Mendoza y Ribera, Francisco. Santa Olalla (Toledo), 8.XI.1573 – Madrid, 22.X.1634. Canónigo, consejero de la Inquisición, inquisidor apostólico, obispo de Pamplona, Málaga y Plasencia.
Hijo de Juan Hurtado de Mendoza y Guzmán, natural de Antoniana, y de Leonor de Figueroa, natural de Toledo. Su padre era conde de la villa de Orgaz, señor de Santa Olalla, Mendícil y Nanclares, prestamero mayor de Vizcaya, comendador de Belvís de la Orden de Alcántara, mayordomo del rey Felipe II y asistente y capitán general de Sevilla. Su abuelo materno fue Francisco Barroso de Ribera, señor de Valdepusa, de quien tomó el segundo apellido.
Fue bautizado en la parroquia de San Julián, en Santa Olalla (Toledo), el 8 de noviembre de 1573.
Fue colegial en el Colegio Mayor de Cuenca en la Universidad de Salamanca. Siendo ya canonista y presbítero, en enero de 1593 se matriculó en la Universidad de Salamanca como candidato al doctorado.
Consiguió el doctorado en Derecho canónico. Fue canónigo en la Catedral de Toledo, consejero de la Inquisición en Toledo e inquisidor apostólico en Salamanca.
El 5 de septiembre de 1616 fue nombrado obispo de Salamanca. Recibió la consagración episcopal en Madrid, en el convento de la princesa Juana (Descalzas reales), el domingo 22 de enero de 1617, de manos de Fernando Acevedo, arzobispo de Burgos y presidente del Consejo de Castilla, asistido por Pedro Ruiz Valdivieso, arzobispo de Messina (Sicilia), y por Francisco Merino Morillas, obispo de Valladolid. Durante su pontificado se fundó el Colegio de San Carlos de clérigos menores y se puso la primera piedra, el 12 de noviembre de 1617, del Colegio de la Compañía de Jesús, que impulsó la reina Margarita de Austria. Celebró sínodo diocesano el 15 de junio de 1619.
Posteriormente fue nombrado obispo de Pamplona el 17 de marzo de 1621, tomando posesión el 2 de junio del mismo año por medio del procurador Martín de Argáiz y Antillón, prior de la Catedral de Pamplona.
Un año y medio más tarde, el 14 de noviembre de 1622, fue trasladado al Obispado de Málaga, tomando posesión el 14 de febrero de 1623 por medio del deán de la catedral don Juan Arias de Moscoso, y entrando personalmente el 2 de abril del mismo año; construyó en el puerto unas grandes torres para defender la ciudad de los ataques de los moros.
Finalmente, el 27 de enero de 1627 fue nombrado obispo de Plasencia, tomando posesión el 17 de abril del mismo año.
Renunció libremente a la diócesis, retirándose a su pueblo natal en busca de descanso. El Cabildo de Plasencia declaró la sede vacante el 5 de febrero de 1631.
Sin embargo, Francisco Mendoza tuvo que realizar un nuevo servicio a la Iglesia en 1632, pues el cardenal infante y arzobispo de Toledo, Fernando de Austria, le encomendó durante un tiempo la tarea de gobernador del Arzobispado de Toledo. En este período inició el expediente de beatificación del santo varón Gonzalo Ruiz de Toledo, señor de Orgaz, aunque no pudo terminarlo a causa de su fallecimiento.
Debilitado por la edad y la enfermedad, aureolado de santidad, murió en Madrid el 22 de octubre de 1634. Dos días después su cuerpo recibió sepultura en la iglesia de San Julián de la villa de Santa Olalla (Toledo).
Bibl.: J. A. Vicente Bajo, Episcopologio Salmantino, Salamanca, Universidad, 1901; P. Gauchat, Hierarchia Catholica medii et recintioris aevi, IV, Münich, Sumptibus et Typis Librariae Regensbergianae, 1935, págs. 271, 229, 282 y 300; A. Fernández, Historia y Anales de la Ciudad y Obispado de Plasencia, Cáceres, 1952; F. de Lubian y Sos, Relación de la Santa Iglesia de Pamplona, Pamplona, J. Ugas Bru, 1955; V. Guitarte Izquierdo, Episcopologio Español (1700-1867), Españoles obispos en España, América, Filipinas y otros países, Roma, Instituto Español de Historia Eclesiástica, 1994; F. Mondéjar Cumpián, Obispos de la Iglesia de Málaga, Córdoba, Cajasur, 1998; A. Fernández Collado, Obispos de la provincia de Toledo, 1500-2000, Toledo, Instituto Teológico San Ildefonso, 2000.
Ángel Fernández Collado