Mena, Francisco Manuel de. Olmedo (Valladolid), 1730 ant. – Madrid, 3.XI.1780. Librero, editor, impresor, bibliotecario real.
Era hijo de Francisco de Mena y Ana Fernández de Guadarrama, ambos vecinos de Olmedo. Casó en primeras nupcias con Ana Rodríguez, con quien tuvo cuatro hijos, Juan Francisco, María Juliana, Ángela Baldomera y María de las Mercedes, ninguno de los cuales siguió los pasos del padre. Fallecida Ana Rodríguez, contrajo nuevo matrimonio con Feliciana Naval.
Francisco Manuel de Mena fue uno de los más perspicaces y agudos hombres de negocios del mundo del libro del siglo XVIII. No se sabe nada acerca de sus primeros años, pero en 1733 cuenta ya con librería propia, en Madrid, en la calle de Toledo. Este mismo año, se encuentra ya la primera obra impresa a su costa y obtiene el título de bibliotecario real que ostentará hasta 1739. Durante este primer período irá aumentando su prestigio hasta convertirse en el librero más solicitado por los ilustrados españoles, siendo especialmente destacable su relación con Gregorio Mayans y Siscar, quien le pondrá en contacto con los libreros europeos más famosos como los ginebrinos Cramer y Tournes.
Hombre inteligente y ambicioso, Mena vio la posibilidad de hacer fortuna con la compraventa de bibliotecas particulares y conventuales de Madrid y su provincia, e incluso del vecino Portugal, donde llegó a tener dos agentes. Entre 1740 y 1746 compró muchas bibliotecas destacando las de Andrés González de Barcia, Isidro Fajardo, Bartolomé de San Martín o la del marqués del Risco. El sistema de compraventa fue siempre el mismo: tanteo, ajuste, anuncio o catálogo y venta al mejor postor.
Mediado el siglo, Mena era ya un hombre rico y con influencias; entre sus valedores se encontraba el secretario de Estado Ricardo Wall. Llegó a ser ayuda de Furriera de Fernando VI y continuó su carrera cortesana con Carlos III llegando en 1776 a jefe del Oficio de la Furriera con honores de aposentador de Palacio.
En 1745 traslada su negocio a la calle Carretas, a la tienda que había sido del librero José Antonio Pimentel, donde instalará su imprenta.
Fue impulsor y miembro de la Compañía de Mercaderes de libros hasta su disolución en 1763, tesorero de la Hermandad de San Gerónimo en dos ocasiones y miembro fundador y uno de los primeros directores de la Compañía de Impresores y Libreros.
Como miembro de estas compañías, fue de los que más se significó en las protestas contra la prohibición de importar libros extranjeros, llegando a solicitar a colegas franceses que mediasen para que aquel país realizase gestiones frente al gobierno español con el fin de anular dicha prohibición. Pero a la vez supo aprovechar esta misma prohibición para convertirse en uno de los más importantes impresores españoles del siglo.
Su irrupción en el mundo de la imprenta fue más tardía que su labor como librero y editor. No aparece en la lista de impresores de 1752, pero en 1756, cuando el Mercurio se incorpora a la Corona, se delegó en él para su administración, aunque no se hará cargo de su impresión hasta enero de 1762. En 1761 también se incorpora a la Corona el privilegio de impresión de la Gaceta y también Mena se hará cargo de la impresión y administración desde 1762, cediéndole la Corona el 4 por ciento del beneficio de la venta. Lo mismo ocurriría años más tarde con la Guía de forasteros. Estas cesiones hacen que, aunque la imprenta fuese suya, en cierta manera, también lo fuese de la Corona, de hecho Mena se refiere a ella en 1763 como Imprenta Real de la Gaceta y para ella adquiere las mejores fundiciones (Bernardo Ortiz, Tomás Daoíz, Paradell, etc.). Aunque ya imprimía el Mercurio y La Gaceta con anterioridad, el primer pie de imprenta con el nombre de Mena no aparece hasta 1765. Entre sus obras cabe destacar Obras sueltas de Tomás de Iriarte —considerada como un ejemplo del renacimiento tipográfico español—, Introducción a la historia natural, Noticias americanas y un gran número de libros de rezo.
La gestión de Mena al frente de la Imprenta Real de la Gaceta fue muy eficaz, y si en 1763 contaba con diez prensas, en 1780 eran quince. No sólo se dedicó en esta imprenta a la Gaceta y el Mercurio; también reimprimió libros que comenzaban a ser raros, e incluso aceptó encargos de particulares.
A la muerte de Mena el 3 de noviembre de 1780 se procedió a la liquidación de cuentas; como resultado de ellas, su mujer, Feliciana Naval y sus hijos, debieron devolver el dinero de la imprenta en poder de Mena. Al final resultó un saldo favorable a la Corona de 47.075 reales, para hacer frente a ello los herederos dieron en pago la parte de la imprenta propiedad de Mena, pasando así, desde 1871 totalmente a la Corona y a llamarse definitivamente Imprenta Real.
Obras de ~: Cathalogo de los libros que tiene venales [...], Madrid, en la Imprenta de Juan de Zuñiga, en la calle de la Encomienda, 1742; Cathalogo de los libros, que esisten venales, en la librería que fue de el ilustrissimo Señor Don Andres Gonzalez de Barcia, del Consejo y Camara de su Majestad: juntamente con los de otras pequeñas Librerias de diferentes sujetos que fallecieron en esta Corte y fueron de ella. Se venden en la Plazuela de la calle de la Paz, enfrente de la Imprenta, Quarto segundo, Madrid, 1745.
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Sergio Martínez Iglesias
