896, págs. 141-167; Obras en prosa, México, Editorial Cajica, 1960 (Biblioteca ecuatoriana mínima); Epistolario, México, Editorial Cajica, 1960 (Biblioteca ecuatoriana mínima).
Bibl.: P. Carbo, Biografía de Olmedo, Guayaquil, La Nación, 1880; V. M. Rendón, Olmedo. Homme d’Etat et poète americain. Chatre de Bolivar, Paris, Librairie Nilsson, 1904; F. Vásconez, Olmedo y sus obras: estudio histórico crítico, Guayaquil, Imprenta Gutemberg, 1920; A. Pérez, “Olmedo y las mitas en el Ecuador”, en Órgano del instituto superior de pedagogía y letras de Guayaquil, 2 (1944), págs. 12-23; J. Pimentel Carbo, “Un escaño en las cortes españolas”, en Boletín del Centro de Investigaciones Históricas de Guayaquil, 8 (1950), págs. 151-156; A. Espinosa Polit, Olmedo en la historia y en las letras. Siete estudios, Quito, Editorial Clásica, 1955; D. Guevara, Olmedo, Quito, Casa de la Cultura Ecuatoriana, 1958; A. R. Castillo, Olmedo entre San Martín y Bolívar, Guayaquil, Casa de la Cultura Ecuatoriana, 1973; L. Noboa Icaza, Estudios sobre Olmedo, Guayaquil, Junta Cívica, 1973; R. Rosero, Olmedo, político, patriota o desertor, Quito, Editorial Eskelectra, 1994; J. M.ª García León, Los Diputados Doceañistas. 1810-1813. Una aproximación al estudio de los diputados de las Cortes Generales y Extraordinarias, Cádiz, Ayuntamiento, 2006.
Fernando Hidalgo Nistri
