Miedes, Francisco. Alcalá de Henares (Madrid), 2.III.1622 – Iloilo (islas Filipinas), 29.VI.1674. Sacerdote, misionero jesuita (SI).
Se trasladó a Filipinas con el procurador Miguel Solana, en 1653, y a continuación, a finales de 1654, fue enviado a Siau (islas Sangihe). El 19 de diciembre de ese mismo año se ordenó en la Compañía de Jesús, en Manila, o pudo haberlo hecho con anterioridad a su partida de España (1 de marzo de 1643), probablemente en Alcalá de Henares. De 1658 a 1661 pasó de las islas Sangihe a Ternate (islas Malucas) como superior, sustituyendo en el cargo a Vicente Chova.
Posteriormente, de 1661 a 1673, volvió a la misión de Siau e intervino en dos ocasiones, en mayo de 1663 y julio de 1665, en las negociaciones con el gobernador holandés de Ternate para “proteger los derechos de la corona española y de los cristianos de Siau” (Jacobs), pero siempre desde la perspectiva de un jesuita. Durante el tiempo que permaneció en Siau aprendió la lengua siau, llegando a componer una gramática y vocabulario, que se han perdido, como apunta Jacobs.
Al tratar los jesuitas de lo que denominó “intentos de envío a las Indias españolas” que se refiere a los títulos de la conquista española, aludía a “sobre el derecho de conquisto”, “la obligación de restituir” y la “conquista espiritual”, y en esa misma mezcolanza de interés privado de los jesuitas con algunas ideas espirituales y políticas en general, se aprecia igual intención cuando se refería a los métodos misionales en los que alude a la encomienda, mita, servicio personal, y a las doctrinas, lenguas y reducciones, pues con suma facilidad entremezclaba, por estricto interés económico de esta orden religiosa, la religiosidad (o métodos misionales) con la economía propiamente dicha, y al referirse a las “fases históricas: introducción a la eficiencia económica y técnica” al tratar la “economía de la Compañía de Jesús en Hispanoamérica y Filipinas”, señalaba que “la diferenciación gana importancia a lo largo de tres fases con diversa duración según las subregiones o períodos de evangelización [al comercio lo denomina de esta forma], más tardía en zonas más distantes o entre aborígenes más reacios”. En la primera fase, “por más que los superiores insistan en separar patrimonios y cuentas, la múltiples circunstancias y el celo apostólico fomentan la comunicación, con desventaja para la claridad contable o jurídica”, pues los misioneros convivían con grupos indígenas, compartiendo “lo que tienen ambos”, además quienes enseñaban en “seminarios diocesanos destinan la paga (gracias a una renta regia concedida a los seminarios) a la construcción de un convictorio y colegio, y los mismos colegios reciben limosnas, a veces para enviar misioneros a los indígenas más abandonados. La situación difiere si, una vez asumidas tareas pastorales y educativas, son revocados legados o donaciones (a veces, por requisitos implícitos) o surgen conflictos al aplicar o interpretar la voluntad del testador o donador (persona jurídica o privada) [...], pero que sufrieron notable deterioro, aproximadamente desde la segunda mitad del siglo XVII hasta 1767”. Con estas motivaciones seudorreligiosas y económicas se guió Francisco Miedes en las islas del Pacífico, pero, al mismo tiempo, llegó a adquirir amplios conocimientos geográficos, pues el 24 de abril de 1671 redactó un informe sobre las islas Carolinas, nombrando más de ochenta pequeñas islas, quince años antes de que se describieran oficialmente con el descubrimiento del archipiélago por Francisco Lazcano, en 1686. Pero, a pesar de esto, según Jacobs, la “principal hazaña” de Francisco de Miedes es que después de la retirada de los españoles de Ternate en 1663 “siguió por diez años la protección y sostenimiento de la fe católica en Siau”, en medio de grandes necesidades económicas, que le hicieron comer yerbas y raíces e “incluso no poder decir misa por falta de vino”. Sufrió “gran pobreza”, hasta que le sustituyó en su plaza Carlo Turcotti, en 1673, y pudo dejar Siau para regresar a Filipinas. Pero muestra de su deambular por las diferentes islas del Pacífico en misión religiosa, es que redactó su última voluntad el 15 de agosto de 1669 en Pehe (islas Sangihe), en Indonesia, y murió en Iloilo (Filipinas), en 1674. Según Jacobs, a Francisco Miedes se le considera “uno de los grandes misioneros del período español en Indonesia”.
Bibl.: H. Jacobs, “Father Francisco Miedes Discovers the Carolina Islands before They Are Discovereds”, en Archivium Historium Societatis Iesus, n.º 49.393-416 (1980); H. Jacobs, “Francisco Miedes”, en Ch. E. O’Neill (SI) y J. M.ª Domínguez (dirs.), Diccionario Histórico de la Compañía de Jesús. Biográfico-Temático, Roma-Madrid, Institutum Historicum, S.I.-Universidad Pontificia Comillas, 2001.
Miguel Héctor Fernández-Carrión
