Rodríguez Zamorano, Miguel. Leganés (Madrid), 29.IX.1910 – Madrid, 10.VIII.1938. Militar, caballero Laureado de San Fernando.
Poco se sabe sobre la vida de este militar hasta la fecha de su ingreso en el Ejército con el reemplazo de 1931.
Se ha supuesto que durante los primeros años de su juventud realizó trabajos en las canteras del sur de Madrid, llegando a conocer el manejo de los explosivos.
Su destino al batallón de Zapadores Minadores n.º 7 puede avalar la hipótesis; lo que sí está documentado es que en 1936 era sargento de ingenieros y especialista en actividades propias de su unidad. Desde comienzos de la Guerra Civil perteneció a las tropas de asedio a Madrid destacadas en el sector del río Manzanares.
La guerra de minas durante la contienda civil española tuvo su origen y desarrollo en la Ciudad Universitaria.
La primera voladura producida en el frente madrileño la realizó el Ejército republicano en el Hospital Clínico el 11 de diciembre de 1936; la segunda, el 13 de enero de 1937. Esta explosión fue la más demoledora de la campaña: causó cuarenta bajas por enterramiento entre legionarios de la 6.ª bandera. A medida que se consolidaba la nueva modalidad de lucha, el bando "nacional" reforzó los especialistas en minas.
En noviembre llegó al frente de Madrid la 8.ª compañía de minadores formada por cuatro secciones, de las cuales tres fueron a Carabanchel, y la cuarta al Hospital Clínico como refuerzo de la 7.ª, a la que pertenecía el sargento Rodríguez Zamorano.
A primeros de agosto de 1938, consolidada por ambos bandos la guerra subterránea, los zapadores del "Ejército nacional" perforaron el pozo n.º 214 por donde pretendían alcanzar el subsuelo del hospital. El boquete les hizo suponer que se hallaban sobre la vertical de la galería de mina empleada durante aquellos días por los zapadores republicanos. Al producirse la perforación, descubrieron una línea dispuesta para voladura inminente con explosor eléctrico. Los minadores que acababan de descubrir la instalación procedieron a inspeccionar la galería. A los diez metros, Rodríguez Zamorano topó en su avance con varios fardos cargados de dinamita. El teniente De la Concha, jefe de la sección de voladuras, se arrastró hasta el depósito de explosivos; se trataba de una carga considerable que no tardaría en estallar si no se anticipaban ellos a la acción del enemigo. A las once de la noche, el oficial y el sargento colocaron el cebo a una de las cajas, una hora más tarde, la explosión reventaba parte de la red subterránea, quedando semicegado el túnel.
El sargento descendió de nuevo al pozo al día siguiente, 10 de agosto, para comprobar los efectos de la explosión e intentó abrirse paso entre el ingente montón de cascotes que taponaba la mina. Penetró en el interior de la galería pero, en un punto del recorrido halló un espacio cargado de gases altamente tóxicos.
El veterano zapador, consciente del peligro que corría, trató de regresar al pozo para respirar aire más limpio, su mente se nubló al instante, comenzó a perder el conocimiento y, sin poderse ponerse en pie, quedó tendido sobre los escombros. Unos minutos después, el teniente De la Concha lo encontró muerto.
Los trabajos llevados a cabo en el subsuelo del Hospital Clínico por el oficial y el sargento de ingenieros originaron la propuesta de apertura de juicio contradictorio para conceder a cada uno la Cruz Laureada de San Fernando. El expediente se resolvió favorablemente seis años después de los hechos que lo originaron.
Las declaraciones iniciales de los testigos y las del coronel de ingenieros Juan Petrirena, jefe de las tropas de zapadores, resultaron decisivas a la hora de reconocer el valor y pericia del sargento y la dirección de las operaciones por parte del teniente.
Fuentes y bibl.: Archivo de la Real y Militar Orden de San Fernando, Expediente personal.
Diario Oficial del Ministerio del Ejército, n.º 126 (1944); Estado Mayor Central del Ejército, La guerra de minas en España (1936-1939): Contribución al estudio de esta modalidad de nuestra guerra de liberación, Madrid, Servicio Histórico Militar, 1948; Servicio Histórico Militar, Galería militar contemporánea, Madrid, Servicio Histórico Militar, 1974.
Miguel Parrilla Nieto