Chacón Fernández, Juan. ¿Ocaña? (Toledo), f. s. XIV – ?, m. s. XV. Comendador y alguacil de la Orden de Santiago.
Hijo de Juan Alfonso Arnalfe de Ocaña y de Teresa Fernández Chacón, pocos son los datos que se conocen de Juan Chacón. Probablemente nació en Ocaña, si bien los Chacón procederían de una rama navarra —Gonzalo Iñíguez Chacón— que, a finales del siglo XIV, se asentaron en tierras toledanas. Apenas tres referencias en la Crónica del condestable Álvaro de Luna convierten a Juan Chacón —casado con Inés M. del Castillo— en un personaje conocido, casi en exclusiva, por su famoso hijo, Gonzalo, que probablemente también fue el autor de la citada Crónica.
La primera referencia data del año 1441. Juan II había concedido a Álvaro Castillo de Bayuela, junto con La Adrada, las villas obtenidas del expolio del condestable Ruy López Dávalos (1423-1424). El favorito del Rey hizo alcaide del primer lugar a Juan Chacón que, el 6 de noviembre de 1441, recibía la orden del condestable para entregarla a Juan de Pernia, uno de los nueve caballeros que debían hacerse cargo de los castillos expoliados. Todavía el 25 de junio del 1442, Juan Chacón figuraba como alcaide.
Una segunda referencia, procedente de la Crónica, data del año 1429 —por ese tiempo debió de nacer su hijo Gonzalo— y, confirmando el dato de 1441, se habla de Juan Chacón como un noble caballero que pertenecía a la casa del maestre de Santiago, Álvaro de Luna. Juan Chacón es descrito como un vasallo de Juan II que luego pasa a ocupar cargos en la Casa de su favorito. Así, consta que ostentaba la dignidad de criado de Álvaro de Luna. Y es que buena parte de las noticias referidas al personaje enlazan con la Orden de Santiago. De hecho, Ocaña era un importante feudo de aquélla. Juan Chacón fue comendador de Montijo y desempeñó el cargo de alguacil mayor del Maestrazgo en la Orden. Los datos que parecen afirmar que ostentó el cargo de corregidor de Madrid, sin embargo, son escasos y mal contrastados.
La tercera y última referencia a Juan Chacón ya enlaza con su hijo, porque Gonzalo Chacón fue un hombre tan cercano al condestable, que incluso le acompañó la noche anterior a su ejecución. Encarcelado —a pesar de las cartas de seguro— Gonzalo no pudo tomar posesión de la encomienda de Montiel de Ocaña, pero, en su nombre, lo hizo Juan Chacón, de quien ya se dice que era “anciano”.
Seguramente Juan Chacón no vivió para ver a su hijo como uno de los hombres de confianza de la Reina Católica que le convirtió en su mayordomo y contador mayor. El modesto caballero de Ocaña fue el origen de un linaje que estaba llamado a desempeñar, en el reinado de los Reyes Católicos, y posteriormente —tras el enlace de su nieto, de su mismo nombre, Juan Chacón Alvarnáez— un papel estelar en el reino.
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Dolores Carmen Morales Muñiz
