Agustín Grande, Francisco. Barcelona, 1753 – Sevilla, 25.X.1801. Pintor y profesor de Bellas Artes.
Barcelonés de origen, se ignora con quién recibió su primera formación, pero debió de aprender sus primeras nociones de Dibujo y Pintura en la Ciudad Condal. En fecha incierta se trasladó a Madrid, donde fue discípulo de Antonio Rafael Mengs y donde completó su formación en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. En un primer momento, la identificación de su estilo con el del maestro fue perfecta, asumiendo las enseñanzas de su peculiar neoclasicismo. Ello debió de influir positivamente en la concesión de una pensión para completar su formación académica en Roma, otorgada por Carlos III. En Italia obtuvo un conocimiento formal, preciso y directo, de los grandes pintores del Renacimiento y el Barroco, pudo perfeccionar las técnicas del dibujo, y profundizó en el conocimiento de los planteamientos teóricos y prácticos del Neoclasicismo de la mano de su maestro, Mengs, que había regresado a Italia después de su estancia en Madrid, así como de otros de los discípulos más aventajados de su maestro. En este lugar hubo de trabar amistad con José Nicolás de Azara, teórico del Neoclasicismo, diplomático, editor de Mengs y exquisito coleccionista de arte, para quien ocasionalmente llegó a trabajar. A esta excelente formación se debe su corrección como dibujante, signo característico apreciable en todas sus obras, habiéndose de señalar que, además de ser buen dibujante del natural, fue coleccionista de dibujos, de los que obtenía información útil para solucionar composiciones generales, gestos individuales y posturas.
Durante su estancia italiana trabajó con asiduidad para el cardenal Antonio Demetrio Despuig y Dameto, mallorquín de origen y auditor del Sagrado Tribunal de la Rota, cuyos encargos le permitieron vivir con cierto desahogo. Este hecho explica que algunas de las obras de juventud de Francisco Agustín se conserven en Palma de Mallorca, ya que, después de su estancia en la Corte pontificia, Despuig regresó a la isla acompañado de su colección, parte de la cual pasó al actual Museo de Bellas Artes. Manuel Ossorio cita los lienzos en la casa del conde de Montenegro; son varios retratos de estética neoclásica, muy relacionados con el estilo de Mengs, como el retrato infantil de Ramón Despuig y Zaforteza, el de Antonio Demetrio Despuig, su mecenas, y el de Juan Despuig y Zaforteza, firmados en Roma en 1788, así como varias copias de lienzos de Murillo, como el Niño Jesús y San Juanito y la Virgen de la Servilleta, y otras composiciones que, al parecer, son de su mano, como una Santa Isabel de Hungría.
A su regreso a España, dada su sólida formación clasicista, por indicación del obispo de Córdoba, Antonio Caballero y Góngora, fue nombrado director de la recién creada Academia de Dibujo de Córdoba, escuela que aquél había fundado, y que, al parecer, no se llevó a efecto entonces. Durante su estancia en aquella ciudad, realizó importantes retratos al servicio de su mecenas, como el retrato El virrey Antonio Caballero, conservado en el Ayuntamiento de Priego, y cuadros de asunto religioso para diversas iglesias de Córdoba. Entre éstos se deben citar dos lienzos con el Martirio de San Eulogio, que estaba en el colegio de San Pelagio, un Martirio de San Acislo, una Visitación, un San Juan Nepomuceno, un San Francisco de Sales, y el retrato del Venerable Sousa, para el colegio de niñas huérfanas de Santa Victoria; una Concepción, una Santa Ana, y un Retrato del Fundador para la escuela gratuita de primeras letras; así como un San José y un retrato del Beato Gaspar Bruno para la iglesia de los Mínimos. Se conocen salidos de su pincel algunos lienzos para los altares neoclásicos que se construyeron en el interior de la mezquita, que cubrían algunos intercolumnios de lado a lado. También trabajó en las iglesias del contorno.
En torno al año 1790 se estableció en Madrid con la esperanza de prosperar al amparo de la Corte. En 1792 fue nombrado académico honorario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y pintor de cámara del Rey (gracia en la que actuó como mediador Manuel Godoy, que por aquel entonces ostentaba ya el título de Príncipe de la Paz). Años más tarde, el 7 de octubre de 1799, Francisco Agustín obtuvo el título de académico de mérito, mediante la aprobación de los ejercicios reglamentarios. El 11 de diciembre de ese mismo año, la Junta de Comercio de Barcelona le nombró director supernumerario de la Escuela de Bellas Artes que se había fundado en la Ciudad Condal, pero, por circunstancias un tanto confusas, no llegó a tomar posesión del cargo.
Posteriormente, pintó un Santiago Matamoros en Jaén. En Madrid, la Academia de San Fernando guardaba de su pincel un San Jerónimo penitente, de más de medio cuerpo y del tamaño del natural, Lot y sus hijas, un Tránsito de la Magdalena y una imagen de Nuestra Señora con el niño acompañada de ángeles. En la actualidad sólo se exhibe en el museo una Piedad, al óleo sobre tabla, firmada al dorso, cuyo estilo fluctúa entre la delicadeza de Murillo y el neoclasicismo compositivo de Mengs, así como las pruebas de los exámenes que superó y un considerable número de dibujos y documentos de archivo en relación con los trabajos que desarrollaba al servicio de aquella institución.
También pintó varias escenas de la vida de san Juan Bautista para un ciclo iconográfico que decoraba la iglesia parroquia de Cabezas de San Juan (Sevilla).
Desde 1796 fue pintor honorario de Su Majestad con un sueldo de quince mil reales, y no de cámara, que es como él a sí mismo se intitula en varios documentos.
Desde aquella fecha trabaja asiduamente en algunos de los Reales Patronatos. En 1800 pintó, por encargo de la Real Academia de la Historia, para su salón de juntas, un Retrato del ministro Urquijo, que había beneficiado mucho a la institución, sacándolo de dos originales de Goya que se han perdido (de uno tomó la cabeza y de otro el cuerpo) y que fue considerado algún tiempo de Goya.
No hay acuerdo unánime acerca de la fecha de su muerte. Sánchez Cantón, en 1916, afirmaba que “murió lleno de deudas el 19 de marzo de 1820”. Ossorio data la muerte de Agustín en Utrera en 1800.
Sin embargo, se conserva un documento, fechado el 26 de noviembre de 1801, en el que Francisco Agustín pide al Rey que se le abonen los gastos del viaje que realizó a Sevilla para pintar varias vistas de la ciudad.
Gracias a una carta de Vargas Ponce, fechada el 17 de agosto de 1803, se puede saber que, bajo proyecto de Francisco Agustín, cuando aún Urquijo era ministro, se aprobó una orden en virtud de la cual se iban a copiar algunos lienzos de Murillo que existían en Sevilla para enviar los originales a Madrid y adornar con ellos el Palacio Real, dejando las copias en los marcos y sitios que aquéllos habían ocupado. El documento es de gran interés porque confirma la relación personal que mantenían Urquijo y Agustín. Se sabe, documentalmente, que en 1801 Agustín estaba en Sevilla y había empezado a copiar los Murillos del Hospital de la Caridad. No obstante, no logró terminar su encargo porque murió víctima de la segunda peste acaecida en el otoño de aquel año y el proyecto citado se interrumpió, aunque la Secretaría de Estado llegó a ratificar un segundo encargo de copiar los Murillos al pintor sevillano Joaquín Cortés. Las investigaciones de Santiago Alcolea han demostrado que Francisco Agustín falleció el 25 de octubre de 1801.
Obras de ~: Ramón Despuig y Zaforteza, 1788; Antonio Demetrio Despuig, 1788; Juan Despuig y Zaforteza, 1788; ciclo iconográfico de la Vida de san Juan Bautista, iglesia parroquia de Cabezas de San Juan (Sevilla), s. f.; Niño Jesús y San Juanito (copia de Murillo), s. f.; Virgen de la Servilleta (copia de Murillo), s. f.; Santa Isabel de Hungría, s. f.; El virrey Antonio Caballero, Ayuntamiento de Priego, s. f.; Martirio de San Eulogio, Colegio de San Pelagio (Córdoba), s. f.; Martirio de San Acislo, Visitación, San Juan Nepomuceno, San Francisco de Sales, Retrato del Venerable Sousa, Colegio de Santa Victoria (Córdoba), s. f.; Concepción, Santa Ana, retrato del fundador de la Escuela de Primeras Letras de Córdoba, s. f.; San José, s. f.; Beato Gaspar Bruno, Mínimos (Córdoba), s. f.; retablos de los intercolumnios de la mezquita de Córdoba, s. f.; Santiago Matamoros, Jaén, s. f.; San Jerónimo penitente, s. f.; Lot y sus hijas, s. f.; Tránsito de la Magdalena, s. f.; Nuestra Señora con el niño acompañada de ángeles, s. f.; Piedad, s. f.; Retrato del Ministro Urquijo, 1800; Sagrada Familia, Museo de Oviedo, s. f.
Bibl.: M. Ossorio y Bernard, Galería biográfica de artistas españoles del siglo xix, Madrid, Moreno y Rojas, 1883-1884 (ed. facs., Madrid, Giner, 1975, pág. 11); C. Fernández Duro, Correspondencia epistolar de D. José de Vargas Ponce y otros en materias de Arte, Madrid, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1900, pág. 253; F. J. Sánchez Cantón, “Los pintores de Cámara de los Reyes de España”, en Boletín de la Sociedad Española de Excursiones (Madrid), 1916, págs. 216- 217; J. F. Ráfols Fontanals (dir.), Diccionario biográfico de artistas de Cataluña, desde la época romana hasta nuestros días, t. I, Barcelona, Milla, 1951, pág. 7; S. Alcolea Gil, “La pintura en Barcelona durante el siglo xviii”, en Anales y Boletín de los Museos de Arte de Barcelona, vol. XIV, 1959-1960; Francisco Agustín, Barcelona, s. f.; J. Valverde Madrid, “El cuadro de San Eulogio, de Agustín Grande, en el Seminario de Córdoba”, en Boletín de la Real Academia de Córdoba, 1964, págs. 368- 404; J. A. E. Pérez Sánchez, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Inventario de las pinturas, Madrid, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1964, pág. 62; Jordán de Urríes y de la Colina, “Los últimos discípulos españoles de Mengs (Ramos, Agustín, Salesa, Napoli y Espinosa)”, en Actas del I Congreso Internacional de Pintura española del siglo xviii, Madrid, Fundación Museo del Grabado Español Contemporáneo, 1998, págs. 437-450; A. E. Pérez Sánchez, H. González Zymla y L. de Frutos, Catálogo de pinturas de la Real Academia de la Historia, Madrid, Real Academia de la Historia, 2003, págs. 26-30 y 265; A. Rumeu de Armas, “El pintor Agustín, autor del retrato goyesco de Mariano Luis de Urquijo, secretario de Estado del rey Carlos IV (1800)”, en De arte y de historia, Madrid, Real Academia de la Historia, 2004, págs. 33-46.
Herbert González Zymla