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Gil Ramírez de Arellano

Biografía

Ramírez de Arellano, Gil. Ocaña (Toledo), c. 1555 – Madrid, 20.II.1618. Juez, consejero de Castilla, consejero de Cruzada, de Inquisición y de la Cámara.

Hijo de Francisco Ramírez de Arellano, natural de Villamayor, y de Guiomar de Morales y Figueroa, nacida en Chinchón y que murió en la villa de Ocaña, siendo enterrada en el monasterio de nuestra Señora de Esperanza. Los padres de Gil Ramírez de Arellano contrajeron matrimonio en Chinchón y más tarde residirían en Ocaña, donde nació el personaje. Diego Ramírez, natural de Villaescusa de Haro, y María de la Trojera y Carrascosa, natural de Villamayor, fueron sus abuelos paternos. Su madre Guiomar era hija del doctor Pedro Ramírez de Vega y de Paula de Morales, ambos vecinos de Chinchón y ella natural de Valdaracete y hermana de Pedro de Morales, prior de Montalbán y cura de Valdaracete. Los abuelos maternos fueron el hidalgo viejo llamado Pedro Fernández, y Juana Ramírez, hermana de Garci Remírez de Villaescusa, prior perpetuo de San Marcos de León y primer presidente del Consejo de Órdenes.

Ramírez de Arellano fue colegial del Colegio de Cuenca de la Universidad de Salamanca, donde regentó una Cátedra de Leyes. Inicia su carrera judicial como oidor de la Chancillería de Valladolid, cuando toma posesión el 10 de febrero de 1586 de la plaza vacante por ascenso de Francisco de Balcázar a consejero de Indias. A pesar de haber sido propuesto en alguna ocasión para plaza del Consejo de Castilla, como por ejemplo el 25 de diciembre de 1599 — cuando le votaron en primer lugar el conde de Miranda y los tres miembros del Consejo de la Cámara para la vacante por fallecimiento de Juan de Morillas—, se mantuvo por espacio de catorce años como oidor. Su promoción llegó a comienzos del reinado de Felipe III, una vez que entrara en el restringido círculo de personas de confianza del valido Lerma. El 3 de febrero de 1600 se expide su título de nombramiento de fiscal del Consejo Real, que jura el 19 de abril. Sucedió a Pedro de Tapia, ascendido a consejero de Castilla. Arellano percibió un salario anual de 500.000 maravedís y se le concedieron otros 50.000 para la persona que nombrare como solicitador de los negocios del Consejo. Estando la Corte residiendo en Valladolid, juró el 16 de junio de 1604 una consejería supernumeraria de Castilla. Acababa de ser procurador de Burgos en las Cortes de 1602-1603 y de 1604.

Fruto de su matrimonio fue su hija Juana María, que se casó con Juan de Saavedra, alcalde mayor de la Inquisición.

Ella aportó 20.000 ducados de dote y el marido 6000 en concepto de arras. Su suegro, el contador Francisco de Maluenda, era regidor de Burgos, oficio en el que le sucederá.

Más tarde, formó parte de la Junta que, a comienzos de 1608, se creó para conocer la causa del oficial corrupto Alonso Ramírez de Prado, acusado, entre otros delitos, de cohecho y malversación de caudales públicos. Esta Junta de Visita actuó desde el 28 de mayo de aquel año hasta el 30 de agosto en que dicta sentencia. También integró la Junta de Visita que sentencie los cargos formulados a la mujer e hijo de Alonso Ramírez de Prado. El 20 de junio de 1609 se nombró una nueva Junta, encargada esta vez de sentenciar los cuatrocientos ochenta y cuatro cargos del juicio de visita que había instruido el magistrado Carrillo contra el otrora todopoderoso secretario de Estado Pedro Franqueza, conde de Villalonga. Fueron seis los jueces designados por Felipe III, todos ellos cercanos al duque de Lerma, que se encargaron de ver y determinar la visita: cuatro consejeros de Castilla, uno de Aragón y un alcalde de Casa y Corte. Los consejeros de Castilla eran, además del propio visitador, Fernando de Alarcón, Diego de Alderete y Gil Ramírez de Arellano. Felipe de Tallada representaba al Consejo de Aragón y Fernando Ramírez de Fariña a la Sala de Casa y Corte. La Junta trabajó ininterrumpidamente todos los días, salvo los feriados, tres horas por la mañana y otras tres por la tarde, desde el 20 de junio hasta el 3 de octubre, fecha en la que recayó la sentencia del juicio al conde de Villalonga. Ese mismo año, Ramírez de Arellano fue designado asesor del bureo de la Reina, en sustitución de Fernando Carrillo, ascendido a presidente del Consejo de Hacienda. En 1612 fue nombrado, junto a Molina —fiscal del Consejo Real— y a Villagómez —consejero de Indias—, para que ordenasen las capitulaciones y escrituras de las bodas del príncipe Felipe y de la infanta Ana Mauricia, todo ello de acuerdo con lo señalado por el Consejo de Estado. Por una cédula real, expedida en Madrid el 19 de marzo de 1613, Felipe III le concedió el hábito de la Orden de Santiago.

El 7 de enero de 1614 sucedió a Luis de Padilla como miembro del Consejo de la Cámara. Por estas fechas también accedió a los Consejos de la Cruzada y de la Inquisición. Al fallecer, sus restos fueron trasladados para enterrar a Villaescusa de Haro.

 

Obras de ~: Iustificacion del memorial que la Duquesa de Medina de Rioseco tiene dado al Rey nuestro señor, sobre el desempeño de la Casa del Almirante de Castilla, Valladolid, Luis Sánchez, 1605.

 

Fuentes y Bibl.: Archivo General de Simancas, Quitaciones de Corte, leg. 21; Archivo Histórico Nacional, Estado, legs. 3028, 1 y 6408; Órdenes Militares, expedientillo 768.

J.-M. Pelorson, Les Letrados, juristes castillans sous Philippe III, Le Puy-En-Velay, Université de Poitiers, 1980; G. Gascón de Torquemada, Gaçeta y nuevas de la corte de España desde el año 1600 en adelante, Publ. Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila, marqués de la Floresta, Madrid, Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía, 1991; C. Domínguez Rodríguez, Los Oidores de las Salas de lo Civil de la Chancillería de Valladolid, Valladolid, Universidad, 1997; L. Cabrera de Córdoba, Relaciones de las cosas sucedidas en la Corte de España desde 1599 hasta 1614, Valladolid, Junta de Castilla y León, 1997; R. Gómez Rivero, “El juicio al Secretario de Estado Pedro Franqueza, conde de Villalonga”, en Ius Fugit, 10-11 (2001-2002); “Consejeros de Castilla de Felipe III”, en Anuario de Historia del Derecho Español, t. LXXIV (2004).

 

Ricardo Gómez Rivero

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